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Entrevista: Josh Rouse, de Nashville al MediterráneoPor Xavier Valiño
Pero lo que cuenta, al margen de datos coyunturales, son sus canciones.
"Quiet Town" lo abre con esa declaración tajante sobre
lo a gusto que se siente en Altea ("I lived in cities where there
is no solitude / and made some friends i hope i never loose / but for
now i want to stay in this quiet town" -"He vivido en ciudades
en las que no hay descanso / y he hecho algunos amigos que espero no
perder nunca / pero por ahora quiero vivir en esta tranquila ciudad"-)
y una melodía simple y efectiva, que eriza los pelos cuando se
pone a silbar y entra el falsete. "Summertime" es la primera
parada en la bossa nova brasileña, un sonido que ha influido
bastante en la atmósfera de este disco, según él
mismo reconoce. "It Looks Like Love" es uno de esos singles
-o debería serlo, si no lo ha sido aún- en la línea
de aquel recordado "Love Vibration". A continuación
aparece el instrumental "La Costa Blanca", con una guitarra
algo más dura, pero que recuerda a cosas de los 70 como Al Stewart,
mientras que en "Jersey Clowns", en plan acústico -nueva
vuelta sobre los sonidos brasileños-, parece que su voz esté
a punto de quebrarse. ¿Cómo va la gira americana? - Bueno, ya ha acabado, pero ha ido realmente bien. Me sorprendo con la cantidad de gente que está yendo a nuestros conciertos en los últimos tiempos. ¿Qué es lo que más te llama la atención ahora cuando visitas tu país? - El nivel de consumismo que hay en los Estados Unidos. Y lo acogedor que es. ¡Incluso en Nueva York! ¿Cómo te sientes viviendo entre dos países y dos culturas? - Es algo interesante. Cuando me canso de España, me largo a los Estados Unidos durante un mes. ¡Eso es, por lo general, tiempo más que suficiente para gastar todo mi dinero! En ese momento regreso aquí y disfruto de la luz del sol y de la comida. Desde fuera siempre se ve más fácilmente. ¿Qué es lo que más y menos te gusta de la vida en España? - Me gusta mucho el ritmo de vida más tranquilo que en los EEUU. Tengo más tiempo para disfrutar de la vida. Al mismo tiempo, se puede volver un tanto aburrido. Me gusta también el hecho de que se trata de un país pequeño. Los Estados Unidos son tan grandes que parecen 3 países. Aquí no parece haber diferencias extremas entre las clases sociales. En los Estados Unidos tenemos gente realmente rica y un buen montón de gente pobre. Hay un problema muy grande de gente sin techo y al gobierno no le preocupa lo más mínimo. Tus discos siempre han sido bastante personales, como 1972 o Nashville. También lo es Subtítulo, con un título español y una primera canción de letra tan clara como "Quiet Town". ¿No te importa sincerarte? - Aunque puede que parezca que mis discos son bastante personales,
la mayor parte de lo que contienen no lo es. Se trata de pasárselo
bien con los textos. - Sí. Mi fuente principal a la hora de inspirarme es la gente,
los lugares, las situaciones... Viví en Altea durante un tiempo,
donde compuse el disco y era, también, el lugar en el que iba
a la playa todos los días. Así que creo que este disco
y sus canciones tienen un aire de playa, que están impregnadas
por la luz del sol. - Bueno, soy un gran seguidor de la música brasileña
y mientras escribí este disco escuché mucha música
brasileña, claro. - ¡Diría que el funk y el jazz que se hizo en Etiopía
entre 1965 y 1970! - Siempre me tiro un buen montón de tiempo para hacerlo. Creo que es muy importante que un disco se mueva en una cierta dirección. Parece que Subtítulo completa una trilogía en cuanto al sonido, al haber trabajado con Brad Jones. ¿Es quien mejor te entiende o quien saca lo mejor de ti? ¿Habrá cambios próximamente o tienes ya un sonido propio con el que estás cómodo? - Brad Jones y yo trabajamos muy bien juntos. Es un gran arreglista
y un doctor que trata a las canciones. Respecto a qué haré
en un futuro próximo, puedo decir que estoy cocinando algo distinto
ahora. - Simplemente se trata de que me he convertido en un mejor arreglista
y que he mejorado como compositor, y, también, que he contado
con más dinero a la hora de contratar una sección de cuerda
y músicos que pudieran poner en cinta las ideas que tenía
en mi cabeza. - Ya no me preocupo en absoluto si a la crítica le gustan o
no mis discos. Me preocupaba cuando empecé a hacer música,
pero luego te das cuenta de que los críticos no compran discos
y que, generalmente, no tienen demasiados amigos. - Bedroom Classics es el nombre de mi sello discográfico, así
como de un par de EPs que he grabado y editado. Ninguno de los dos se
puede conseguir ya porque están completamente agotados. - Bueno, se dio la casualidad de que era mi vecino y de que escribimos
algunas canciones juntos. - Pues pienso exactamente lo mismo que tú. - Me gustan los tres. También parecen gustarte las bandas sonoras. ¿Te gustaría componer una? ¿Qué película iría bien con Subtítulo? - Si se me presentase la oportunidad, me encantaría hacerlo.
Por lo que respecta a Subtítulo, la película
que pudiera ir con el disco no se ha hecho todavía.
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