Consuelo Vinchira , esculturas para el refugio

Galería La Factoría del Perro Verde. Madrid

por Julia Sáez Angulo

Nacida en Colombia y residente en Madrid desde hace veinticinco años, esta artista se ha posicionado en la primera vanguardia del momento.

Tiene un aire de mujer frágil, pero su obra artística es potente, bella y llena de sugerencias. Su reciente exposición en la galería madrileña, con una veintena de esculturas, ha merecido una gran atención crítica. El tema es el Refugio, como lugar de arquitectura, protección y arrullo. Las piezas se resuelven en una técnica mixta, a base de chapa metálica recortada, con grafías o escrituras relacionadas con la arquitectura y collage de fotografías con personajes humanos.

La obra, que se traduce cromáticamente en negros, blancos, grises y sepias, se presenta junto a un video en el que la autora dialoga con el filósofo José Antonio Marina sobre arquitectura.

"Mi padre quiso ser arquitecto y no pudo. Yo no tengo casa propia y siempre se me antoja una aspiración que no alcanzo. De ahí la idea de casa, arquitectura, refugio y necesidad de cobijo que tiene el hombre, conceptos sobre los que he reflexionado en estas piezas, que son más objetos escultórico que esculturas en sentido estricto. Desde Altamira hasta el rascacielos de hoy figura en mis obras", declara Consuelo Vinchira a "Artes Hoy".

Exigente y precisa con los materiales, la artista ha ido evolucionando desde la bidimensionalidad de la pintura hacia la escultura pasando por las cajas relieves con telas estampadas. Su suite "Reflexión y tiempo" es una de las más exquisitas y delicadas, en las que el formato cuadros se alterna con el rectangular estrecho, que funciona a modo de columna apoyada en la pared.

Experta en grabado y estampación cuenta con un estudio taller en el barrio de La Guindalera, donde imparte clases. Sus series de estampaciones se exponen y comercializan en Estiarte y La Caja Negra. El escritor Fernando Cordero dedicó una serie de poemas a la obra de Consuelo Vinchira, que se publicó en un pequeño libro cuadrado, casi objeto de colección.

"Pone un color y una forma/ y se aleja despacio./ Su estela es un eco/ donde planea el vuelo./ Cuando miro ese lugar/ siento que veo", dicen los primeros versos de Cordero en honor del trabajo artístico de Vinchira. Luchadora empedernida, Consuelo Vinchira sueña con que alguna de estas piezas pueda llevarla a un espacio público como escultura al aire libre.

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