Concierto de Ney por el intérprete Hamsa Castro en la Casa Turca de Madrid
por Julia Sáez-Angulo
La Casa Turca en Madrid celebró una Cena de Navidad en su sede en la que no faltó, antes de los postres, un concierto de ney por el intérprete Hamsa Castro, que fue muy aplaudido. Al acto, presidido por Temirkhon Termizoda Naziri, asistieron diversos profesores, historiadores, filólogos, arquitectos y periodistas.
El neyzen granadino Hamsa Castro es un músico autodidacta muy celebrado, que interpreta de modo magistral el ney, instrumento musical de viento, propio de Oriente Medio. El músico ha llevado a cabo conciertos en diversos auditorios, foros, palacios y centro culturales de España, Turquía y otras ciudades de Europa y Oriente Medio. El ney, que significa caña, es una suerte de flauta, con seis agujeros frontales para los dedos y uno lateral en el pulgar. El tono varía con el movimiento de los dedos. Su factura es muy simple, pero su música es rica y natural. Se le calcula una antigüedad de unos cinco mil años; en las tumbas egipcias apareció hace más de tres mil.
El instrumento se hace con un vaciado de rama de cañaveral y emite un sonido poético muy singular, casi de intimidad amorosa. Su origen rural es evidente. Los sufíes lo han utilizado mucho por su profunda intensidad para el espíritu y los sanadores por sus propiedades curativas, según explicó Hamsa Castro. El sonido resulta acariciador y relajante.
La sopladura sobre el instrumento es fundamentalmente con los labios, pero algunos intérpretes lo hacen con sopladura interdental, sujetando el instrumento con la mandíbula superior y moviendo el aire con la lengua. El ney es un instrumento con el que se pueden alcanzar tres octavas; es el precursor de la flauta moderna. Hoy cuentan con él algunas orquestas.
“Escucha el Ney” es el título de la primera canción del trabajo de Hamsa Castro titulado De Granada a Istambul. El neysem granadino lo ha interpretado solo, en dúos, tríos u orquestas.