Leon Bridges, el soul de vuelta a casa
por Xavier Valiño
El río de la música soul fluye con profundidad y fuerza, y Leon Bridges, de 25 años, está inmerso en su corriente vital. El músico nacido en Forth Worth, Texas y artista de Columbia Records ha publicado recientemente su álbum debut Coming Home (Sony Music/2015).Tras el lanzamiento en octubre de 2014 de dos canciones que pusieron el mundo de Internet sobre aviso, y ofreciendo conciertos intimistas en solitario en sitios como Londres, Los Ángeles, Nashville y Nueva York, el cantante y compositor ha demostrado ser un talento excepcional que es capaz de interpretar baladas ardientes y rock’n’roll elemental con igual aplomo. Aunque parezca haber emergido completamente formado, Bridges explica con su melodiosa voz cómo ha llegado donde está ahora.
“Cuando era niño, me fascinaba el R&B moderno. En el instituto intentaba cantar canciones de Ginuwine y Usher y pensé que, bueno, quizás yo no tenía el registro adecuado para su música”. En cambio, un físico ágil y ligero llevó a Leon a estudiar danza en el Tarrant County College en Fort Worth. “He bailado hip-hop desde que tengo 11 años. Sabía del programa de danza que había allí, y comencé a profundizar en el ballet, el jazz, la técnica moderna y aprendí coreografía. Pensé que eso era a lo que quería dedicarme”.
Bridges adquirió popularidad entre fans y críticos en EEUU con su single “Coming Home”. Con un prometedor debut, la canción se estrenó el pasado mes de octubre en el destacado portal musical Gorilla-Vs-Bear y luego se popularizó a través del boca a boca y varias críticas positivas online.
A partir de ahí, este bailarín y coreógrafo empezó a ser conocido por la fuerza de su presencia en directo. Pronto sus seguidores comenzaron a seguirlo allí donde actuaba: las entradas para su concierto en el Mercury Lounge de Nueva York se agotaron en menos de un minuto, seguido por otro concierto completamente vendido en el Troubadour en Los Ángeles. El nombre de Sam Cooke ha aparecido con frecuencia en las primeras críticas de la prensa sobre Bridges. El punto de comparación es acertado, pero no inicialmente intencional. “Cuando escribí “Lisa Sawyer” no sabía nada sobre la vieja música soul. Me preguntaron: “¿Sam Cooke es uno de los músicos que te han inspirado?” Tuve que decir que no, porque la única canción de Sam Cooke que conocía era “A Change Is Gonna Come” de la película Malcolm X, que había visto con mi padre. Y tanto me preguntaban sobre Sam Cooke y Otis Redding que comencé a indagar en la música soul de los 50 y 60, y descubrí que allí está la raíz de lo que yo hago”.