José Miguel Palacio, un proyecto y una búsqueda de mecenas

Por Julia Sáez-Angulo

Pintura, fotografía, foto- proyección y la edición de un libro será el resultado de su investigación. Los cuadros de José Miguel Palacio muestran Madrid tal y como es en la actualidad, sin afán reivindicativo de tema o imagen alguna, bajo un concepto testimonial de lo cotidiano y el desarrollo cultural "tanto de la ciudad como de sus ciudadanos", explica el artista que reside en la ciudad.

El artista se vuelve así cronista del tiempo que le ha tocado vivir, posicionándose en un momento concreto. "En este proyecto huyo de la atemporalidad en la manifestación artística. Es un compromiso con el presente, con su sociedad, con su cultura, en definitiva con el arte contemporáneo y universal".

José Miguel del Palacio, residente en Torrelodones (Madrid) huye del tipismo o costumbrismo de la ciudad de Madrid para dar prioridad a las escenas nuevas y cotidianas que van conformando el nuevo carácter de la Villa. Plasma escenas que pueden ocurrir en cualquier ciudad de índole cosmopolita como lo es la capital de España, dado su carácter urbano-global a semejanza de otras ciudades.

Más de tres mil fotografías ha llevado a cabo hasta la fecha de las que una selección de 32 se mostrarán junto a su pintura. El perfil de la ciudad se presenta en la arquitectura, polución informativa, emigración, ludismo, transportes urbanos, comercio, ocio, etnias, escalas sociales y colectivos de todo tipo. Entre sus propósitos está el de participar en las próximas ediciones de PhotoEspaña con sus trabajos en los que asegura que utiliza los mejores materiales además de su propia mirada de la que se siente orgulloso.

"Creo en mi trabajo y estoy orgullos de él. He elaborado el proyecto con mucho cuidado y lo voy siguiendo paso a paso con empeño. No se me escapa una tilde y esa exigencia y perfección se agradece en el mundo del arte donde uno ve con frecuencia cierta precipitación y malos acabados. Hay que ser muy exigente para hacer arte", declara José Miguel Palacio al tiempo que muestra la maqueta del gran libro que tiene en perspectiva.

Su arquitectura más característica se mira con enfoques nuevos, parciales, fragmentados. El cielo de Madrid se contempla con mirada renovada como un techo lleno de anécdotas y referencias. Podremos ver "La estación Príncipe Pío", "Emigrantes en quiosco de la Puerta del Sol", "La Pescadería en la calle Santa Isabel", "Mujer en Cajero Automático de Ortega y Gasset", y "Torres Picasso y Torre Europa desde Concha Espina con Serrano".

Cada uno de sus cuadros lleva unas quinientas horas de trabajo, pero cuando está enfrascado en uno de ellos pierde la noción del tiempo. Música o silencio para concentrar energía y pigmento en una obra, en una serie que dará mucho que hablar. José Miguel Palacio es un aragonés, madrileño de adopción, que ha sabido tomar el pulso a la capital de España con toda la presencia y pujanza de sus nombres y emblemas empresariales: ONCE, Mutua Madrileña, Iberia, General Motors, Hertz, Arman, Realia... Ya solo le queda un cuadro para su serie sobre Madrid, el último, el número veintiocho, que será en septiembre cuando comience la pasarela Cibeles. Esta vez va de moda.

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