José Tomás: «Diálogo con Navegante»
por Julia Sáez-Angulo
Espasa. Madrid 2013.148 págs
Joven, bello elegante, el torero madrileño José Tomás hizo la presentación de su libro con palabras hermosas y sin papeles en el Centro del Círculo de Lectores de Madrid. La acompañaban su editora y el director de la Fundación que lleva el nombre del torero, Rogelio López Cano que, también intervinieron en el acto. Se echó en falta al escritor Mario Vargas Llosa que da la réplica en el libro a José Tomás. En el libro, que va por su segunda edición, intervienen también Luis Abril, Paco Aguado, Araceli Guillaume-Alonso; Agustín Morales Padilla, Natalia Radetish Filinich, Zabala de la Serna y François Zumbiehl.
José Tomás (Galapagar, Madrid, 1975) es un fenómeno mediático en los ruedos que ha reavivado la fiesta taurina en medio de una polémica de partidarios o detractores de su arte bravo y valiente, a veces hasta la temeridad. Polémica que también despiertan siempre los grandes matadores de toros. Lopez Cano recordó la génesis del libro Diálogo con Navegante, a partir de los quince meses de recuperación del torero y vuelta a los ruedos, tras la grave cogida en la tarde del 24 de abril de 2010, en que José Tomás estuvo a punto de perder la vida en la plaza de toros de Aguscalientes (México), cuando el toro Navegante le hirió de gravedad.
El libro recoge las reflexiones del torero, más bien conversaciones con el toro Navegante, después de salvar la vida. El escritor Vargas Llosa le da la réplica, poniéndose en la piel de Navegante. En sus palabras, José Tomás habló de la relación intensa con el toro, de la necesidad de sacar la esencia de su embestida, del diálogo ficticio que supone la quimera de una faena perfecta, de encontrar el tesoro del arte en la Tauromaquia, del tendido como territorio de libertad, de la muerte, del miedo, del respeto y la valentía.
Buena elocución y arte de hablar de José Tomás, en palabras que sonaban a sinceras. Recordó la afirmación de que “con un paso adelante puede morir un hombre, pero, con un paso atrás, moriría el arte”. Los toros cogen a los toreros, no por error de faena, sino porque son animales irracionales imprevisibles, añadió.
Hay que dar una buena explicación de la Tauromaquia, más que defenderla. “Mario se pone frente a mí en el monólogo de Navegante”, dijo el torero.