Jesusa Quirós y sus “personajes imposibles”

Por Julia Sáez-Angulo

Con un juego lúdico

Madrileña de nacimiento, Jesusa Quirós estudió en la Escuela e Bellas Artes de San Fernando. Más tarde se especializó en Restauración de pintura y en Desnudo en el Círculo de Bellas Artes. Durante un tiempo estuvo trabajando en el Museo de Reproducciones Artísticas (hoy cerrado al público) y más tarde formó parte del grupo Puerta del Sol, que aglutinaba a diversos artistas en torno a la galería madrileña de Ra del Rey. En la inauguración de la exposición estuvieron presentes las poetisas Carmen Pallarés y Encarna Pisonero; los artistas Aurelio Calderón, Luis Ortés, Carlota Cuesta, y Lucrecio Oteiza.

Su última exposición, titulada “Cuadros para soñar despierto” (2000) estuvo dedicada a la recreación de juguetes, no sólo en un sentido nostálgico sino de admiración por la belleza y variación tridimensional de las formas, además del colorismo que llevan implícito como transmisores de ilusión y de sueños.

Quirós parte del dibujo bien perfilado, aunque en esta obra el dibujo es más suelto la pintura cobra mayor protagonismo. La pintora se adscribe al acrílico como pigmento de potencia cromática y secado rápido, que permite ejecutar la idea y el asunto con resolución inmediata.

“Personajes Imposibles” van ocupando con sus rostros, no exentos de humor, la mayoría de sus cuadros. “Quise que la serie fuera de personajes de mar, por eso pinté varias nereidas al principio, así como tritones y otros personajes submarinos con peces en la cabeza. Pero paulatinamente la inspiración me fue llevando a otras figuras diferentes a las previstos, de tierra y aire, por lo que acabé llamándoles “personajes imposibles”. “Su cuadro “Amazona con perro amarillo” tiene la gracia de la ilustración.

La pintora ha representado a las nereidas Anfitoe y Anfinome en los reversos de unas bandejas de madera, lo que les confiere un sabor entre desenfadado y pop.  Otras nereidas como Calipso aparecen también sobre soportes singulares de tabla en vez de lienzo que es lo habitual en la muestra. Algunas figuras, sobre todo femeninas, representadas con trajes de rayas junto a la playa, traen a la memoria la iconografía picasiana en este mismo sentido.

Uno de sus cuadros más logrados es “Perséfone”,  la diosa de los ínferos que sube a la tierra en primavera para fertilizar la tierra. Está representada con una granada, porque según el mito griego, al comer siete granos de granada no volvió a subir.

«