Jostein Gaarder: LOS NIÑOS DE SUKHAVATI

Siruela Biblioteca Gaarder. Madrid 2004 . 137 páginas
(a partir de 12 años)

Fantasía literaria

por Aránzazu Oña Santiago

Jostein Gaarder (Oslo 1952) pone de manifiesto en sus libros tanto sus conocimientos filosóficos como su experiencia docente. Su labor literaria ha sido laureada con el Premio de la Crítica y el Premio Literario del Ministerio de Cultura noruegos por su novela El misterio del solitario, además de un gran reconocimiento por todo tipo de público por libros como El mundo de Sofía, ¿Hay alguien ahí?, El castillo de las ranas, Maya, La Biblioteca mágica de Bibbi Bokken, El vendedor de cuentos , Vita brevis y El enigma y el espejo, entre otros.

Con tempo moderato y un sencillo lenguaje que discurre a través de una prosa amena y un discurso libre de carácter fantástico e imaginativo, el autor ofrece una respuesta más a la complicada pregunta del origen del universo.

En este libro, Gaarder utiliza con gran sensibilidad la fantasía a modo de principio representante y creador de la del universo. Sin un principio ni un fin, el autor se centra en la eternidad, en el infinito intemporal para desarrollar una teoría creativa, pretendiendo hacer finito y "razonable" lo que está dentro o fuera de los límites de la infinitud o finitud de la razón, convirtiendo el infinito en verdad y realidad de lo finito.

El discurso narrativo de la presente fantasía literaria se sucede a través de un continuo juego de contrarios; dos mundos: uno real y otro imaginado, el infinito y el finito, el tiempo y la eternidad, dos personajes creadores: uno masculino y otro femenino, dos niños: una niña y un niño, y así sucesivamente discurren otros elementos y personajes secundarios, como si todos ellos fuesen una elección de sonidos de la misma tonalidad pero diferente modalidad.

El argumento comienza en Sukhavati , la Tierra Pura, tierra que contiene nuestro universo y realidad situada más allá de las estrellas, más allá del todo, más allá incluso del tiempo, ya que allí todo es eterno además de inalcanzable a través del conocimiento de la ciencia. En Sukhavati se encuentra una gran piedra llamada Pleroma , realidad existente con anterioridad al Mundo y que representa la idea de plenitud. En Pleroma vive Oliver, personaje dotado de una poderosa imaginación capaz de representar y crear la realidad de los humanos, como si de un cuento inventado por él se tratase.

Fruto del deseo de una niña Lik y un niño Lak, Oliver cosifica su idea , su fantasía y la dota de materialidad, espacialidad y temporalidad, creando así el Mundo y la Tierra .

El autor atrae la atención hasta el final con maravillosos episodios fantásticos que hilan la historia y que terminan con la difícil disyuntiva entre la ilusión del paso del tiempo, la vejez, la mortalidad o la eternidad.

Al final y como si de un círculo geométrico se tratase, el libro termina con las mismas preguntas con las que ha comenzado: " ¿Has mirado alguna vez las estrellas?,¿ Has permanecido un buen rato sin hacer otra cosa que mirar fijamente las estrellas hasta marearte, no por echar la cabeza hacia atrás, sino por mirar tan lejos?,¿Qué hay más allá de las estrellas más remotas?, ¿Qué hay más allá de todo?".

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