Massive Attack, el fuego camina conmigoPor Xavier Valiño Es la clase de imaginería fascinante que no se ve mucho en las portadas de discos últimamente, una pieza asombrosa que hace algo más que simplemente advertir de los contenidos que envuelve, al construir un puente entre la concepción y la realidad que hay en la mente de sus seguidores. Podría tener entidad en sí misma, pero como preludio de lo que encierra es particularmente efectiva. Puede resultar un tanto extraño reparar tanto en una portada, pero Massive Attack son un tanto especiales. Cada elemento que interviene en la presentación de sus discos ha sido trabajado artesanalmente y encajado exactamente después de un largo y, a menudo, doloroso proceso. Nunca se apresurarán para editar un disco en directo o caras B de relleno. Por supuesto, en ocasiones este perfeccionismo puede ser su talón de Aquiles, como se ha visto al mostrarse especialmente vulnerables a las fricciones entre sus miembros fundadores, algo que cualquier otro grupo con un régimen menos estricto hubiera sido capaz de evitar. El hecho de que Massive Attack lograse mantener un nivel
de edición de discos relativamente prolífico durante los
90, publicando tres álbumes y manteniendo unos cuantos proyectos
paralelos en el espacio de siete años, es bastante sorprendente
teniendo en cuenta el nivel uniforme de calidad. Merece la pena destacar
que, a pesar de los roces internos y la constante evolución de
la música electrónica a su alrededor, sus tres primeros
discos (Blue Lines, 1991, Protection, 1994 y Mezzanine,
1998) están considerados como una de las mejores series de álbumes
consecutivos de la historia reciente de la música, con un nivel
de aprobación casi universal, a los que es difícil encontrar
rivales -Radiohead podrían estar ahí cerca, pero, desde
luego, no pueden contar en su haber con el momento cumbre de los
90, "Unfinished Sympathy", ni tampoco se puede decir de ellos
que creasen todo un género con la influencia de su primer álbum
y que un montón de artistas partiesen de ese punto cero para crear
su música"-. Incluso las canciones de su disco del 2003, 100th Window, considerado generalmente como el único que no está a la altura del resto de su obra, brillan aquí de modo diferente. La atmósfera más reflexiva de "Future Proof" o "What Your Soul Sings" encuentran una segunda oportunidad al lado de canciones más frágiles como "Risingson" o "Five Man Army", lo que no conseguían dentro del discurso opresivo del que, hasta ahora, es el último álbum de la banda. Collected, en su edición especial, encierra muchas otras sorpresas. Para empezar, el único corte inédito en su primer compacto, "Live With Me", con la voz del veterano cantante folk-soul Terry Callier, tema que representa la perfecta conjunción del soul de sus inicios con los ambientes más cargados de sus últimos tiempos. Por lo tanto, aún hay vida en el seno del grupo, algo que las noticias llegadas directamente del frente de trabajo corroboran: Robert Del Naja (‘3D’) y Grant Marshall (‘Daddy G’) han vuelto a unir sus fuerzas en el estudio para un disco que se publicará en el 2007. Como era lógico, además, su segundo compacto de rarezas de cerca de una hora no se reduce a una mera recopilación de canciones olvidadas: en este caso, ‘rarezas’ no debe ser confundido con ‘superfluo’. El agresivo "I Against I", grabada con el rapero Mos Def para la banda sonora de la olvidable Blade II, merecía un lugar entre los grandes momentos del primer compacto. Pero no es la única: todas mantienen el nivel de exigencia que el trío ha perseguido desde sus inicios y todas ayudan a completar la visión de su trabajo. Por último, se incluye en esta edición un tercer disco en formato DVD con todos sus videos en orden cronológico, una buena oportunidad para descubrir que Massive Attack han tenido más suerte en este terreno que la mayoría de los grupos, al haber escogido sus colaboradores con mucho tiento, produciendo algunos de los momentos más impresionantes jamás filmados. Sus inicios, con "Safe From Harm" y "Unfinished Sympathy", ya los distanciaban del resto de sus contemporáneos. Pero hay más: "Be Thankful For What You’ve Got", "Sly", "Protection", "Teardrop"… hasta llegar a las dos versiones de su nuevo single "Live With Me". En
la primera se ve un impactante primer plano de los labios de Terry Callier
mientras interpreta la canción. La segunda es una de las piezas
más brutales e inquietantes que se hayan podido ver en el mundo
de los clips. Dirigida por Jonathan Glazer, el video sigue a una mujer
joven mientras intenta suicidarse bebiendo botella tras botella de vodka.
No sabemos por qué lo hace -aunque la música puede darnos
una idea-, aunque es fácil imaginarse la clase de dolor que intenta
ahogar en alcohol. Duro, absorbente y congruente punto y aparte en una
trayectoria sin parangón.
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Nº
14 - Octubre de 2006 |
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