EL QUIJOTE EN SUS TRAJES
Real Fábrica de Tapices. C/ Fuenterrabía, 4. Madrid.
Hasta el 19 de
febrero 2006
Horario: De lunes a sábado, de 10 a 20 horas, excepto domingos y festivos.
Por Julia Sáez-Angulo
Sofía Bernís, conservadora del Museo y Rosa Pereda, periodista, han sido las comisarias
de esta muestra, que toma como punto de partida la investigación que hizo la historiadora
Carmen Bernís y que se publicó en el libro titulado "El traje y los tipos sociales
en el Quijote".
Una muestra fundamentalmente de textiles en la indumentaria de los hombres del XVII, que pone de
manifiesto el sentido de la elegancia o donosura que requería el porte en un vestir elegante,
que diferenciaba las clases sociales y las ocupaciones profesionales. Traje culto y popular se
alternan subrayado por comentarios que Cervantes ofrece en su libro sobre el arte del vestir.
Entre las piezas singulares destaca la prenda conocida como "La ropa ", especie de abrigo
de terciopelo bordado en hilo metálico, rigurosamente contemporánea del tiempo en
que transcurre El Quijote , que se exhibe por vez primera.; un traje de la Virgen del Patrocinio
de El Escorial, donado por Felipe IV a la venerada imagen y que representa bien el cambio de moda
que se produce en pleno barroco porque transforma la silueta apuntada en los retratos de Velázquez,
tal y como puede verse en el Museo del Prado.
Tres esculturas de los Reyes Magos, vestidos a la usanza de los Austrias del primer tercio del siglo
XVII, son un anticipo de los belenes españoles y napolitanos del XVIII con su indumentaria
característica de brocados y bordados.
Un retrato del rey Gustav Vasa, fechado hacia 1557, de artista anónimo, que se exhibe en el
Museo Nacional de Estocolmo, refleja en la vestimenta la combinación de los estilos español,
francés y alemán del momento, con una elocuencia fotográfica. El ensayo de
Lena Rangstron en el catálogo ilustra bien la costumbre de los "suecos en traje español".
Más que catálogo, para esta muestra se ha publicado un libro con varios estudios
sobre indumentaria del XVI-XVII, que informan exhaustivamente sobre cada aspecto de la misma.
Joyas de dos Museos Nacionales
Tanto el Museo del Traje como el de Artes Decorativas, ambos dependientes del Ministerio de Cultura,
han presentado diversas joyas de oro y plata, en collares, medallones, amuletos, relicarios, etc.
La espada de forja de Pedro de Toro o el relicario del Buen Pastor son piezas dignas de una contemplación
morosa. Las perlas, explican las comisarias, se pusieron de moda en la Corte y se dio de lado al
coral que pasó a ser adorno de la clase popular.
Bernis escribe que "para Cervantes y para sus contemporáneos, los personajes de El Quijote
formaban parte de una realidad vista y vivida. Si aspiramos a recrearlos visualmente, tal como
los vio sus creador, necesitamos saber cómo iban vestidos, pues en todo intento de evocar
un personaje del pasado no podemos prescindir de algo tan íntimamente ligado al ser humano
como el vestido".
"Por las ropas los conoceréis" titula Natacha Seseña su ensayo en el libro/catálogo,
al tiempo que cita una serie de refranes de la sabiduría o picaresca popular sobre el traje: "al
uso antiguo"; "al estilo del lugar o al estilo del país"; "a uso de ciudadanos"; "a uso
de forasteros o que no estilan por acá"; "según los gasta"; "a estilo de pobre" o "vestido
a lo curioso/vestido a lo rufo". Cervantes se ocupa mucho de la descripción del vestido
a través del personaje de Don Quijote, que reflexiona en alto sobre la importancia del vestir.
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