Discos
por Xavier Valiño
SILVIA PÉREZ CRUZ: 11 de noviembre (Universal)
Comenzó cantando habaneras con su padre de pequeña y, después, formó parte de Las Migas. En su primer disco en solitario como cantante y compositora, Silvia Pérez recuerda parte del bagaje que la formó: canción de autor que evoca al mejor Serrat, fado, flamenco, samba, sonidos de raíz folclórica y popular de influencia cubana o gallega. En su debut se percibe una nostalgia que recrea, con un sonido inclasificable, aquella música popular de antes que gustaba a todos y que alguien forzosamente tenía que recuperar.
BILL FAY: Life Is People (Deadoceans-Popstock!)
El inesperado regreso del año. Tras dos discos en los 60 olvidados por todos, Fay se dedicó a otros menesteres pero siguió grabando. Recuperados sus temas perdidos en esta década, en 2012 editó su tercer álbum. Life Is People, reflexiona sobre la vida que ha quedado atrás, el dolor, la pérdida y la fragilidad humana desde la visión de un hombre tolerante y humilde, que nunca ha sentido el vértigo del éxito y que no precisa de artificios, que también ha vivido la vida y ha experimentado el amor, que llega a su ocaso sintiéndose en paz consigo mismo y entregando su obra magna.
GRUPO DE EXPERTOS SOLYNIEVE: El eje de la tierra (El Ejército Rojo)
Ya en su primer álbum, Alegato meridional (2006), apuntaban a lo más alto. Este súper-grupo granadino con miembros de Los Planetas, Los Evangelistas, Lori Meyers, 091 o Lagartija Nick sigue fundiendo en su segundo álbum con toda naturalidad la música sureña de Estados Unidos con la tradición flamenco-rock andaluza, aderezándolo también con temas de Kevin Ayers (“Blues chillando en un cubo”). Si en su debut incitaban a la rebelión pacífica, ahora, con un ritmo sosegado y un aliento cálido, lo convierten en una inequívoca y robusta proclama contra la resignación en tiempos difíciles.
PÁJARO: Santa Leone (Happy Palace)
El que fuera guitarrista del legendario Silvio se ha rodeado de colaboradores de lujo para su debut: Raimundo Amador, Kiko Veneno, Dogo -de Los Mercenarios-, Gecko Turner o Julián Maeso. Y es que, para Pájaro, Sevilla, Texas, Nápoles, Nueva Orleans, Roma o Memphis se huelen desde su ventana. Y todo suena (rock’n’roll, blues, surf, swing, saeta, tarantela o spaghetti western) como una misma cosa cada vez que pone los dedos en su guitarra, convirtiendo con magia lo imposible (mezclar el Betis, la Semana Santa, la psicodelia y el delirio más exuberante) en posible.
BURGAS BEAT: Todo lo que vamos dejando detrás (Rock Indiana-Que Queres-Peggy)
Quien los conoce, los venera. Desde sus inicios, Cosecha Roja, su grupo previo, ha tenido seguidores incondicionales. Hace unos años se transmutaron en Burgas Beat, grupo con el que, básicamente, siguen haciendo las mismas -grandes- canciones. Ahora editan su segundo álbum, tercero si tenemos en cuenta Clic, el que grabaron con otro orensano tocado por la gracia de las guitarras, Magín Blanco. De nuevo, pop-rock en estado de ebullición y letras de intimismo melancólico que mira de reojo tanto a Television como a The Feelies.
XOEL LÓPEZ: Atlántico (Esmerarte)
Serrat puso un título rotundo a su disco más conseguido: Mediterráneo. Xoel responde mirando al otro mar que baña las costas españolas con un título, Atlántico, con el que llega a su duodécimo disco y el primero editado bajo su propio nombre. En él, tras su paso por diferentes países de América y su estancia de varios años en Buenos Aires, traza puentes entre ambas orillas de ese océano, España y toda Sudamérica. Como asegura, se trata de una involución, porque este disco bebe de músicas más antiguas. No será excesivamente moderno, pero sí su disco más personal.