EL MODELO SE MUEVE
por Alberto López Echevarrieta
Museo de Bellas Artes de Mons, Rue Nueve 8, Mons, Bélgica, del 10 de setiembre de 2011 al 5 de febrero de 2012
El Museo de Bellas Artes de Mons, en la Bélgica valona, cerrará sus puertas el próximo mes de febrero de 2012 para proceder a su remodelación interior. Las obras, que se espera duren un año, obedecen al interés del popular BAM por afrontar el reto que se le presentará a la ciudad en el 2015, fecha en la que será Capital Cultural de Europa. Para su reapertura se está preparando una gran exposición dedicada a Van Gogh, genial pintor holandés que llegó a vivir un tiempo de su vida en Cuesmes, a tres kilómetros de Mons, donde se inició en las artes.
El Museo de Bellas Artes de Mons
El BAM, construido entre 1908 y 1911 en un terreno ocupado anteriormente por un convento religioso, abrió sus puertas en 1913 con una exposición de obras procedentes de la capilla de las Salesas, situada en la inmediata Plaza del Parque. El inmueble fue agrandado en 1970 con la construcción de nuevos locales en la parte que ocupaban los jardines de la fachada principal y el arreglo de un piso en el interior. A lo largo del año tiene múltiples actividades en torno a las artes plásticas con exposiciones temporales y una selección de colecciones permanentes que abarcan el período comprendido entre los siglos XV y XXI. Dispone asimismo de un nuevo centro de documentación y un servicio educativo de museos comunales, el Dynamuseum, que posibilita el acceso de los más jóvenes.
El modelo se mueve
La última muestra que presenta el BAM antes de su clausura lleva el título de Le modèle a bougé / El modelo se mueve, definición que el pintor y escultor francés Edgar Degas, autor de la famosa Escuela de danza (1874), dio en cierta ocasión a los retratos que hacían algunos de sus contemporáneos, especialmente Eugène Carrière, cuya pintura se caracterizaba por trazos borrosos, como ese óleo sobre tela conteniendo el rostro de Madame Eugène Carrière que ahora se muestra en el BAM. El autor de la famosa Escuela de danza (1874) se preguntaba irónicamente si a la hora de hacer un trabajo era necesario que éste estuviese confuso, que se buscase la movilidad de la imagen a través de líneas difusas que podían hacer creer que era un fallo del artista.
Degas lo tomó a broma y así se lo consideraron los afectados que se defendieron argumentando que buscaban la imagen en movimiento sin sospechar que eso, unos años después, se llamaría cinematógrafo y como tal sería una industria. Pero a pesar del cine, muchos artistas continuaron pintando o fotografiando imágenes borrosas, como Pyramide (1966) de Gerhard Richter, presente en la muestra, que de lejos aparenta ser una fotografía y de cerca es un óleo sobre tela.
Existe una extraña confusión entre lo que es una fotografía perfectamente nítida y otra que parece (o lo es) movida intencionadamente. La primera es arte, ¿y por qué no la segunda?. Un ejemplo lo tenemos en esa Modelo desnuda de rodillas en actitud de rezo (1907) obra de Constantin Brancusi. La incógnita está presente en esta curiosa exposición que abarca las artes plásticas, la fotografía y la imagen animada.
Duchamp, Matisse, Cartier-Bresson…
La muestra, que tiene un trabajo de Henri Cartier-Bresson en su cartel, viene a ser un diálogo asombroso entre las diferentes obras modernas cuya realización gira alrededor de esta temática. Intervienen en él obras de Marcel Duchamp y Henri Matisse, de Lili Dujurie y Orla Barry… Se incide en los propios deseos de los artistas y la forma en que estos han querido reflejar a sus modelos, desprendiéndose curiosas ideas en torno a la cuestión del tiempo empleado en el posado.
En una exposición con esta dedicación no falta la famosa obra Estudio del movimiento durante un combate de lucha (1890) realizada por el famoso fotógrafo inglés Edward Muybridge en su continuo tratamiento de la descomposición del movimiento en sus diversas fases. Una sucesión de planos que de inmediato nos hace pensar en el cine. O la misma Marcel Duchamp descendiendo la escalera (1954) de Eliot Elisofon. La función del estudio como escenario del posado del modelo está representada por las obras de Fischli & Weiss (Natürliche Grazie, 1985) o de Claude Cattelain, pero también de otras más elaboradas de Leon Vraken (Sin título, 2011) o del ya citado Constantin Brancusi (Autoportrait avec deux motifs du Baiser, 1934).
El movimiento que aquí se aprecia pudo haber sido producido por el modelo o por el artista. Llegamos así a la eterna cuestión: la relación entre las artes plásticas y el movimiento a través de las obras de Henri-Cartier Bresson (Alberto Giacometti, 1961), Gabriel Orozco (Sin título, 2001) y Suchan Kinoshita (Two times two… or before opening the curtain, 2008). Y junto a ellos, los trabajos de Hans Bellmer (La muñeca, 1937-1949; Portrait d’Unica, 1964), Roni Horn (Clownmirror, 2001), Ulla von Brandenburg (Around, 2005) y Hélène Amouzou (Sin título, 2008 y 2009).
Una exposición, en suma, imprescindible para comprender la tensión a que estuvieron sometidos artistas famosos tratando de captar lo que no es transitorio y se nos escapa.