PHE: Esquizofrenia Tropical
por Ángela Rubio
Instituto Cervantes. Madrid. Hasta el 16 de septiembre de 2012
Este proyecto expositivo sintetiza el visionado de porfolios realizados durante la última edición de Trasatlántica PhotoEspaña organizado por la AECID y PHE en AECID/Embajada de España en Bolivia y el Centro Cultural de España en Santo Domingo. El comisario Iata Cannabrava, ha seleccionado 14 trabajos fotográficos para mostrar y reflexionar sobre la bipolaridad que experimenta Latinoamérica. La mayoría de estos trabajos se encuadran en la fotografía documental, a la que por cierto dan una nueva dimensión en ese marco geográfico.
Estos documentos visuales demuestran que se puede hablar de ciertas realidades sociales sin sufrimiento, sin dramatismos. Tanto el fondo como la forma carecen de angustia y teatralidad. Aunque la política está ausente en estos trabajos, muchos de estos fotógrafos no abandonan el compromiso y optan por la visualización de dramas persistentes. Otros sin embargo se han centrado en los cambios sociales, en el crecimiento económico, en el ascenso de las clases medias y en el optimismo que todo esto ha generado.
Lo que nos vamos a encontrar al adentrarnos en el espacio que el Instituto Cervantes dedica a exposiciones -en si mismo una obra de arte que magnifica cualquier proyecto- es el trabajo de Jorge Taboada (México 1974) el cual ironiza sobre los problemas sociales provocados por la densidad poblacional que genera estructuras urbanísticas estandarizadas y racionalmente represivas donde el individuo se disuelve dentro de la estructura. Estos espacios suburbanos se han generado con carácter urgente y por tanto muchas veces carecen de una planificación sostenible creando problemas de hacinamiento, comunicación, transporte…lo que conduce a la marginalidad y a los conflictos sociales. Este proyecto, en realidad gira en torno a la fragilidad de las identidades que quedan casi disueltas. Para enfatizar esta idea toma distancia y realiza estas fotografías desde el aire resultando un paisaje cuadriculado y asépticamente pulcro, casi abstracto donde el cuerpo y la humanidad quedan omitidos. La violencia y el conflicto son disfrazados por la armonía disciplinada.
También con la arquitectura como principal objeto artístico podemos ver el trabajo de Tuca Vieira (Brasil 1974) Fotografías de Copan, uno de los edificios emblemáticos y simbólicos de Sao Paulo proyectado por Niemeyer en 1951. Considerado como el mayor edificio residencial de América Latina con más de 6.000 habitantes. En 105 imágenes individuales fundidas posteriormente, en las que muestra lo que no puede verse a simple vista intentando crear una geografía propia en la que el espectador hace sus propias elecciones y se vuelve voyeur. Más interesante aun resulta, Paraisopolis originariamente realizada en 2004 para el periódico Folha de S. Paulo. Tomada desde un helicóptero, muestra el punto de encuentro entre la chabola de Paraisopolis y el rico barrio de Morumbi ilustrando así la desigualdad social de Brasil y América Latina en general. Refleja la tensión constante de la ciudad-gueto, donde el muro está en todas partes. Estos dos trabajos son buena muestra de que la fotografía arquitectónica va más allá de lo aparente a primera vista, que sí tiene fondo y por tanto no es mera estética vacía, algo de lo que frecuentemente se le acusa.
También destacaría, por su originalidad en el enfoque temático y por la estética empleada, el trabajo de Jose Luis Cuevas (México 1973) pieza clave del Nuevo Documentalismo Mexicano caracterizado por romper convencionalismos y asumir la fotografía documental como un discurso estético expansivo y expresivo. Aquí se presenta su serie Nueva Era, una exploración a fondo de la condición humana que lejos de sólo documentar, interpreta, provoca y se identifica con personajes en situaciones desconcertantes dentro de un contexto de pseudoespiritualidad (sectas, nuevas deidades, brujería, rituales, totemismo…) Cuevas utiliza una iluminación espiritual, un haz de luz focalizada; y alumbra y somete a los personajes dentro del mundo donde sólo existe penumbra, dolor y desesperanza.
El muralismo está presente en Memoriales, el proyecto de Alejandro Olivares (Chile 1981) quien lleva años indagando sobre la proliferación de nuevos subsistemas en el orden social. Los murales se convirtieron en símbolos y aclamaciones del y sobre el pueblo de Chile, representaciones sociales del que no pudo hablar, del que murió sin gloria en los márgenes del anonimato víctima del crimen del narcotráfico. Olivares aporta con estas fotografías, visiones críticas y reflexivas que hacen entrar estos murales en la esfera pública sin la intercesión del poder mediático. Da voz a situaciones silenciadas.
Guadalupe Casasnovas (República Dominicana 1960) también habla de la violencia aunque utilizando otros medios estilísticos formales. A partir del concepto “sombra y reflejo” analizado en sus tres dimensiones –física, formal y emocional o poética- reflexiona acerca de la normalización de la violencia. Constantemente emiten imágenes altamente violentas y éstas son presentadas como algo normal. Quiere también que nos demos cuenta de que a pesar de que somos conscientes de la influencia negativa que tiene en nosotros el visionado de estas secuencias, seguimos exponiéndonos cada día a ellas. El reflejo nos devuelve una imagen de nosotros mismos envuelta e integrada en ese mundo y no parece importarnos.
Mayra Martell (México 1979) presenta Ciudad Juárez. Diario de recuerdos. Esta localidad, dejando aparte las zonas en guerra, está considerada como una de las más violentas del mundo. Hoy es un campo de batalla de los cárteles de la droga, escenario de todo tipo de delitos y principal foco de desaparición de personas. Es un claro ejemplo de como una ciudad puede consumirse así misma. Por un lado aparecen fotografías de edificios de la ciudad, alrededor de los cuales no se ve rastro de vida, no hay personas caminando por los alrededores. Por otro lado fotografías de interiores de locales nocturnos de dudosa reputación en las que aparecen las que Martell llama sexoservidoras o interiores de casas en las que retrata a sus ocupantes. Imprime las fotos y las pega en un cuaderno añadiendo notas en las que aporta datos identificativos y cronológicos de las tomas o en las que cuenta un poco de la historia vital de estas personas.
Lucia Balagli (Argentina1981) También presenta fotografías de interiores centrándose en este caso, en la prostitución, en la violencia de género pero sobretodo en la vida de las madres adolescentes. El proyecto Adolescere reflexiona acerca de como ser mamá cuando todavía no se ha aprendido a ser mujer, cuando todavía se está creciendo. Estas fotografías fueron tomadas en hogares para madres menores de edad a los que llegan por mediación de los juzgados con denuncias de maltrato, abuso por parte de personas cercanas, adicciones o robos y allí intentan llevar una vida más saludable al tiempo que fortalecen los vínculos afectivos con sus hijos.