“Goya, estampas de invención”
por Alberto López Echevarrieta
Museo de Bellas Artes de Bilbao, del 11 de junio al 23 de setiembre de 2012
Las cuatro series completas de grabados de Goya, Caprichos (80), Desastres de la guerra (82), Tauromaquia (40) y Disparates (22), componen la exposición Goya, Estampas de invención que presenta el Museo de Bellas Artes de Bilbao utilizando elementos de su propia colección con el patrocinio de BBK. Estas estampas muestran el talento del genio aragonés y el punto de inflexión que supuso su obra dentro de la historia del grabado, aspecto que se evidencia al contextualizar sus estampas con una treintena de trabajos de artistas anteriores, coetáneos y posteriores a él.
Fondos de excepción
“Yo no he tenido otros maestros que la Naturaleza, Velázquez y Rembrant”, dijo Francisco de Goya (Fuendetodos, Zaragoza, 1746) – Burdeos, Francia, 1828), apuntando de esta forma tan directa a quienes marcaron su creatividad, porque si es incuestionada su maestría con los pinceles no menos lo es con los buriles al convertirse en uno de los grabadores que más influencia han tenido en el mundo del arte. “Su contribución como tal en Europa está fuera de toda duda, señala Javier Novo, jefe del Departamento de Colecciones de la pinacoteca vasca. Goya practicó todas las técnicas del grabado y fue en esta especialidad donde encontró mayor libertad al dar rienda suelta en el papel a la sátira mordaz, cosa que no era de recibo en la pintura”.
Fundamentalmente la muestra cumple dos objetivos: Exponer parte de unos fondos que, por estar en soporte papel, son muy sensibles a la luz y dificulta su forma de exposición, y por otra orientar las adquisiciones, ya que permite ver las necesidades y huecos que hay en la colección de la pinacoteca con las miras puestas en logros posteriores.
“Gracias a este repaso hemos podido completar las cuatro series de Goya, ha dicho Javier Viar, director del Museo en la presentación. La titulada “Disparates” se completó en 2008. Otro tanto ocurrió con los dos últimos grabados que nos faltaban de “Desastres de la guerra”. Estas adquisiciones ya estaban orientadas hacia esta exposición”.
Importancia de las series
La exposición se centra en la importante obra calcográfica de Goya que incluye las más importantes series de grabados que realizó, ofreciendo una visión completa de ellas junto a otros trabajos sueltos seleccionados en función de su extraordinaria calidad o de su carácter prácticamente inédito, dándose la circunstancia de que en algunos casos se trata de ejemplares rarísimos debido a que el propio autor destruyó las planchas de impresión.
Estos grabados fueron realizados dentro de una cronología que abarca prácticamente el transcurso entero de su vida, por lo que constituyen un manifiesto preciso sobre su evolución técnica, artística y personal, a la vez que conforman una crónica gráfica de extraordinario valor sobre la vida y costumbres de la sociedad de su época. Por todo ello, la muestra que ahora se exhibe cabe considerarla como un documento artístico de la máxima importancia a la vez que poco frecuente.
Los Caprichos (1797-1799), primera de las cuatro grandes series creadas, fue editada y puesta a la venta en 1799. Desafortunadamente, no contó con la aceptación deseada por su autor, posiblemente porque el mercado de aquella época pedía representaciones religiosas y porque la sociedad española del momento carecía de madurez artística. Finalmente, Goya decidió retirarla de la venta en 1803, motivado ante el temor a posibles represalias que, al parecer, y debido al contenido de las imágenes, pudiera haber tomado la Inquisición. Regaló las planchas y los ejemplares que aún conservaba a Carlos IV, de quien era primer pintor de cámara, a cambio de una pensión vitalicia para su hijo.
La serie Desastres de la Guerra (1810-1814) fue creada a partir de la Guerra de la Independencia, aunque el autor no representa escenas que viera de forma directa, sino que empleó el marco bélico para idear representaciones en las que mostrar la barbarie de la que es capaz el ser humano, universalizando la violencia y su irracionalidad. De hecho, no siempre se distingue a qué bando pertenecen los personajes, que en ocasiones pasan a ser simples cuerpos torturados o mutilados.
Goya inició la serie Tauromaquia (1814-1816) movido principalmente por la necesidad de tratar un tema popular de fácil venta y que no molestara a la censura. Las fuentes que empleó iban desde aquellas literarias que hacían referencia al origen y tradición de la fiesta taurina hasta noticias y sucesos de la época. No empleó ninguna fuente artística de forma directa, aunque sí tuvo presente el álbum de estampas que Antonio Carnicero había publicado en 1790 y que había sido ampliamente difundido. Uno de los elementos novedosos que introdujo Goya fue la explícita violencia de algunas de las escenas, considerada como una referencia antitaurina proveniente del entorno de sus amigos ilustrados.
Finalmente, Disparates (1816-1819) fue su última gran serie, probablemente inconclusa. Es la serie más hermética y enigmática de todas y en la que el artista gozó de mayor libertad creativa. Con una cuidada calidad técnica, hizo un particular uso expresivo del aguatinta y del aguafuerte para obtener unos resultados específicos, como los fuertes contrastes de claroscuro que constituyen la culminación de la carrera de Goya como grabador.
Historia del grabado
La exposición no sólo se centra en Goya, sino que ofrece una amplia panorámica de las técnicas del grabado calcográfico en cobre. Hace una pequeña historia de las mismas mostrando las herramientas, los buriles y las planchas con las que se trabajaba.
Para Novo, “esta muestra hace hincapié en tres puntos fundamentales: El lugar que ocupa Goya en el grabado, la historia del grabado en sí mismo y la técnica propiamente dicha”.
El interés de estos grabados es evidente, porque siempre se intenta descubrir en ellos un discurso enriquecedor que pueda ir más allá de su propio valor. Se ve en ellos la evolución del pensamiento práctico del autor al tiempo que se incide en la propia historia del grabado, con los grandes especialistas anteriores, contemporáneos y posteriores del genio aragonés. A tal efecto se ha montado un tórculo para estampar grabados realizados sobre metal que perteneció al artista Gabriel Ramos Uranga, así como una pantalla multitáctil en la que, con solo poner las manos encima, se tiene acceso a contenidos adicionales pudiéndose navegar por una selección de grabados reproducidos en alta resolución. Un video sobre la técnica de los grabados completa esta exposición indispensable para que cualquier espectador se dé cuenta del talento magistral de Goya.