ORQUESTA Y CORO NACIONALES DE ESPAÑA (OCNE) TEMPORADA 2012-13
por Jorge Barraca
Ciclo Diálogos (ciclo I-III, concierto 6 y 7)
Dos atractivos conciertos, que la OCNE ofreció poco antes de Navidad, han brindado al público la oportunidad de escuchar a solistas tan reconocidas últimamente como la violinista Lisa Batishvili o la soprano Angela Denoke. También supusieron una ocasión para ver a López Cobos de nuevo en el podio de la Nacional y asistir al estreno de un encargo de la OCNE a la compositora Pilar Jurado. Hay que reconocer que los programas de ambos conciertos conformaban una mezcla abigarrada, especialmente el último, pues en una sucesión de páginas de Chaikovski, Rachmaninov (en el primer concierto) y Beethoven, Berg, Pilar Jurado y Haydn (en el segundo) no resulta fácil ver la lógica integradora. Se puede aludir, eso sí, al tema del Diálogo que se supone hilo conductor de los ciclos de esta temporada. No obstante, es innegable que este año este leit motiv resulta mucho más vaporoso o indefinido que los de temporadas anteriores (por ejemplo, Música en el séptimo arte, Música y Naturaleza, Mirada a Oriente, Paris 1900, Viena 1900, etc.).
López Cobos es siempre un excelente director que, en esta ocasión, ofreció versiones aseadas de las páginas, siempre con un buen control, orden y elegancia pero no toda la hondura y calor que hubiera sido deseable. El Chaikovski de la Mozartiana estuvo perfecto de estilo, pero fue bastante más mozartiano que chaikovskiano, es decir con más clasicismo que melos. Acompañó luego con perfecto equilibrio a Batisahvili y finalizó el concierto con lo mejor: una lectura brillante de Las Campanas que sirvió para descubrir a un Rachmaninov bastante más vanguardista que el tardoromántico más conocido.
El caramelo de la velada fue la actuación con Lisa Batishvili una solista excepcional, que cuenta ya con unas grabaciones de referencia y que nos regaló un Concierto para violín de Chaikovski trepidante, luminoso, emotivo y de un sonido bellísimo. En fin, no es de extrañar que, en el descanso, cuando salió a firmar discos, se formase una cola tan larga en el hall del Auditorio.
El concierto que dirigió Pons arrancó con un Beethoven dramático, el de la Obertura de Coriolano, perfecto en músculo y dinámicas. Tras este el director catalán dio otra lección de sabiduría en los Tres fragmentos de Wozzeck, que Berg usó como material preparatorio de su ópera, y en el que una inspirada y climática Angela Denoke mostró, a pesar de lo breve de su participación, por qué es una soprano de referencia e hizo gala de su una enorme calidad.
Pilar Jurado une en su nueva obra Hard-Core cinco secuencias musicales muy distintas entre sí, con variedad de rítmicas, climas, recursos tímbricos e inspiraciones. El contacto con la emoción, el sentimiento confieren unidad a esta página ecléctica que fue recibida con bastante frialdad por el público.
Pons cerró su actuación al frente de la OCNE con un límpido ejercicio clasicista en la ejecución de la Sinfonía núm. 100 “Militar” de Haydn. Excelente trabajo de las cuerdas, con empaste y agilidad, y perfecto encuadre de la batuta en el estilo.