MEMLING . Retratos
Groeninge Museum
.
Dijver 12, Brujas (Bélgica).
Hasta el 4 de setiembre
www.corpusbrugge05.be
por Alberto López Echevarrieta
La ciudad flamenca de Brujas se resiste a dejar el liderato de Capital Cultural de Europa que ostentó en
2002. Lejos de parecer anclada en el pasado, lucha desesperadamente por mantenerse en primera línea
de los acontecimientos culturales del año en curso. Para ello desarrolla el programa "Corpus
Brujas 05" con el cuerpo humano como tema central.
La estrella central de este festival cultural es, sin duda, el retratista del siglo XV Hans Memling
del que se ha reunido una muy importante selección de sus obras procedentes de famosos museos
de Europa y Estados Unidos. La singular presentación que se hace de este retratista del renacimiento
viene a sumar atractivos a tan importante muestra.
Aunque se le considera flamenco, Memling es alemán de nacimiento (Seligenstadt, 1433), si bien
toda su obra la realizó en la ciudad de Brujas. Hay quien apunta que su trabajo sigue la
escuela del bruselés Van der Weyden, pero la hipótesis tiene también sus detractores.
Su juventud es aún hoy un misterio, y sólo hay datos precisos a partir de 1465. En
esta fecha, Brujas era una ciudad pujante gracias a su intenso comercio marítimo. Muchas
familias hicieron fortuna y pidieron retratos a Memling. Tantos que el pintor llegó a especializarse
en ellos, aunque no desatendió los encargos de corte religioso que se le hicieron.
Valga este prólogo para situar al artista en su tiempo y comprender mejor la gran obra desarrollada
por este hombre que fue extranjero en tierra de grandes pintores. Un recorrido por las 34 obras
que se pueden ver nos permite admirar ante todo la serenidad de los representados y casi siempre
la importancia que el artista da a los paisajes que configuran el fondo. El "Retrato de un hombre",
realizado entre 1470 y 1475, es un buen ejemplo. Tanto las facciones de la cara como el trazo del
cabello suelto son casi tan destacados como los jardines que se ven detrás con castillo incluido.
Su perfección es total, hasta el punto de utilizarse esta obra como reclamo publicitario
de la muestra.
Inmediato en el tiempo es el "Retrato de un joven" de características similares a la anterior.
El modelo mira también hacia la izquierda del cuadro quedando reflejada su serena belleza.
A destacar no sólo la perfección de las facciones, sino también el fondo con
una columna y paisaje, pero, sobre todo, el detalle de las manos, izquierda sobre derecha. Otro
tanto podríamos decir de los retratos de Tomás y María Portinari, los de Gilles
Joye, Elderly Couple, y Willem Moreel y Barbara van Vlaenderberch.
Dada la categoría portuaria de Brujas, Memling recibió numerosos encargos del extranjero,
sobre todo cuadros con motivos religiosos, caso de "Los desposorios místicos de santa Catalina
de Alejandría", el "Relicario de santa Úrsula" y, sobre todo, el tríptico "La
adoración de los Magos". El espíritu religioso del artista queda plasmado en unas
obras llenas de fervor pintadas con tonos suaves de las que el tríptico "Guillaume Moreel" propiedad
del Museo Municipal de Brujas es un ejemplo.
La exposición viene a demostrar que el gran estilo retratista de Memling hasta el punto de que
tuvo una gran influencia en los maestros de la pintura que dio Brujas de finales del siglo XV y principios
del XVI.
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