Erró, el gran collage del mundo
Sala de la Comunidad Autónoma de Madrid. C/Alcalá 31. Madrid.
Del 6 de marzo al 6 de junio
Por Julia Sáez-Angulo
“La pintura es el laboratorio de lo posible: un lugar donde se puede experimentar, hacer lo
viejo con lo nuevo. Pinto porque la pintura es la forma privada de la utopía, el placer
de contradecir, la felicidad de estar solo contra todos, la alegría de provocar”,
ha declarado Gudmundur Gusmunsson, más conocido por Erró, el gran pionero de la narración
figurativa.
El pintor, con sus espléndidos 70 años, estuvo en Madrid supervisando el montaje
de su obra, que anteriormente estuvo expuesta en el IVAM de Valencia. El autor estudió pintura
en las academias de Reykiavik y Oslo, pero su aprendizaje profundo lo obtuvo del mosaico de
la ciudad de Rabean.
Erró disfruta con la ironía política y esto se advierte cada vez con más
fuerza en sus últimos cuadros denuncia de la guerra de Irak. Le preocupó y lo
reflejó en sus cuadros, la tensión Este-Oeste, durante el periodo de las hegemonías
norteamericana y soviética. Ahora sabe de talibanes, fundamentalismos e intolerancias.
Occidente no escapa a su crónica crítica a través de un collage de iconos
fácilmente reconocibles por cualquier espectador.
La presencia de los españoles en el conflicto con Irak lo resuelve con los personajes
del comic, Mortadelo y Filemón ampliados y montados sobre un camello. El rostro de Bush
no está lejos. Es la iconografía pop la que articula su estética y su
pensamiento ciertamente alternativo.
“Trato de ser el testimonio de un momento, de un fugaz estado de la sociedad, antes de
que los hechos se desvanezcan por la amnesia colectiva. La “narración figurativa” se
dedica a tomar en cuenta informaciones contradictorias, falsos rumores periodísticos,
que se convierten en noticia”, dice Erró en sus reflexiones sobre su obra. El
autor es un cronista de actualidad a través de las imágenes ya creadas o manipuladas.
Hubo momentos en que Erró recogía postales y muchos se las enviaban para que hicieran
sus enormes collages que dejaban boquiabierto al espectador. Su capacidad de manipulación
plástica es asombrosa, ágil, con horror al vacío, con un sentido cromático
audaz. Sus collages tienen imágenes superpuestas y ritmo. Arremetió contra Reagan
en los 90 o contra Bush en el 2000, contra el Imperio Americano, lo que no deja de ser en ocasiones
un lugar común y desde luego temas del stablishment de la izquierda como bien denuncia
Donald Kuspit.
Se pueden ver en esta muestra piezas singulares como “Mao en San Marcos” (1974),
una ucronía muy curiosa o “Navidades en la Casa Blanca” (1974), con un
soviético ante la fachada; el gran “Reaganscape” (1980), un óleo
sobre lienzo de 200 x 300 cm. O “Buenos días América” (1992) otro
gran óleo de 300 x 450, hasta llegar a “El ejército americano saliendo
de Irak” (2004), 180 x 200 cm, cuadro en el que junto a un helicóptero USA, se
ve a los españoles del comic, Mortadelo y Filemón, con las jorobas enfundadas
en lunares de bata de cola.
Nada que ver este tipo de comic/collage con el comic americano de un Lichtenstein, por ejemplo.
Erró es un dibujante magnífico y un cronista pictórico de los cuadros
de la política.
<<
|