Juan Antonio Masoliver Ródenas: “Paraísos a ciegas»
por Julia Sáez-Angulo
El Acantilado. 96 págs.
Narrador, poeta y crítico literario, Juan Antonio Masoliver Ródenas (Barcelona, 1939) es el autor del poemario Paraísos a ciegas, que ha publicado la editorial Acantilado. Versos de recapitulación de la vida, de anuncio de cierre, del vacío y la nada. Poesía con claros acentos nihilistas, en los que el poeta casi entona sin esperanza el Ubi sunt sobre el pasado, los vivos y sus sombras. Masoliver Ródenas ha sido catedrático de literatura española y latinoamericana en la Universidad de Westminster de Londres, ciudad en la que residió largos años, antes de regresar a Cataluña. Ha publicado una recopilación de sus artículos y ensayos sobre literatura mexicana en el volumen titulado Las libertades enlazadas (Acantilado, 2000). Su crítica literaria en La Vanguardia pone de manifiesto su perspicacia para analizar un libro. Ha traducido al castellano a Cesare Pavese, Djuna Barnes, Vladimir Nabokov, Giorgio Saviane y Carson Mc-Cullers.
“Saber lo que no soy / y luego, nada”, dicen dos de sus versos o “Cuando ebrios de amor, / nos olvidamos / de ahora pues no hay tiempo, / empieza el dulce ascenso hacia la nada / y el antes es tan solo un espejismo…” dice el autor en otro poema. Se confiesa admirador de W.B.Yeats y Juan Ramón Jiménez, al que cita en uno de sus poemas. También el eco de Gustavo Adolfo Bécquer asoma en algunos versos:
“Fue una tarde memorable / Por un instante crecí en Dios. / Caía una lluvia enorme”. «Pues yo hablaba como hablo ahora, / con palabras de radio o de periódico / banales como estos poetas andaluces / que ha renegado de Juan Ramón / Jiménez».
Su obra poética ha sido recogida en Poesía reunida (1999), La memoria sin tregua (2002) y Sonia (2008). El poemario Paraísos a ciegas termina diciendo: la palabra que dicha / me llega a aquel poema / tantas veces escrito, a aquel / amor en ruinas, a los engaños / del corazón y la memoria. Sólo lo dicho puede decir / algo. Y los dicho no existe / sin decirlo. Lo amado, sin amarlo. / El fuego sin su consumación.