JOSTEIN GAARDER. EL MISTERIO DE LA NAVIDAD
Editorial Siruela Biblioteca Gaarder. Madrid 2005. 220 páginas (A partir de 12 años)
por Arancha Oña Santiago
Ad libitum
Dirigida a un amplio tipo de público, desde cualquier adolescencia a cualquier madurez, el
autor nos guía a través de un camino predeterminado no exento de erudición,
historia, ficción y fantasía.
Bajo un velo cristiano con brillos de otras culturas, a través de una prosa minimalista exenta
de retóricos adornos pero plagada de ilusiones y originalidad, se presentan dos historias
entrelazadas, dosificadas a través de los veinticuatro capítulos correspondientes
a las ventanas de un calendario de adviento, donde las sorpresas no son chocolates sino dulces
literarios .
A modo de encrucijada narrativa y en clave de peregrinación, a la voz del presente le sucede
otra que viaja por el espacio y en el tiempo, creándose entre ellas relaciones similares
a las de una historia y su intrahistoria.
Un narrador, lectores curiosos, un peregrinaje protagonizado por multitud de figuras con relevancia
histórica y simbólica, y algunos personajes, acciones u objetos que pertenecen a
ambos relatos, conforman un presente y un pasado con significación.
El autor propone y el lector dispone. En este sentido son significativas las relaciones subjetivas
que este último puede establecer entre las historias, la semántica de los nombres
y de los personajes, su papel en el discurso, sus acciones en el relato, y su significación
en diferentes culturas, principalmente en la cristiana.
Superando las paradojas de Zenón, la mecánica newtoniana, y aplicando sólo algunos
aspectos de la relatividad de Einstein; Gaarder comienza y termina la narrativa en el norte de
la Europa del siglo XX, haciendo viajar a algunos personajes al nacimiento de Jesús en Belén
dos mil años atrás. Presuntamente superada la velocidad de la luz, con ayuda de la
fantasía y sin auxilio de las matemáticas, los personajes se van adhiriendo a la
línea dibujada a través de diferentes espacios, tiempos e historias, descritos todos
ellos con precisión pero sin minuciosidad; y cuyo rastro es visible tanto en la cultura
cristiana como en otras religiosas y profanas .
En la significación de los espacios recorridos, un detalle común a casi todos ellos
es la presencia de una corriente de agua, lo que simbólicamente puede significar, sólo
puede, un nacimiento, una continuidad o una desembocadura. En la significación del tiempo,
dos son las ilusiones cronológicas que acaecen en su relatividad, la del presente a tempo
adagio y la de la peregrinación a tempo presto, sucediéndose y simultaneándose
en referencia a la eternidad y a la subjetividad del lector.
En esta geométrica narrativa, cualquier arista de fantasía queda legitimada en el relato
por la posibilidad del viaje en el transcurso del tiempo y sus consecuencias, creándose
dimensiones temporales donde algunos personajes trascienden y se comunican entre las historias,
y cuya percepción depende de la relatividad temporal y de la imaginación.
Luminoso presente y dorado pasado, poder temporal y espiritual, cultura europea y encrucijada de
Judea, la torre y el portal; la historia ha comenzado y el misterio está servido, lo que va a
venir está en nuestra imaginación y para algunos metafóricamente escrito, sin embargo
algunos de los mensajes explícitos e implícitos a la lectura como amar, ayudar, compartir
y convivir en paz son reales y la clave está en nuestras manos.
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