Stepháne Hessel: «Mi baile con el siglo: memorias»
por Mercedes Martín
Destino, Barcelona 2011. 352 págs.
Stepháne Hessel parecía abocado a la posteridad. De pequeño pudo compartir estancia con artistas e intelectuales: Duchamp, Picasso, Benjamin… De mayor, con Gide, Sartre, Joyce, entre otros… Sus propios padres poseían un talento excepcional e, incluso, protagonizarían una novela. A lo largo de su vida conocería a muchos más protagonistas del siglo, pero lo que no sabía Hessel era que participaría en los más importantes acontecimientos en primera fila. Sobreviviría al siglo XX y se convertiría en testigo excepcional. Hoy sus memorias alumbran a los que desean saber si Europa merece ser “rescatada” —y no estoy hablando de dinero.
Hessel luchó en el ejército contra Hitler, escapó de un campo de concentración, trabajó como espía para la resistencia francesa bajo la protección de Gran Bretaña, asistió al fin de la Guerra y la creación de las Naciones Unidas, viajó por medio mundo en calidad de diplomático y, todavía hoy, anima a indignarse a las sociedades democráticas asaltadas por el liberalismo económico más salvaje con su célebre manifiesto Indignaos. Su autobiografía parece el guion de una película y a la vez un documental sobre el siglo XX.
De su mano, asistimos al nacimiento de las Naciones Unidas y a la redacción de la Carta de Derechos —que más tarde se llamaría Declaración Universal de los Derechos Humanos:
“Yo era consciente de que aquélla era la innovación más importante que diferenciaba a las Naciones Unidas de la Sociedad de Naciones y de cualquier otra forma anterior de cooperación internacional. Sentía también que había que actuar con rapidez, aprovechar cuanto había de hipocresía en la adhesión a esos valores proclamada por los vencedores y que tal vez no todos tenían intención de defender lealmente”…
Tras acabar la lectura me pregunto, tal vez ingenuamente, si no será el amor —que sí tuvieron aquellos fundadores, por el trabajo bien hecho, por los otros…— lo que les falta a unas instituciones hoy tan cuestionadas.