El Museo de Bellas Artes de Bilbao restaura 8 importantes obras
por Alberto López Echevarrieta
Ocho obras de singular importancia en la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao han sido presentadas en sociedad tras la restauración llevada a cabo en los últimos meses gracias al mecenazgo de El Corte Inglés. Se trata de “Las mujeres del mar” (Gustavo de Maeztu, 1916), “Urrutia y Aranoa” y “Hemmingway y Duñabeitia” (José María Ucelay, 1951 y 1957), “Cepa 2” (Vicente Larrea, 1967), “Milicianos en Extremadura” y Aldea vasca en 1936” (Carlos Sáenz de Tejada, 1936), “La Virgen del muro” (Alberto Durero, 1514) y “Sansón y Dalila” (Pieter van der Werff, siglo XVII). Hasta ahora han sido 108 las obras que se han restaurado desde el año 2001 gracias al programa “Zaindu” que patrocinan los grandes almacenes.
En tan delicado trabajo han intervenido, junto a profesionales, alumnos de distintos centros de Bellas Artes bajo la dirección de José Luis Merino, jefe de restauración de la pinacoteca, quien, en la presentación, ha señalado el cuidadoso respeto que se ha tenido con cada uno de los trabajos y la aplicación que se ha hecho de métodos técnicos que los preserven en un futuro.
Durero
“La Virgen del muro” es una obra realizada con buril sobre papel por el más importante pintor renacentista, Alberto Durero. Data de 1514 por lo que pertenece a la época en que el de Nüremberg hizo sus mejores grabados. “Se ha hecho un buen trabajo, asegura Merino. Hemos retirado algunos adhesivos que tenía en el reverso así como puntos de oxidación, procediendo a una limpieza superficial de ambas caras. Finalmente se ha montado la obra en materiales neutros”.
Sáenz de Tejada
Carlos Sáenz de Tejada, formado en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde fue alumno de Sorolla y Romero de Torres, empezó su actividad como ilustrador para publicaciones como “ABC”, “Blanco y negro” y “Nuevo Mundo”. En París fue figurinista de “Vogue”. Durante la Guerra Civil trabajó para publicaciones del bando franquista siendo elegido al acabar la contienda como director artístico de la “Historia de la Cruzada Española” de Joaquín Arrarás para la que hizo las dos obras que se acaban de restaurar: “Milicianos en Extremadura” en carboncillo y aguada, y “Aldea vasca en 1936”, a lápiz y aguada. “Ambas tenían sus superficies bastante sucias y amarilleaban, indica Merino. La primera tenía adhesivos en la parte posterior y la segunda presentaba un doblez en el borde superior. Les hemos hecho la prueba de solubilidad retirando los adhesivos para luego limpiar a fondo las dos caras antes de consolidar los soportes”.
Ucelay
Las dos pinturas de José María de Ucelay son dos óleos sobre lienzo que representan sendos retratos dobles: Uno dedicado a “Urrutia y Aranoa” y el otro a “Hemingway y Duñabeitia”. Ucelay, que durante la Guerra Civil fue director de Bellas Artes del Gobierno de Euzkadi y en 1937 comisario de la Sección de Euzkadi en el Pabellón Español de la Exposición Universal de París, era amigo de los cuatro personajes, pero éstos no posaron conjuntamente para el pintor haciendo éste su propio “collage”. Fue el propio Hemingway quien le encargó un cuadro en el que apareciera con Duñabeitia, pero no llegó a ver acabado el trabajo ya que se suicidó antes de que quedara concluido. “Estas obras tenían deformaciones en los soportes y perforaciones de montajes anteriores. También se apreciaba en ellas un ligero estrato grisáceo por contaminación ambiental. En sus restauraciones hemos consolidado la materia pictórica corrigiendo las deformaciones y las roturas del soporte. El resultado final es que ambos cuadros han ganado mucho con la operación”.
Larrea
Vicente Larrea es un escultor de raza y de casa. Empezó en el taller de su padre para pasar luego a Solesmes (Francia) donde aprendió oficio del maestro Raymond Dubois. Alterna figuración y abstracción y numerosas obras suyas se pueden ver en espacios públicos de Bilbao, Vitoria, Pamplona, Valladolid y Madrid. “Cepa 2” (1967) es un óleo sobre madera que se encontraba afectado por la humedad. También tenía sustancias sin identificar y retoques que resultaban muy evidentes. “La obra fue donada al museo el año pasado, dice Merino. Le consultamos al autor sobre la forma de acometer la restauración y ésta se ha llevado a cabo con su asesoramiento. Así le hemos limpiado el estrato superficial y hemos consolidado el material pictórico”.
Van Der Werff
El “Sansón y Dalila” del holandés Pieter van der Werff es un óleo sobre lienzo que data de finales del siglo XVII. Poco se sabe de este pintor, posiblemente porque su obra quedó eclipsada por la de su hermano mayor Adrien, que fue su maestro. Pieter siguió sus pautas copiando el estilo y dedicándose a retratos y pinturas de género y de historia en pequeño formato. Ésta es una de ellas. “La obra presentaba muchos defectos como consecuencia de restauraciones antiguas no siempre acertadas. Incluso acusaba el daño de cambios de bastidor y diminutos levantamientos de pintura. Tampoco la moldura del marco estaba en buenas condiciones, así que le hemos hecho un tratamiento completo empezando por los barnices a los que hemos dado un retoque para eliminar el tono amarillo que habían cogido y finalmente se le ha dotado de una protección para el futuro”.
Las ocho obras ofrecen un extraordinario aspecto en este retorno a las salas de la pinacoteca vasca.