Carmen Bermúdez Melero: “Filosophari. La furia y la armonía”
por Julia Sáez-Angulo
Ediciones Vitrubio. Madrid, 2011. 44 págs
La poetisa, pintora y crítica de arte Carmen Bermúdez Melero (Jaén, 1940), residente en Madrid desde 1979, ha publicado su libro “Filosophari. La furia y la armonía” en el rincón de Don Antonio del Café Comercial de Madrid, en la glorieta de Bilbao. María José Pérez Grange ofició la ceremonia de la presentación en un acto que estuvo muy concurrido y en el que no faltaron el poeta Antonio Hernandez ó Tomás Paredes, también poeta y presidente de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte, AMCA, quien ha escrito sobre la autora:
“Filospfhâri” huele a naturaleza, a campo; en sus poemas se desata un ritmo que nos impregna de música; sueños, ensoñaciones, imaginación y fantasía cabe una lisura campechana del decir. Sin dejar de ser profundo es sencillo, sin renunciar a la dureza es se-da; sin levantar la voz, canta con los pájaros que vuelven. Y nostalgia, hay melancolía, soledad, dolor, y un son de despedida. “Fue ciego el corazón creyendo/ que siempre vol -verían las primaveras”.
Treinta y dos poemas donde la autora reflexiona sobre la vida, su sorpresa y su sentido, en definitiva filosofa en el sentido de preguntarse por las cuestiones más arduas y esenciales del vivir y el existir, la ansiedad, el deseo, la esperanza… “¿Por qué no puede un deseo remover el mundo”, se pregunta en uno de sus poemas. “Ruge la noche en el ánfora del tiempo,/ rugen los deseos removiendo las pupilas,/ los abismos, los vacíos, los espacios; un azar exigente, cruel, trazó el camino; la vida se llenó de errores rompiendo la armonía…”
El poemario “Filosophari” termina con el poema titulado “Mi legado”: “Os dejo tanto inacabado, tanto…, / porque he vivido soñando distraída/ y me faltó llegar a todos los planetas”.