Alberto y “El Quijote” de Kózintsev
Museo Pablo Serrano de Zaragoza, hasta el 25 de marzo.
Por Luis Úrbez
La muestra que ahora se exhibe en la capital aragonesa no se limita únicamente a los trabajos de Alberto Sánchez Pérez en la asesoría artística del célebre film protagonizado por Nicolai Cherkasov, sino que aprovecha ese feliz encuentro entre artistas para aproximarnos a la obra rusa del dibujante, escultor, pintor y diseñador de proyectos monumentales español.
La tarea creativa de Sánchez Pérez en la Unión Soviética,
en donde permaneció hasta su muerte en 1962, es ciertamente eco y memoria de sus vivencias y visiones
castellanas, escenarios y personajes emblemáticos de los alrededores de Vallecas y de La
Mancha, a los que de alguna manera entinta con las nuevas sensaciones visuales de la tierra que le acogió en
el exilio. 
Recibido el impulso de la modernidad del pintor uruguayo Rafael Barradas, la plástica de Alberto, entre 1925 y 1930, investiga en las corrientes internacionales de entonces, y se adentra en las vías del cubismo y futurismo reinantes, sin abandonar un rudo realismo, exponente artístico de su compromiso social y político. Comunión poética evidente con Picasso, Dalí o Giacometti. A partir del 56 lleva a cabo un importante trabajo escultórico, afortunadamente recuperado hoy para nuestro patrimonio artístico.
La exposición presenta también una interesante selección de las escenografías y figurines teatrales del autor, decorados y bocetos realizados en España, y otros preparados en Rusia para obras de autores españoles. En la sala del museo se proyectan y exhiben documentos visuales la película de Kózintsev.
Nº 8 - Febrero de 2006