IMELDA MAY: Tribal (Decca)

Con su cuarto disco, la reina irlandesa celebra la cultura del rock’n’roll y sus lealtades tribales, de ahí su título, Tribal. En este álbum, Imelda sigue manteniendo las características de No Turning Back, Love Tatoo o Mayhem, las que le reportaron la admiración de admiradores tan dispares como Jools Holland, Jeff Beck o Bono con su contagiosa mezcla de rockabilly, jazz, blues y sus duros himnos al desamor. Parece que, lejos de suavizarse con su reciente maternidad, Imelda sigue en plenitud de sus facultades.

RODDY FRAME: Seven Dials (AED)

Tras dos discos acústicos, y después de haber revisitado el año pasado, 30 años después, en una gira en directo su cima creativa, High Land Hard Rain (1983), un disco compuesto cuando aún era un adolescente, Roddy Frame ha decidido volver a las guitarras eléctricas. Y, también, al pop. Puede que nunca pueda superar aquel disco, pero esto es lo más cerca que puede llegar a estar de acercársele. Buenas canciones, dignas de sustentar su rol como compositor adulto de pop clásico. Escúchense, para contrastarlo, “Postcard”, “Forty Days of Rain”, “Into the Sun”, “White Pony”…

PAUL HEATON & JACQUI ABBOTT: What Have We Become (Universal)

Desde la separación de The Beautiful South, Paul Heaton ha vuelto a escribir canciones con su antigua compañera -en el papel de vocalista de la banda- Jacqui Abbott en mente. Y ahora editan un primer álbum en conjunto que presentan en gira recuperando aquellas canciones (y alguna de The Housemartins) que les proporcionaron ventas masivas a finales de los 90 y principios de la década de los 60. Fuera de los márgenes del grupo, siguen facturando temas como los de aquellos años, como si su primer álbum al alimón fuese su lógica continuación.

NRBQ: Brass Tacks (Clang!)

El éxito masivo les ha esquivado más de cuatro décadas, a pesar de contar entre sus acérrimos seguidores con gente como Paul McCartney, Keith Richards, Bob Dylan, Dave Edmunds, John Sebastian, Elvis Costello, Bonnie Raitt… Ni siquiera ser la  banda ‘oficial’ en Los Simpsons durante dos temporadas les acercó lo más mínimo a lo alto de las listas de ventas.  Su mezcla de pop, rock, jazz, country, blues (y más cosas) les ha granjeado fans en las más altas esferas musicales, a la vez que ha desconcertado al gran público durante toda su carrera. Debutaron en 1969 y hoy, 45 años después, tras más de 20 discos de estudio, más de una docena grabados en directo y numerosas recopilaciones (por no mencionar miles de actuaciones en los cinco continentes) aparece Brass Tacks, con Terry Adams, teclista, cantante y fundador de la banda, como el único que resta de la formación clásica

De nuevo ritmos ondulantes, preciosas voces (¡todos cantan!) y un sonido brillante en doce canciones servidas en la típica mezcla de estilos que les define (“es sólo música de NRBQ”, dice Adams), que continúa en la onda de sus últimos años, música que se encuentra a la altura de lo que han grabado en su dilatadísima trayectoria. Ahí están para probarlo temas como “Fightin’ Back”, “Waiting on My Sweetie Pie”, “I’d Like To Know” o “Greetings from Delaware”.

TRAPECE: Trapece (Discos de paseo)

Chity y Carlos (ex-Moving Pictures) pasaron un tiempo colaborando en grupos de amigos donde tocaban versiones de estándares de jazz, soul y funk. Un día, decidieron que sin prisa y con mucha pausa, grabarían una nueva colección de canciones. En su casa, cada fin de semana, poco a poco, daban forma a un sueño, Trapece. Con esa tranquilidad han entregado su debut homónimo, canciones pop en castellano con los elementos indispensables, arreglado al detalle y ciertamente pausado y cautivador.

JOHN MAYALL: A Special Life (Forty Below-Resistencia)

El padrino del blues británico, punta de lanza de la más extraordinaria cosecha de músicos blancos de blues que ha dado la historia de Inglaterra, recién cumplida su octava década de vida sigue en activo. Grabando en el North Hollywood Studio con su banda y con C.J. Chenier (hijo del conocido Rey del Zydeco, Clifton Chenier) de invitado especial, entrega un reconocible nuevo álbum cargado de blues eléctrico que se hermana con el rock y el Sur de los E.E.U.U. A Special Life es el primer disco de John Mayall en estudio en 5 años demostrando que conserva la química de la banda, con Greg Rzab al bajo, Rocky Athas a la guitarra y Jay Davenport a la batería.