Discos
por Xavier Valiño
FKA twigs: LP1 (Young Turks)
Pocas veces el talento se presenta así, tan descarnado y descarado, máxime tratándose de un disco de debut. Si acaso, el impacto puede ser algo menor para quien haya seguido los dos EPs que ha ido dejando caer, pero aun así es difícil asimilarlo. Primero, porque pocos artistas se atreven a correr los riesgos que su R&B futurista indican. Segundo, por su personal voz reconocible desde que se escucha por primera vez, que puede traer a la cabeza a Kate Bush o Tori Amos. Y, tercero, por un sonido único, amenazador más incluso en sus silencios, que evoca aquellas primeras canciones de Tricky o Portishead, y que deja en evidencia el pop comercial de hoy en día de las divas del R&B, distanciándose de ellas con una progresión de gigante sin producción previa.
SPOON: They Want My Soul (Loma Vista-PIAS)
Tas el no tan acertado Transference, el octavo álbum de Spoon significa el regreso a lo grande del grupo que tiene todos los boletos para convertirse por fin una gran banda, tras veinte años en activo. Dave Fridmann (Flaming Lips, Low, MGMT) se encarga de que Britt Daniel y su grupo suene brillante como nunca en un disco que contiene ritmos, susurros, guitarras, silbidos, códigos secretos y cuerdas de film de terror en canciones que hablan de predicadores exaltados, puñaladas traperas, las propiedades de la física en la vida real o el amor en tiempos de apocalipsis. Tan variado como excitante, es su gran oportunidad.
LEONARD COHEN: Popular Problems (Sony)
Dos días después de su octogésimo aniversario, Leonard Cohen editaba su décimo tercer disco, Popular Problems. En él, Cohen se adentra de nuevo sin red en las avenidas de nuestros sueños, y marca una pauta y un ritmo nuevos de esperanza y desesperación, tristeza y alegría. Aquí, Cohen es un amante estupefacto que se estremece ante la condición humana mientras “el alma se deja ver en el cuarto de su nostalgia”. Su legendaria voz suena todavía más grave en estas nueve canciones desarrolladas en unos 39 minutos que se hacen cortos, con una presencia y una urgencia que surgen de lo más profundo del corazón. Compuesto con el compositor Patrick Leonard, sería su perfecto canto del cisne de no ser que lo mismo pensamos hace dos años con Old Ideas y…
VARIOS: Unidad y armonía. Todo tiene su fin. Homenaje a Módulos (Wild Punk)
Este álbum es la consecuencia de la fascinación del músico granadino Miguel Martín (Lori Meyers, Manu Ferrón, Multiverso…) por la música de Módulos, grupo fundado en 1969 por el guitarrista y cantante Pepe Robles con el que editó cinco discos hasta su disolución en 1979. Bajo la batuta de Martín se han reunido unos cuantos músicos de su ciudad para recrear diez de las canciones del grupo que, lamentablemente, han pasado demasiado tiempo semiocultas. Desde el respeto y el conocimiento todos se prestan a un merecido homenaje con canciones pop de hace cuatro décadas reinterpretadas por lo más granado de la escena granadina de ahora.
TOM PETTY & THE HEARTBREAKERS: Hypnotic Eye (Reprise)
No deja de ser curioso que, tras 40 años de carrera, este sea el primer disco de Tom Petty & The Heartbreakers que llega al número 1 en su país. Más que hablar de la calidad del mismo, que la hay y mucha, lo que viene a decir es que el mercado de los compradores de discos está ahora en manos de aquellos habituados a hacerlo en los años en que Petty creció como artista. Para su décimo tercer disco, y a sus 63 años, Petty y su grupo han decidido ir directamente a aquello que mejor saben hacer: rock clásico con las guitarras bien en primer plano, destacando los duelos entre Petty y Mike Campbell, así como la aportación del teclista Benmont Tench (quien, por cierto, se estrena este año con un primer disco en solitario). Palabras mayores en un disco de alguien seguro a su edad de estar haciendo lo mejor que puede y sabe.
THE NEW PORNOGRAPHERS: Brill Bruisers (Matador)
Tras 15 años en activo, la mayor súper banda canadiense parece más que nunca eso, una banda. Desde sus inicios, sus componentes han ido adquiriendo notoriedad en sus carreras en solitario, en especial Neko Case y Dan Bejar, dejando al grupo casi como el proyecto de Carl Newman. Sin embargo, en esta ocasión su sexto disco disco sí es una grabación en la que todos han participado activamente como un equipo e integrado sus cuatro voces (también la de Kathryn Calder), a diferencia de lo que sucedía con un disco de título equívoco como el anterior Together (Juntos). Entre el pop barroco y la concisión y el dinamismo de sus anteriores discos, la homogeneidad y el nivel de todas sus canciones surge como algo inesperado y totalmente gozoso.