Germán Yanke: Jesús de Sarría, el nacionalista heterodoxo
por Alberto López Echevarrieta
Editores Muelle de Uribitarte y Bilbao 700. 163 páginas
Bajo el título Jesús de Sarría, el nacionalista heterodoxo, la colección bibliográfica Bilbainos recuperados recobra la figura de uno de los personajes que más influencia tuvo en la cultura vasca de principios del siglo pasado gracias al trabajo de investigación llevado a cabo por Germán Yanke. El nombre del aludido en el titular de la obra puede que diga poco o nada a más de uno, ya que su obra fue de poco menos que anónima tras la mesa de un despacho sobre la que se planeó una de las publicaciones más importantes del país, Hermes. Esta revista, que vio la luz de 1917 a 1922, se distinguió por contar como colaboradores a los escritores más distinguidos de la España del momento, manteniendo un perfecto centro de independencia política. Sarría fue asimismo autor de obras literarias próximas al nacionalismo vasco que profesó.
El hombre
Jesús de Sarría (1887-1922) nació en La Habana (Cuba) en el seno de una familia vizcaína que se vio en la necesidad de emigrar por razones económicas. Se le considera bilbaíno por eso de que, como recuerda el autor al inicio, los bilbaínos nacen donde les da la gana. Lo cierto es que este hombre estudió Derecho Mercantil en el Reino Unido y en 1910 llegó a Bilbao para trabajar en un bufete que alternó con una activísima vida cultural. La obra maestra por la que ha pasado a la historia es la creación de la revista Hermes, un proyecto que surgió en el transcurso de una conversación mantenida con Joaquín de Zuazagoitia, farmacéutico, escritor y político madrileño que llegó a ser alcalde de Bilbao.
Sarría, según Yanke, era un nacionalista de amplias ideas internacionales: “Aceptaba el independentismo predicado por Sabino Arana, del que era gran admirador, pero sin renunciar a la vinculación española”. Concibió la publicación con la intención de equilibrar políticamente su contenido y a fe que lo consiguió. Ese fue su gran logro. La financiación corrió a cargo de la familia Sota, de su mismo signo político, y en su comité directivo figuraron los nacionalistas Ignacio de Areilza, Ramón de la Sota y el propio Sarría, y José Félix de Lequerica, Joaquín de Zuazagoitia y Mourlane Michelena de evidente matiz político opuesto. A todos ellos les unía el interés por la cultura dejando a un lado sus particulares pensamientos ideológicos.
Junto al equilibrio de contenidos, Sarría consiguió lo que parecía imposible, una impresionante nómina de colaboradores de gran importancia nacional que mantuvieron la estabilidad requerida: Juan de la Encina, Arturo Campión, Alejandro de la Sota, Margarita Nelken, Ramiro de Maeztu, los citados Pedro Mourlane Michelena y José Félix de Lequerica, así como el propio don Miguel de Unamuno al que se le ofreció la presidencia de la revista, el periodista Ramón Belausteguigoitia; Koldo Eleizalde, amigo de Sabino Arana cuyas ideas primero compartió y luego evolucionó, un hombre muy culto formado también en Londres; Manuel Aznar “Imanol”, abuelo del expresidente José María Aznar; Rafael Sánchez Mazas, escritor y destacado falangista en el polo opuesto del anterior, etc. “Todos querían construir un País Vasco basado en la cultura”, señala Germán Yanke.
Hermes fue una tribuna respetuosa y cordial de afirmación y defensa de los valores, tradiciones e intereses vascos que no tuvo rival en España. A un nivel inferior estaba La pluma, que se publicaba en Madrid. Aún no había nacido Revista de Occidente.
La obra
El libro de Yanke tiene una virtud principal: Sabe ambientar perfectamente una época clave en el desarrollo cultural del País Vasco que corresponde al principio del siglo XX, cuando se produce el desarrollo industrial, surgen los problemas laborales que dan pie a las reivindicaciones sociales y aparecen con fuerza los partidos políticos. Todo ello lo hace con una amenidad que te incita a la lectura por los tortuosos caminos de la biografía de un hombre “que vestía extravagantes chalecos de colores, según decía, adquiridos en sus años londinenses”, según el autor.
Sarría aparece en este libro como un hombre melancólico y angustiado entregado a una causa literaria que le produjo muchos sinsabores. En su afán de llevar a cabo una empresa periodística de aquellas características en la que se quería dar a conocer lo mejor del mundo, se tropezó con incomprensiones dentro incluso de su propia familia a la que trató de convencer, como a los demás, que “para sacar adelante el país necesitamos a todos”.
Aquella falta de entendimiento le condujo a un fatal desenlace cuando contaba 35 años. Puso fin a su vida lanzándose al vacío desde un balcón de su casa en el Casco Viejo bilbaíno.
El libro resulta imprescindible para estudiosos de ese fenómeno editorial que fue Hermes y para quienes quieran conocer el ambiente de un Bilbao en plena evolución industrial y social. Germán Yanke, periodista vasco que en la actualidad colabora en ABC Punto Radio, TVE y RNE, es autor de cuatro poemarios, varios ensayos políticos y otros sobre la poesía española del siglo XX y sobre Bilbao. Su antología Los poetas tranquilos es un referente de la poesía de los años 80. Otra biografía notable es la que escribió sobre Blas de Otero.