Is Tropical, África negra
por Xavier Valiño
Ha sido un lanzamiento atípico, en tres partes. De hecho, una de ellas ya se comentó aquí en su momento. Y, tras meses de espera, por fin se completa su álbum Black Anything, editado hace unas semanas, después de que en octubre del año pasado apareciese su tercera entrega, Black Anything Pt. 3. Dejamos que el cuarteto londinense nos presente su disco inspirado en el continente africano, con especial atención a la última parte de su trilogía. “Cuando nos fuimos a Pechahm hace 10 años había un increíble revuelo en las calles. Las personas se visten de pies a cabeza con telas africanas, trajes mishmash con grandes logos de NIKE por todos los sitios, mal vestidos con pantalones. Obviamente debido a estar sumergidos en este panorama empezamos a vestir con viejos pantalones de señor mayor, estampados africanos y joyas que a nosotros nos quedaban ridículas. Estábamos atrincherados todo el tiempo en una vieja mansión georgiana. Era increíble, es donde IS TROPICAL nació. ¿Quizás el lugar en el que estábamos ayudó a crear el nombre de la banda? Pues no lo podemos recordar, hace mucho tiempo y estábamos patrocinados por el alcohol.
La primera vez que pensamos en grabar Black Anything por todo el mundo en lugares interesantes e inspiradores pensamos en África como primera opción. Desde que nos trasladamos desde Peckham en 2010, Londres parecía que había perdido un poco de su destartalado encanto. Todo había sido limpiado, reformado y pulido más allá de lo reconocible. Empezamos a llevar tejanos sin agujeros, si nos meábamos borrachos lavábamos nuestros pantalones, incluso los botones superiores de las camisas nos sentaban bien.
La creación de la banda nació en lugares mugrientos y vibrantes, llenos de energía y abandono. Cuando llegamos a África, lo encontramos un lugar en el que podíamos reconocernos, era como estar casi en casa. No había shock cultural, la carencia de snobs era evidente cuando empezamos a codearnos con gente local. Nos compraban cervezas, compartíamos su hierba, y salíamos de fiesta con ellos como si nos conocieran de siempre.Fuimos a los mercados de arte y compramos instrumentos hechos a mano, eran una mierda, desafinados y mal hechos, como nosotros. Todo tenía sentido, era muy auténtico e inspirador escuchar un loop de tres notas tocado una y otra vez. La gente piensa que escuchar música arreglada de forma compleja con una producción de alta calidad en radios te puede llegar a inspirar. Puede ser así, pero no conecta con la energía pura de diez niños en la calle riendo y haciendo música espontánea.
No queríamos hacer las típicas canciones que sonaran africanas cuando estábamos allí, queríamos utilizar el ambiente que nos envolvía para hacer canciones de Is Tropical. No deseábamos que saliera un tema a lo Paul Simon como “You Can Call Me Al”, pero queríamos que algunas improvisaciones de la vida en África pasaran por las canciones. Cada taxi que coges tiene la radio puesta a todo volumen, la señal pobre combinada con los altavoces de sonajero crean una inconfundible distorsión.Simon realizó un solo de guitarra con su boca en “Lights On” que pusimos en un reproductor antiguo para conseguir el mismo efecto. Sonaba ridículo pero tenía su encanto. El lead en “Fall” (en el parón instrumental) fue escrito originariamente en un piano bastante cutre. Tenía seis notas que podías tocar, pero solo tres de ellas hacían algún sonido y acabó surgiendo un riff rítmico muy simple. Es muy naíf, pero encaja perfectamente en la canción. En “Lights On” creábamos latidos con una caja de ritmos tocada de forma cruda desde un iPhone, haciendo referencia a las cajas de ritmos antiguas que se encuentran a menudo en las viejas canciones africanas.
Por los suburbios de Jamestown hay suciedad por todos lados. Estas canciones no son diferentes, nosotros abandonamos todo lo que habíamos aprendido antes para permitir a estas melodías ser naturales, espontáneas, directas y reales, como el continente en el que las grabamos. Acabamos haciendo algunos amigos fantásticos, vistiéndonos de pies a la cabeza con trajes africanos, y hasta tuvimos diarrea. ¡Increíble!»