PHOTOESPAÑA 10: SECCIÓN OFICIAL-GRANDES MAESTROS
por Ángela Rubio
2 de junio- 29 septiembre 2010 - www.phe.es
A punto de terminar la última exposición enmarcada en PHE es momento de hacer balance. A pesar de ser un año complicado para las actividades culturales, el festival no ha sufrido ninguna baja de patrocinadores aunque si en la aportación de éstos, que ha sido suplida con la incorporación de nuevos patrocinadores. Es importante destacar el desarrollo exterior del evento con el aumento cuantitativo y cualitativo de instituciones internacionales que quieren estar presentes. Diversas instituciones gubernamentales, embajadas y la propia Comisión Europea avalan el reconocimiento internacional fruto del rigor en los programas internacionales OpenPhoto Cuenca o Trasanlántica.
Con un presupuesto de 3.560.000 euros -5% inferior al año pasado- de los cuales un 29% ha sido aportado por instituciones públicas se han producido 69 exposiciones y se han potenciado las actividades paralelas. Más de 700.000 personas ha visitado las exposiciones y algo más de 7.000 inscritos en las diversas actividades -600 de ellos niños- hablan de un festival más participativo e interactivo, que cuida y educa al público del futuro y que está cada vez más anclado en la sociedad. En cuanto a la distribución de gastos la prioridad ha sido mantener la exigencia en la calidad y acentuar las actividades para lo cual se ha disminuido el presupuesto en comunicación y organización obteniendo, así, una gestión más sostenible.
La exposición más visitada ha sido Anatomía del movimiento. Fototografías de Harold Edgerton (1903-1990) Formado en la ingeniería electrónica, más que fotógrafo ejerce de científico que investiga el movimiento y la imperceptible para el ojo humano estela visual que éste produce. Inventó el flash estroboscópico que permitía destellos ultrarrápidos con los que conseguía registrar nítidamente la secuencia del movimiento. Captó imágenes que hasta entonces no habían sido mostradas por nadie, su trabajo va más allá del de pioneros como Muybridge o Marey utilizando un sistema de iluminación que le permitía congelar escenas por debajo de la millonésima de segundo. Edgerton buscaba nuevas formas de ver y percibir el mundo, redescubrir los fenómenos cotidianos hasta hacerlos inéditos, perpetuar lo efímero. Gracias a él vemos como una bala atraviesa una manzana, unos globos, o una cata o que sucede desde que alguien se tira desde un trampolín hasta que entra en el agua o la corona que forma una gota de leche al caer. Su obra en realidad es un ensayo visual del movimiento y del tiempo. Esta exposición está firmada por Sergio Mah y José Gómez Isla.
Otra de las exposiciones más destacadas del festival ha sido la del Museo de Colecciones ICO (MUICO) Helen Levitt. Lírica urbana. Fotografías 1936-1993. Se trata de la primera antológica organizada desde su reciente fallecimiento en 2009. Cerca de 120 imágenes nos trasladan a las calles del Lower East Side o de Harlem donde Levitt retrataba a los niños desfavorecidos que disfrutaban de la rutina diaria casi ajenos a desgracia que les rodeaba. Más tarde la fotógrafa comentaría que contrariamente a lo que se pudiera pensar no le gustaban especialmente los niños, simplemente eran los que habitaban las calles. Como otros fotógrafos que en época políticamente tensas adoptan el documental como herramienta, la artista también lo utiliza aunque en este caso no tanto como denuncia sino como testimonio social. Según el comisario de la exposición, Jorge Ribalta, lo más radical de Levitt ha sido producir una obra lírica a través de un lenguaje documental. Documento de un Nueva York, de una sociedad que aun no había sido invadida por el consumismo y los hogares todavía no se organizaban en torno al televisor. Sus fotografías tienen el valor incalculable de ser testimonio de un pasado que ya no volverá, fotografió con gracia y humor lo que ya no se puede fotografiar. Autodidacta de formación Levitt supo rodearse muy bien; tuvo la suerte y el privilegio de contar con Walter Evans y Henrri Cartier Bresson entre sus amigos. Del primero asimiló la agudeza y franqueza para captar a los desfavorecidos y del segundo la oportunidad atrapar el momento decisivo en el que están sucediendo las cosas importantes.
Por último y también dentro de las exposiciones dedicadas a los grandes maestros que cada año dedica el festival quiero elogiar o poner especial acento, en la que a mi juicio, es la exposición estrella de esta edición. El Círculo de Bellas Artes en colaboración con Martín-Gropius-Bau de Berlín, Gemeentemuseum Den Haag de La Haya y La Fábrica nos han traído casi 200 piezas entre pinturas, fotografías en blanco y negro y color, películas y diseño gráfico para recordar la obra y legado de László Moholy-Nagy (1895-1946) un artista total que asombró en su momento por su avanzada modernidad ante la cual hoy seguimos enmudeciendo. Nada más entrar en la sala la composición y el encuadre de sus fotografías fascina pero nos son estos aspectos los que más salen a colación cuando se habla de él, en realidad su gran valor es el uso dela luz. En el convulso periodo de entreguerras convencido de que producir es crear algo nuevo no copiar la realidad, se dedicó a investigar y experimentar. En la exposición hemos podido encontrar ejemplares de sus trabajos con un modulador de luz y espacio -más completo que el que había utilizado Rodchenko- consistente en una serie de planos perforados que impulsados por un motor que los mueve continuamente producen efectos de luces y sombras. El resultado puede verse desde cualquier posición, no refleja ninguna realidad. En su defensa de la abstracción, acentuó lo visual para expresar un aspecto concreto con lo que genera significados permanentes. La visión en movimiento produce una comprensión simultánea y ésta es una función creativa donde la vista y los sentimientos interactúan con los pensamientos. Estos experimentos en realidad provienen de la idea de hombre nuevo y total, un hombre en el que estuviera integrado lo sensorial lo afectivo y lo racional. Es más, un artista total en el que las categorías artísticas no estuvieran jerarquizadas sino que estuvieran al mismo nivel. Fruto de todo esto Pintura, Fotografía, Film -su gran aportación a la teoría del arte aparecida en 1925- donde propone diferenciar entre pintura y fotografía afirmando que la primera es un medio para dar forma al color y la segunda un instrumento de investigación sobre el prodigio de la luz, llegando a manifestar que cualquier arte adquiere sentido en la medida que refleja la luz. Este es precisamente el nombre de la exposición comisariada por Oliva María Rubio El arte de la luz.