Certamen Nacional de Fotografía sobre “Cultura Popular”
Museo del Traje. Avda. Juan de Herrera, 2. Ciudad Universitaria. Madrid
Por Ángela Rubio
En el 2001 la Dirección General de Bellas Artes y Bienes culturales considera adecuado organizar
un certamen de Fotografía sobre Cultura Popular que continúe con la tradición iniciada
en 1983 por la Dirección General de Juventud y Promoción Sociocultural. La entrega
de premios relativa a la convocatoria del 2005, presidida por Marina Chinchilla Gómez, Subdirectora
General de Museos Estatales, tuvo lugar el pasado 24 de abril en el Salón de Actos del Museo
del Traje. El jurado presidido por Julián Martínez García, Director
General de Bellas Artes y Bienes Culturales ha estado integrado por diversos profesionales.
Tras valorar el centenar de trabajos
presentados, tres son los premiados: María Auxiliadora Zamora Moya (Sevilla), Andrés
Guillermo Marín Garijo (Madrid) y
Carlos Verdú Belda de Ibi (Alicante). Así mismo, dada la calidad y alto nivel de los trabajos,
se destacan otros tres trabajos con menciones honoríficas: una para la misma María Auxiliadora
Zamora Moya, otra para Carol Rodríguez Colás de Cornewllá (Barcelona) y la última
para Jesús María Arrubarrena Gazteburrutia natural de Garai (Bizkaia).
Estos trabajos y otros 20 son los
seleccionados para formar parte de la exposición ubicada en el Museo del Traje. Un recorrido lineal
y dirigido en el que tenemos la oportunidad de encontrarnos con fiestas populares de diversa índole
pero también con modos de vida y paisajes que conforman la geografía española y
que son esenciales en la elaboración de nuestra identidad.
La exposición comienza con
el primer premio, cinco fotografías (siempre son cinco fotografías, era condición
de la convocatoria) de María Auxiliadora Zamora Moya que llevan por título El día
de difuntos. Celebración a caballo entre lo pagano y lo cristiano que tiene su origen en la
fiesta anglosajona de Hallowen (All Hallous Eve o Víspera de Todos los Santos). Esta fiesta se
celebraba inicialmente en Mayo siendo el Papa Gregorio III quien en 741 establece en 1 de noviembre para
su celebración. El culto a los muertos y recuerdo de difuntos viene de épocas ancestrales.
Los celtas celebran el Samhaim como cierre de la época de cosechas en la que los espíritus
de los muertos regresaban para visitar sus antiguos hogares.
La invasión romana en 46 a.C. de estos territorios y la consiguiente asimilación
de dicha celebración contribuye a su difusión por el mundo. De estas cinco imágenes
el jurado ha valorado su belleza plástica y correcta técnica que logran captar la singularidad
del lugar y en las que la artista ha conseguido transmitir dos modos diferentes de enfrentarse al día
de difuntos: meditando y rezando el anciano, jugando los niños, con seguridad más ajenos
al significado del lugar que el primero. Esta idea es expresada también a través del tratamiento
lumínico de las imágenes: sombras y tonos azulados contrastando con la claridad de la fotografía
de los niños, transmitiéndonos que la vida continua.
El segundo premio corresponde a Las
cruces de mayo de Berrocal firmadas Andrés Guillermo Marín Garijo. En Berrocal
-sierra de Huelva- se celebra el fin de semana más próximo al 3 de mayo esta fiesta protagonizada
por los integrantes de dos hermandades, Cruz de arriba y Cruz de abajo. Consiste en lo siguiente: el
sábado los hombres llevando un par de mulos -indispensables para el trabajo en el campo y portadores
de la recolección de las cosechas- pasean por el pueblo y las mujeres irrumpen con emocionados
vivas. El domingo con sus mejores galas y las mujeres con la tradicional mantilla salen en procesión,
al final de esta se produce el momento más emotivo en el que las mujeres andando de espaldas y
con los brazos abiertos expresan sus sentimientos más profundos de forma apasionada. El gesto
repetido de los brazos con idéntico ángulo de apertura de todos los participantes da unidad
y fuerza expresiva del que el jurado ha destacado su capacidad de transmitir la emotividad y pasión
así como la correcta secuencia fotográfica obteniendo una correcta narración. En
la entrega de premios, el fotógrafo D. Ciuco Gutiérrez López estableció una
interesante relación comparando estas fotografías con una ópera de corte dramático
que fascina produciendo una verdadera catarsis colectiva.
Así llegamos al tercer premio
ejecutado por D. Carlos Verdú Belda con su secuencia fotográfica en la que plasma la “Primera
recreación histórica de las batallas de Cartalla 1812 y 1813” La importancia
de esta batalla queda patente en forma de leyenda esculpida en el Arco del Triunfo parisino así como
en una pintura del Palacio de Versalles de la que el Ayuntamiento de Castalla cuenta con una réplica.
Es en esta localidad donde el fotógrafo realiza estas tomas entre el 18 y el 24 de julio de 2005.
En ellas se sigue perfectamente los acontecimientos históricos que tuvieron lugar allí,
la lucha de las fuerzas aliadas (españoles, ingleses y sicilianos) hasta vencer a las topas
napoleónicas quedando así protegido el puerto de Alicante.
De ellas el jurado ha valorado la
especial dificultad técnica excelentemente resuelta por Verdú Belda, en la que nos sorprenden
las imágenes por su carácter pictórico. Los contraluces de las siluetas de los ejércitos,
el polvo, humo de las armas y los efectos de una luz baja remiten a la pintura historicista del XIX.
Gutiérrez López al referirse a ella las describe como imágenes espectaculares de
corte cinematográfico como si se tratara de la foto fija de un film histórico. Destaca
en ellas un fuerte cromatismo dominado por el naranja evocando perfectamente ese ambiente de fuego y
lucha que suponemos en estas batallas.
No menos importantes son los trabajos
que han merecido las tres menciones honoríficas entre las que destaco el trabajo de Carol Rodríguez
Colas por La vejez, nuestra vida circular reportaje realizado con sus abuelos maternos como protagonistas.
El jurado ha valorado especialmente el tratamiento que se le da aquí a la vejez, a la que se acerca,
no de forma paternalista, como es usual, sino en toda su crudeza.
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