Cristal de Vanguardia 1880-1940
Museo Nacional de Artes Decorativas
C/ Montalbán 21, Madrid
Hasta marzo de 2006
Por Pilár Gómez
Bajo el titulo de "Cristal de Vanguardia 1880-1940" se presenta una selección de objetos
de cristal de la colección que posee el museo desde 1999, año en que fue adquirida
a su anterior propietario Torsten Bröhan, por dos entidades privadas que la donaron al
Estado español como pago fiscal. Una muestra muy interesante en la que los objetos de
cristal son toda una obra de arte y podrá verse hasta el mes de marzo de 2006 en el
Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid.
Bajo el titulo de "Cristal de Vanguardia 1880-1940" se presenta una selección de objetos de
cristal de la colección que posee el museo desde 1999, año en que fue adquirida a
su anterior propietario Torsten Bröhan, por dos entidades privadas que la donaron al Estado
español como pago fiscal. Una muestra muy interesante en la que los objetos de cristal son
toda una obra de arte y podrá verse hasta el mes de marzo de 2006 en el Museo Nacional de
Artes Decorativas de Madrid.
Desde los últimos años
del siglo XIX y hasta la Segunda Guerra Mundial el diseño industrial en Europa es un fenómeno
de singular importancia: el cristal y el hierro pasan a ser los materiales del movimiento moderno,
tanto en la construcción como en las artes decorativas. Esto llevó a muchos artistas
a considerar el cristal material apto para la experimentación y en la zona que corresponde
a la Republica Checa, Alemania y Austria, se desarrolló uno de los núcleos de producción
más sobresalientes de este momento. El cristal, que ya tenía desde mucho antes importación
en estos países, por la manufactura de Bohemia, a partir de ese momento, une a su tradición
los nuevos elementos de modernidad logrando con ello atar distintos cabos y dar como resultado
una serie de piezas ricas y refinadas, que son obras de arte transparentes y frágiles.
Fueron años en los que
el diseño pasó a convertirse en uno de los lenguajes más activos del arte
y del hacer industrial. Los jóvenes se ven atraídos por el modernismo, el orientalismo
e incluso el expresionismo alemán, utilizan el cristal como base de sus trabajo.
De las 600 obras de la colección,
se han seleccionado 180 delicados objetos de cristal, tallados o decorados con los más diversos
motivos y ordenados en diversos apartados que marcan las distintas épocas o tendencias.
Estilo 1900: aparece en Alemania y Austria entes del cambio de siglo y dirigido por
jóvenes artistas inspirados por motivos de la naturaleza y el arte japonés, rompe
con las formas decimonónicas, llegando a su apogeo con el nuevo siglo.
La Secesión vienesa: un grupo de jóvenes artistas, separados de la Academia
Vienesa, orientaron su trabajo a las artes decorativas con estilo austero y racionalista.
Obra tardía de la Wiener Werkstätte: donde se buscaba más el ideal
estético que el beneficio económico, llegando a formas caprichosas ligadas el expresionismo
y surrealismo.
Ornamento de vanguardia: durante los años 20 las obras de cristal toman las formas
y motivos de las pinturas de vanguardia: fauvismo, expresionismo, cubismo, incluso abstracción,
supieron combinarse con cierta raíz modernista.
Nuevo Grabado: tras la Primera Guerra mundial, resurge el grabado sobre cristal, que
tradicionalmente se hacia en Alemania y Bohemia, con nuevas técnicas.
Diseño para la industria: se trabaja el cristal para obtener objetos de un marcado
carácter práctico, donde se prescinde de la decoración superflua.
La fabricación en serie llevó a la lucha entre arte e industria, dejando de lado al
artista para dar paso al diseñador. Todo este proceso de renovación estética
cambió la estética, el uso y los sistemas de fabricación. El diseño
pasó a ser una de las formas más activas del lenguaje del arte y del hacer industrial.
Uno de los más destacados artistas que tomaron parte en estos movimientos fue Josef Hoffmann,
arquitecto y hombre inquieto que supo incorporar los movimientos de vanguardia a sus obras (en
la exposición pueden verse varias), reflejo de su buen hacer y de cómo adecuaba sus
trabajos a las nuevas exigencias de la industria.
A través de estos objetos podemos descubrir las resonancias que tuvieron las vanguardias de
principios del siglo XX, y la belleza que se transmite en ellos nos permite admirar sus perfiles,
sus relieves y sus destellos más puros.
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