Gabriele Nuzzarello, artista polifacético
por Julia Sáez-Angulo
Quince años en España lo avalan como artista de este país. Gabriele Nuzzarello (Comisso. Italia, 1955) conoció España durante unas vacaciones y decidió instalarse, para proseguir aquí su carrera profesional artística. Primero fue en Barcelona y Madrid y, tras el paso de un lustro en la localidad catalana de Rosas, ha regresado a Madrid, donde tiene contactos y amigos. Vive en pleno corazón de la ciudad, junto al palacio de la Ópera.
Actualmente trabaja en una serie de cuadros al óleo, sobre el toro, como emblema español y mediterráneo. Suele trabajar por series y en su haber figuran las de Corazones, Autorretratos/flores, Lunas, Soles y Estrellas, Meninas… Su lenguaje maneja un alfabeto propio hecho a base de barcos, casas, ojos, lunas, flores, corazones… lo que le confiere una visión pop con toques de ingenuidad y surrealismo, con acentos matissianos y mironianos. Sus personajes emergen en medio de cuidadas veladuras al óleo, que el pintor cuida con esmero y fineza. De vez en cuando algún retrato, con la fresca espontaneidad de su lenguaje.
Artista versátil trabaja la pintura, escultura, dibujo, collage, cerámica, diseño de muebles, joyas… Es artista total. Confiesa que le gustaría “ser un Leonardo del Renacimiento y abarcar todo el conocimiento”. Los materiales que utiliza van desde el papel de arroz al hierro de las esculturas, pasando por el cartón, la tabla, la cerámica, el lino o el lienzo. Sus raíces parten en la infancia y primera juventud de su admiración a dos artistas franceses como Rouault y Soutine, a los que conoció por libros y los que le llevaron a París. Una vez en la capital del Sena se topó con Henri Matisse que le llenó de plenitud y todavía hoy le rinde homenaje al dibujarlo en una filigrana del fondo de muchos de sus cuadros. Después de algún tiempo de trabajo en el campo de la moda, se volcó con empeño al arte, sin abandonar la filosofía de la Bauhaus, de lo “bello útil”.
Gabriele Nuzzarello se confiesa “un soñador que vive, crea y trabaja con emociones”. La luna le fascina como elemento inspirador de muchos de sus temas sin considerarse un lunático. La luna es misterio y fuente de sugerencias plásticas para sus collages o pinturas sobre papel, así como para sus esculturas fijas o móviles, de hermoso efecto plástico. Disfruta con el papel hecho a mano y con él lleva a cabo planos y relieves. Viaja con placer a la industria papelera de Santa María della Stella, cerca del Etna, donde puede elegir y seguir los procesos del papel que requiere para sus obras de arte.
Nuzzarello diseñó una bellísima escultura monumental para la ciudad de Rosas, en la que conjuntaba diversos elementos alusivos de la ciudad. De hecho buena parte de sus esculturas de pequeño o mediano formato, están concebidas al mismo tiempo para registrar la gran escala. El diseño de todos los elementos para un Hotel de Florencia fue un reto del que se siente orgulloso. Desde las vajillas a los muebles, fue un recorrido de imaginación creativa que quedó plasmado en los elementos de la vida cotidiana. El artista italiano se siente orgulloso de la fidelidad de sus coleccionistas en España, país donde ha elegido vivir, sin renunciar jamás a la bella Italia.