Anna Hamouda expone su Pintura Constructivista
por Julia Sáez-Angulo
Centro Cultural de Collado Villalba
La pintora italiana residente en Madrid, Anna Hamouda, expone su pintura constructivista en el Centro Cultural de la localidad madrileña de Collado Villaba. La exposición, que permanecerá abierta hasta finales del mes de octubre, es una muestra retrospectiva de su trabajo artístico desde 1998 hasta 2015. Un total de 24 cuadros de grande y mediano formato, que recogen su lenguaje, desde la pintura plana hasta los relieves de su última serie, siempre dentro de lo constructivo.
El sociólogo francés, Jean Charles de Paul escribe sobre la pintura de Hamouda: “Anna empieza anotando de forma metódica en un pequeño cuadernito las muestras de color, los esquemas, los trazados y las dimensiones. Esquemas, trazados sí, para la geometría presente desde el principio: Anna ha observado durante largo tiempo la arquitectura elaborada de los Mamelucos de El Cairo, así como la caligrafía árabe, digamos más bien la escritura para no dar lugar a confusión con los trazos de tinta y los dramáticos efectos de pincel de algunos contemporáneos virtuosos, la escritura cúfica, es decir el rigor, la paciencia (la caligrafía es paciente, prudente); contempló los suelos y las paredes, toda la decoración y la luz de Oriente desde el mundo musulmán hasta Andalucía”.
Además de esta escritura cúfica, que acogen las palabras de los atributos divinos en forma geométrica (Dios cuenta con 99 atributos en el Corán), la pintora refleja igualmente, dentro de la geometría, las dunas del desierto, las ondulaciones de las montañas, el arco iris… Su reciente viaje por el desierto blanco calcáreo de Egipto, le ha llevado a tomar cientos de apuntes y fotografías, donde las ondulaciones le han inspirado una reducción geométrica en la más pura filosofía de Cezanne.
Interesante un gran cuarteto modular, donde restalla el color, que se ha hecho más anacarado en las pinturas de 2015. Anna Hamouda raramente utiliza los colores puros, siempre matizados, porque le permiten componer una sinfonía cromática más sutil.
Dos cuadros enteramente blancos, “Composición de luz” I y II, con relieves, vienen a ofrecer geografías monocromas geométricas de gran belleza. Los tondos, a los que la pintora es tan aficionada ocupan casi una pared. Interesante el cuadro con los relieves sucesivos del cuadrado, el círculo, el trapecio y un gran triángulo acogedor, en sinfonía cromática que la autora sabe manejar con armonías.
“Fuente” es el título de uno de sus cuadros inspirado en el patio de los Leones de la Alhambra, con todo el juego de acequias que reconducen el agua y que la pintora interpreta con acierto y ritmo.