ORQUESTA Y CORO NACIONALES DE ESPAÑA (OCNE) TEMPORADA 2013-14
por Jorge Barraca
Concierto extraordinario de música de cine y Ciclo Sinfónico (concierto 7). Afkham - Argenta
La OCNE estrenó año con una sesión extraordinaria dedicada a la música cinematográfica, que dirigió Frank Strobel, y unas brillantes veladas a cargo de David Afkham, que la próxima temporada se convertirá en el nuevo director titular de la agrupación.
¿Afkham – Argenta? Entiéndase bien: no es que el joven director alemán pueda tenerse por un continuador de la línea estética de la legendaria batuta española, que vaya a poseer su personalidad, que llegue a su ascetismo, su sentido rítmico, su arte. Eso es imposible saberlo a día de hoy. Desde luego, no hay coincidencias de escuela, de tradición, ni de repertorios (aún); y, más allá de unas evocaciones físicas –Afkham, como era Argenta, es delgado, largo de miembros, flexible– y musicales –dirige con un extraordinario equilibrio entre pasión y rígido control–, sería difícil establecer otros paralelismos. A lo que me refiero con este título es al impulso y la ilusión que la llegada de esta joven y prometedora batuta pueden imprimir a la Nacional.
Por supuesto, estos tiempos no son los de Argenta, cuando un director carismático dejaba su impronta sobre la orquesta a la que se consagraba. Las agrupaciones no son las mismas, los músicos que las componen y su formación están alejadísimos de los de hace cincuenta años, y, sobre todo, las agendas de trabajo son diametralmente opuestas. Solo con comprobar los compromisos que Akham tiene para los próximos años se entiende que es imposible que pueda acometer un cambio importante en la OCNE: no hay tiempo material ni, seguramente, ese es el objetivo. De lo que se trata es de contar con un director que descolle, que concite interés, que atraiga al púbico, con energía, con el equilibrio de juventud y calidad exigibles; que pueda llevar a la Nacional, al fin y como en tiempos pasados, a convertirse en el foco de interés musical que sería deseable e impulsar una renovación de público y de proyectos imprescindible.
Con una expresión más mesurada de la que le hemos visto en otras ocasiones (por ejemplo con el Brahms de la temporada pasada), Afkham ofreció una lectura de la Titán de Gustav Mahler muy bien regulada de dinámicas, con una gama muy amplia entre los pianissimi y los fortissimi, sin estridencias ni borrones, aunque sí que se percibieron algunas notas desafinadas entre los metales (que, por otro lado, tienen un papel harto exigente en esta obra) o algunos desajustes en ciertos instantes (cierre del primer movimiento). Detalles intrascendentes considerando la vibrante lectura de la página en su conjunto. Previamente, Akham acompañó a la gran contralto Nathalie Stutzmann en los Wesendonck Lieder de Richard Wagner. La cantante volvió a exhibir su timbre corpóreo, cálido, esmaltado, su enorme musicalidad, aunque el volumen resultó demasiado limitado para una óptima audición en la sala. Para abrir el concierto, se programó las Cinco piezas para orquesta, Op. 16 de Schönberg, que Afkham leyó con pulcritud y sin efusiones líricas.
El día 5 de enero, en una matiné para toda la familia, otro alemán, el director Frank Strobel condujo un divertido concierto, magníficamente planificado, con música para la gran pantalla. Las partituras de Supermán, El señor de los anillos, Gladiator, Harry Potter, Misión imposible, James Bond 007, Batman o Piratas del Caribe, más las propinas de La guerra de las galaxias, fueron gozadas particularmente por el público más joven y supusieron un enorme éxito. Enhorabuena por la entretenida iniciativa de los responsables de la programación del Auditorio.