Amílcar Posada : Óleos
Koffee Art. Conde de Xiquena, 3 -
Madrid
Del 26 de enero hasta finales de febrero.
Por Arancha Oña Santiago
Pintor colombiano afincado en Madrid por amor, que rescató de Colombia su pasión
por la pintura, arte que allí combinaba con la literatura y el teatro. No se siente
de ningún país, y sí un ciudadano del mundo. Una amplia lista de exposiciones
en Colombia, Venezuela, Alemania y Madrid en salas, galerías y museos, configuran la historia
artística de su obra. Una pintura colorista con formas que pretenden expresar
la realidad en sus márgenes y a través de ellos, un reto para las diferentes miradas
de la sociedad actual.
Un armónico uso del color pero con contrates y una exquisita utilización de los naranjas
sin agresividad, conciertan con las disonancias formales que lindan la frontera entre
la figuración de la persona y sus contrarios; determinantes estéticos en la apuesta
del pintor por la denuncia de la actual sociedad globalizada. Atributos humanos distribuidos
con precisión en diferentes formas: con un solo ojo, con bocas pero sin oídos,
con bocas cerradas... multitud de combinaciones que atrapan esencias humanas bajo formas llevadas
al límite entre su concepción física y su mente, seres aparentemente
humanos que cuando se desprenden de tales cualidades se quedan en meras geometrías
y líneas formales.
Figuras individuales y colectivas que representan la esencia de la soledad y la violencia en diferentes
formas, desde la terrorista hasta la de género. Un óleo sobre el 11 M atrapa
el dolor, la tristeza y el abatimiento ante la muerte y el crimen. Una botella de vino, el
rojo de la sangre y agresividad en miradas son los elementos significativos de otro que representa
la violencia de género.
Una magnífica exposición recogida en Koffee Art, un acogedor espacio vanguardista
donde toda forma de arte es bien recibida. Un café–restaurante con identidad también
artística: pinturas muy especiales, una singular barra con detalles de hierro forjado, y
una poderosa iluminación a través de lámparas clásicas bajo volúmenes
actuales y líneas clásicas con luces de neón. Una atmósfera entrañable
donde cualquier visitante es recibido con familiaridad.
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