Juan Luis Quintana, historiador e investigador de la piratería berberisca
por Julia Sáez-Angulo
Juan Luis Quintana (Madrid, 1969) es profesor de Historia de Educación Secundaria en Madrid. Licenciado en Historia por la UNED (colaborador Seminario Fuentes Orales y Gráficas y Erasmus en el Instituto Italo-Orientale). Doctor en Historia por la Unversidad de Alcalá de Henares.
¿Cuál es el título completo de su tesis doctoral y qué aporta de nuevo?
Los últimos años del corso berberisco (1815-1830) a través de la correspondencia consular española. Yo lo hubiera acortado pero le restaba presencia”. Aporta, y creo que esto no se ha entendido bien, una posición ante la historia, la realidad, la vida. El corso, la piratería, sólo es la excusa para hablar de la manera en que el azar interviene en nuestro mundo. Es un ejemplo que lo ilustra perfectamente.¿Por qué la publicó en el título inglés “A shoot away”?
Una de las canciones que más escuché durante la redacción del libro fue “Gimme Shelter” de los Rolling Stones. Este tema refleja muy bien lo que debió ser el final de los años 60 en Estados Unidos: incertidumbre, caos, desilusión, cambio. Entendí que la historia que tenía entre manos también giraba en torno a estas sensaciones. Un mundo que se hace pedazos sin que nadie entienda por qué. En el estribillo Jagger dice: Love (war), children is just a shoot away. A un tiro de distancia.
¿Por qué se interesó por el tema de la piratería berberisca?
Creo recordar que fue en un curso de Tercer Ciclo en la Universidad Complutense. Era sobre Teoría de las Relaciones Internacionales. Se mencionaba que hasta los años 60 del siglo XX, con la irrupción de agentes trasnacionales, no existían otros actores diferentes a los Estados. Me saltó la “bombillita” ¿Seguro que no había nadie más que los Estados en un mundo estatocéntrico?
¿En qué se diferencia de otras piraterías?
Entiendo que el corso/piratería se identificaba con el Estado berberisco de una manera diferente a cualquier otro lugar en el mundo. Es decir, normalmente el corso es un recurso que un Estado puede utilizar en un momento dado de su historia. Los Estados Berberiscos no se entienden sin el corso. Está en su esencia.
¿Hasta qué punto era rentable? ¿Qué riquezas llegaron a reunir?
Durante la etapa que trata la investigación la afluencia de riquezas era cada vez menor. En varias ocasiones los cónsules de Trípoli y Argel ofrecen completas descripciones de la miseria que abunda en el territorio pero siglos atrás llegaron a alcanzar momentos de gran esplendor.
Esta idea probablemente quedó en el inconsciente colectivo de los vecinos del Mediterráneo, porque cuando en 1830 los franceses invaden Argel, una de las cuestiones que están sobre la mesa es el supuesto tesoro que guarda el Dey. Era un aliciente más para completar la ocupación del territorio.
¿Qué países sufrieron principalmente la piratería?
En principio sería acertado responder que todos los que se aventurasen a navegar por el Mediterráneo pero hay reglas no escritas. El objetivo principal eran aquellos países que mostrasen menos capacidad para defenderse. No es que Francia o Inglaterra estuviesen exentas de ser atacadas, es que se exponían a que una flota les bombardease si lo hacían. Por ejemplo, España en 1827, con el problema de la independencia americana, la capacidad de la España fernandina para enfrentarse al corso argelino que le venía reclamando una deuda durante años, era muy limitada. Tras más de 300 embarcaciones apresadas en 1826 volvieron a sentarse a negociar (y pagar).
¿Por qué terminó en el siglo XIX?
Según la explicación tradicional la piratería en el Mediterráneo ya no era viable en el Mundo Contemporáneo. No podría haber coexistido con la nueva realidad que se estaba construyendo en Europa. En esta investigación no se han encontrado evidencias de que tuviera que ser así. De hecho, la idea general tras el trabajo con la correspondencia consular española, es que el azar juega un papel fundamental en este desenlace en concreto (¿y en todos?). De haber terminado el conflicto entre Francia y Argel de otra manera, como los espectadores del mismo esperaban, se podría hablar de corso posterior a 1830. De hecho, la piratería a escala mucho menor continuó.
¿Qué temas está investigando actualmente?
Tengo dos o tres líneas abiertas que intento completar cuando puedo. La historia de los Ortiz de Zugasti, cónsules en el norte de África durante el siglo XIX es lo más cercano a convertirse en libro que tengo entre manos ¿somos libres de elegir nuestro propio destino o éste viene escrito en nuestra sangre?
¿Hay mucho desconocimiento en las relaciones de España y el norte de África?
Sí, pero en general el conocimiento es muy ampliable en cualquier campo.
¿Le resta tiempo la docencia para investigar?
Sí, claro. Sin embargo investigar a tiempo completo creo que acabaría por quemarme. Los alumnos te sacan de quicio. Con ellos te enfadas, te alegras, te llevan al límite, pero al final te hacen sentirte vivo. Lo ideal sería un cincuenta por ciento.
¿Encuentra facilidad de acceso a las fuentes?
Se cuentan historias muy negras sobre la gente que custodia las fuentes pero yo no puedo quejarme. He encontrado caótica la organización en Galicia de las fuentes sobre la aldea de mis antepasados, eso sí. Y aquí en Madrid a veces alguien te dice que tal información está en un determinado repositorio y cuando vas allí te envían de vuelta. Pero en lo que respecta a mi tesis lo encontré todo muy rápido. Por supuesto antes había oído el consabido: “sobre ese tema no hay fuentes. No se puede hacer”. Había información para completar cinco tesis.
¿Cómo nació su vocación de historiador?
A mi me gusta investigar, me lo paso muy bien, la verdad. Pero empecé a estudiar historia porque tenía amigos que hablaban muy bien en las reuniones, con las chicas…. Yo quería tener temas de conversación también. Lamentablemente cuando llegué a cuarto de carrera me di cuenta de que lo mejor que podía hacer era callarme la boca.
¿Cómo se enseña la Historia en el bachillerato?
Esta es la segunda parte de mi comentario anterior. Tener la sensación de que lo mejor es guardar silencio porque las formas en las que te puedes equivocar son infinitas, y la necesidad de hablar durante toda la mañana. En bachillerato se enseña de cara a un examen (selectividad). Los alumnos buenos, motivados, te van a entender aunque les hables en chino. Para trabajar con los más “normales” o menos maduros, soy partidario de darles técnicas como el Comentario de Texto muy trabajadas. Es casi un sacrilegio pero la única forma de que lo saquen adelante es que repitan lo que tú les dices como “robots”.
¿Qué libro está leyendo actualmente?
El azar de la mujer rubia de Manuel Vicent (me gusta mucho como escribe); La España Medieval de Emilio Mitre; y La Historia del Arte de Gombrich.