"ART NOUVEAU & DESIGN 1830-1958"

Museo Real de Arte y de Historia, de Bruselas

Texto y fotos: Alberto López Echevarrieta

A finales del siglo XIX surgió en Francia una corriente arquitectónica que se mostró desde un principio como enemiga acérrima de la línea recta. En Austria se denominó Jugenstill, en España modernismo y en Bélgica Art Nouveau. Fue precisamente en este país donde la corriente se afianzó gracias a la aparición de la figura más sobresaliente, Victor Horta.

Coincidiendo con el 175º aniversario de Bélgica y bajo el patrocinio de los Reyes, la exposición "Art Nouveau & Design 1830-1958" nos invita a descubrir la evolución de las artes decorativas belgas tras la creación del país en 1830 hasta la Exposición Universal de Bruselas de 1958. En amplísima sala se pueden ver 400 piezas de vidrio, cerámica, orfebrería, papeles pintados, muebles, etc., todo ello testimonio de la creatividad de los artistas belgas a lo largo de ese período.

La exposición consta de tres partes. En la primera está representado el siglo XIX caracterizado por el eclecticismo y los estilos "neo", tales como el neo-gótico y el neo-renacimiento flamenco, que han contribuido en Bélgica a la construcción de una identidad nacional.

El Art Nouveau propiamente dicho tiene su acomodo en la segunda sección, con la obra de los grandes creadores de nivel universal, tales como Victor Horta, Gustave Serrurier-Bovy, Henry van de Velde y Philippe Wolfers. Llaman poderosamente la atención los trabajos de Horta: una vitrina que estuvo presente en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de Turín en 1902, y una mesa de despacho diseñada ese mismo año en madera de sicomoro. En ambos trabajos se aprecia la manía que su creador tenía al ángulo recto.

Finalmente, la última sección está dedicada a obras del siglo XX. En el período comprendido entre las dos guerras mundiales, el Art Déco y el Modernismo conocieron un desarrollo importante en Bélgica confirmando el talento de sus artistas que, en época de paz, contribuyeron al florecimiento del diseño de forma notoria.

Recuadro:

La obra creadora de Víctor Horta (1861-1947) se desarrolla en dos períodos: en el primero rompe con las limitaciones de viejos estilos creando un vocabulario original y un nuevo diseño en la arquitectura de los edificios de Bruselas a base de una combinación de materiales decorativos e industriales, y una armonía en la arquitectura y decoración interior; en el segundo se dedica a la enseñanza en la Academia de Bellas Artes de Bruselas, donde él había sido alumno. Hoy, su casa-museo, en la Rue Américaine 25 de la capital belga, es lugar de culto para quien quiera convencerse de que la línea curva tiene un encanto singular.

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