PHOTOESPAÑA. SECCIÓN OFICIAL
por Ángela Rubio
Balance expositivo.
El pasado 28 de agosto tuvo lugar la rueda de prensa en la que se hizo balance de la última edición del Festival de Fotografía y Artes Visuales que este año ha contado con 110 exposiciones. Más de 718.000 personas han visitado alguna de las sedes del festival: Alcalá de Henares, Alcobendas, Cuenca, Getafe, Madrid, Lanzarote y Zaragoza. A pesar de que la ayuda del sector público ha mermado considerablemente -lejos queda la contribución del 40% del presupuesto en los primeros años del festival, ahora es tan solo del 17% – se han cumplido los objetivos de PHE14 centrados en impulsar y promocionar las artes visuales españolas. Así, con la programación de este año se han potenciado autores reconocidos, se han rescatado grupos o movimientos, se han dado a conocer nombres populares y generaciones más jóvenes incluso se han presentado sorpresas. Esto se ha hecho también más allá de nuestras fronteras ya que PHE14 ha presentado la obra de artistas españoles en Les Recontres d`Arles, en la 12 Star Gallery de Londres y Le Chateau de `Eau de Touluse.
PRIMERAS DÉCADAS DE LA FOTOGRAFÍA ESPAÑOLA
Empezaré hablando de una de las exposiciones más bellas de esta edición que hasta el 21 de septiembre puede visitarse en el Museo del Romanticismo. Se trata de la obra de Joan Vilatobá (1878-1954) uno de los máximos exponentes del pictorialismo fotográfico. El comisario, Josep Casamartina i Parassols, dentro de ese objetivo de dar a conocer nombres menos populares profundiza en la obra de un fotógrafo que, si bien está reconocido en el mundo de la fotografía no es tan conocido por el público general. Centró su producción en tres temas: el paisaje, las figuras y la composición. Valiéndose de la luz, el encuadre, fondos, posturas y expresiones creó una obra muy personal caracterizada por la unidad estilística, la delicadeza y la creatividad elegante con un halo de dramatismo en ocasiones. Sus escenificaciones componen “cuadros de género” que remiten a la iconografía de la pintura de género del XIX sobre todo el siglo XVII español.
Enmarcado también en el pictorialismo hemos podido volver a disfrutar de la obra de Ortiz Echague (1886-1980) en la Real Academia de Bellas Artes de San. Fernando. En esta ocasión nos presentan un amplia selección de retratos, paisajes y arquitecturas fotografiados por Echague en Marruecos donde ensaya una gran variedad de opciones estilísticas con una clara finalidad documental. El interés de esta muestra radica en revisar los trabajos menos conocidos de este gran maestro.
Dentro de estas exposiciones dedicadas a las primeras décadas de la fotografía española podemos visitar hasta el 14 de septiembre en la Biblioteca Nacional Fotografía en España 1850-1870. Su comisaria, Isabel Ortega, nos lleva a un periodo clave para la historia fotográfica del país con variedad temática y gran riqueza. Esta fotografía es importante por contribuir a la difusión de los grandes avances fruto de la revolución industrial –obras públicas, llegada del ferrocarril- descubrimientos arqueológicos y grandes exposiciones internacionales, retratos de personajes relevantes, obras de arte y monumentos.
Muy interesante resulta el trabajo que Xavier Mulet (1961) presenta en el Museo de Ciencias Naturales hasta el 7 de septiembre. Se trata de un trabajo de ficción que se alimenta de fuentes literarias como Julio Verne, R.L. Stevenson. Mullet crea, en este trabajo, una historia literaria de ficción protagonizada por un misterioso personaje, Monsieur Ardan fotógrafo, botánico, escritor y dibujante del siglo XIX, un viajero incansable. Ver este trabajo es como repasar pormenorizadamente la historia de la fotografía en la segunda mitad del XIX. Mullet utiliza procedimientos de época como el colodión húmedo, los ambrotipos, ferrotipos, cianotipos, retratos de papel.
CONSOLIDACIÓN DE LA FOTOGRAFÍA ESPAÑOLA
Si cada año hay exposiciones que destacan respecto a las demás ésta es una de ellas. Arissa. La sombra y el fotógrafo. 1922-1936 es sin duda, uno de los mejores proyectos expositivos del festival. Podemos visitarla hasta el 14 de septiembre en la Fundación Teléfonica. Comisariada por Rafael Levenfeld y Valentín Vallhonrat quienes con más de 160 obras realizan la primera exposición antológica de Antoni Arissa, uno de los más destacados representantes españoles de la vanguardia fotográfica. Un recorrido fotográfico que va desde el pictorialismo entre 1922 y 1928 hasta la Nueva Visión desde 1930 hasta 1936 cuando el artista catalán se incorpora a las vanguardias fotográficas. Caminó desde ese mundo preciosista lleno de atmósferas y ensoñaciones de misterio recreadas en escenas rurales y campestres previamente compuestas hasta una fotografía desprovista de ornamentos que se acerca a los planteamientos centroeuropeos caracterizados por la forma, la línea, el punto de vista y la iluminación que acentúa las cualidades de los objetos fotográficos. Desde la nostalgia esteticista llegó a la conceptualización pura.
Eugeni Forcano. Atrapar la vida es un emocionante viaje a la España de los últimos años de posguerra y del franquismo que ha podido verse en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Se trata de un viaje agradable, nada oscuro y lleno de pasión por la vida. Daniel Giralt Miracle, comisario de la exposición, con una selección de más de 150 fotografías en blanco y negro recorre un periodo clave en el desarrollo de España: La vida rural, los tipos humanos con sus miserias y virtudes, la Barcelona del desarrollo, la vida en la calle con la magia de sus fiestas etc…son los principales temas que aborda E. Forcano (1926), este autodidacta fascinado por su entorno. Desde la fascinación se entienden sus fotos, sólo cuando tienes esa capacidad de ver, mirar y asombrarte, consigues fotos como las que podemos ver en esta exposición.
Reproduzco aquí dos citas de las que pueden leerse en la muestra, éstas potencian la emoción y admiración que se siente por la obra del artista durante el recorrido de la exposición. “La fotografía para mi ha sido un camino de emociones y sentimientos, de realidad y sueño, incluso utopía” y esta otra en el apartado expositivo dedicado a la seducción del instante “Si al captar una imagen no me emociono, no hay nada que hacer. Cuando se me dispara el corazón, no falla: ahí está la foto”
Otro testimonio veraz de España ha podido verse en la sala Goya del Círculo de Bellas Artes con una admirable exposición de La Palangana nombre del colectivo de fotógrafos surgido en 1959 en el seno de la Real Sociedad Fotográfica madrileña que compartía las mismas inquietudes estéticas y teóricas. Plantaron la semilla del neorrealismo español lejos de los criterios academicistas y del pictorialismo fotográfico. Quisieron dar testimonio veraz de la España de su tiempo centrando su mirada en la periferia, en los pueblos lo que resultó insólito casi subversivo. Sus composiciones, encuadres, temática, humanidad y modo de acercarse a la vida revolucionaron la fotografía española. Sin duda esta ha sido una de las exposiciones más destacadas del festival.
MODERNIDAD
En la Fundación ICO puede verse hasta el 7 de septiembre una exposición de temática más específica pero muy interesante. Fotografía y arquitectura moderna en España. Debo felicitar a Iñaki Bergera, doctor arquitecto y fotógrafo y comisariado de esta exposición por hacer visible el valor disciplinar de la fotografía en el contexto de la arquitectura española de la modernidad desde 1925 a 1965. No es fácil despertar el interés del público general en un tema tan específico y lograr que muchos visitantes salgan entusiasmados con la arquitectura. Más de 200 fotografías tomadas por más de 40 fotógrafos conforman este proyecto de investigación que va desde el Movimiento Moderno y la irrupción de las vanguardias a mediados de 1920 hasta la crisis del estilo Internacional a finales de 1960. Bergera aparta las fotografías de su contexto y finalidad -difusión de la arquitectura- para valorarlas en si mismas dando muestra del flujo intenso de trabajo y cooperación entre fotógrafos, arquitectos y medios de comunicación. En este debate interdisciplinar pretende sentar las bases de la reflexión sobre el papel de la fotografía y los fotógrafos.
Estela de Castro nos ha presentado en el espacio de Tabacalera a 57 fotógrafos que han configurado la cultura visual del país. Con retratos y un apasionante video en el que cada uno de los fotógrafos expresa qué ha sido la fotografía para ellos además de otros testimonios y experiencias. Los retratos con un pulcro uso la luz y economía de medios, sin artificios ni adornos poseen una gran carga narrativa que logra acercarnos, casi de manera íntima a los fotógrafos. Crea en estos retratos “desnudos de franqueza” mostrando de alguna manera la serenidad de Masats, Lobato y Colom o la timidez de Madoz, Momeñe y Trillo; la seguridad de Foncuberta, Forcano, Colita y Maspons; la irreverencia de García- Alix o la rotundidad de Vallhonrat incluso, la fragilidad de García Rodero o Schommer.
De Alberto Schommer (Vitoria 1928) podemos ver hasta el 14 de septiembre en el Museo del Prado su célebre serie de retratos fotográficos realizados en los años 80 a intelectuales españoles contemporáneos logrando una de las más originales y emocionantes galerías iconográficas del siglo XX. En Máscaras cada uno de los retratos frontales responde a la misma tipología cuyo precedente histórico se remonta a los bustos esculpidos de la antigüedad clásica. Los retratos de Schommer se sitúan en un espacio indefinido y con iluminación directa.
No quiero terminar sin mencionar la exposición de García- Alix (León 1956) que puede verse hasta el 28 de septiembre en el Círculo de Bellas Artes. Nicolás Combarro ha comisariado la exposición más personal y autobiográfica de este fotógrafo con obras desde finales de los 70 hasta la actualidad. El tema del retrato abarca una gran parte de su obra en realidad, podría decirse que toda su obra en conjunto es un gran autorretrato. Éste, además es entendido en sentido amplio ya que nos presenta fragmentos de su cuerpo como autorretratos respondiendo a diferentes necesidades a la hora de presentarse y contarse a sí mismo.