Rops y Rodin unidos por el erotismo
por Alberto López Echevarrieta
Museo Félicien Rops, de Namur, Bélgica, del 1 de octubre de 2011 al 8 de enero de 2012
El Museo Félicien Rops, de la capital valona de Namur, en Bélgica, inaugurará el próximo 1 de octubre una exposición que, bajo el título de Los abrazos humanos, reunirá las obras más eróticas de dos consumados artistas como son August Rodin y el propio Rops. La muestra tendrá como escenario la casa natal del pintor valón donde se puede ver además la más importante colección del artista, incluidas algunas de sus obras maestras, como Pornocratés, La dame au pantin y Satán siembra grano.
Rops autodidacta
Félicien Rops (1833-1898) está considerado como uno de los artistas belgas más genuinos del siglo XIX, ya que trabajó con la misma intensidad y perfección la litografía, el grabado y la pintura. Hijo único de un comerciante aficionado a la floricultura y la música, destacó desde su más tierna edad en la modalidad de dibujante, cuando hacía caricaturas de sus profesores en el colegio Notre-Dame de la Paix de Namur, dependiente de los Jesuitas, donde cursó sus primeros estudios. “He aprendido un montón de cosas inútiles que serán el sustrato de mi vida”, dijo al abandonar el centro escolar. Era evidente que le gustaba la buena vida y sus placeres.
Cursó estudios en la Academia de Bellas Artes de Namur, donde el profesor Ferdinand Marinus le enseñó las claves del romanticismo. Poco después, ya estudiando Filosofía y Derecho en la Universidad Libre de Bruselas y animado por sus propios compañeros, empezó a publicar sus dibujos satíricos en las revistas “Société des Joyeux” y “Cercle des Crocodiles” cosechando un gran éxito. Fue una época en la que Rops tomó contacto artístico con Artan, Dubois, Charles de Groux y Constantin Meunier, futuras destacadas figuras del realismo en Bélgica. Fruto de estos encuentros fue la inquietud que Félicien mostró por diferentes técnicas de trabajo, entre ellas el heliograbado, aguafuerte, barniz blando y aguatinta y, más tarde, procedimientos fotomecánicos de reproducción.
La colección permanente
La muestra permanente de la obra de Rops permite seguir paso a paso la evolución del artista. Satán siembra grano (1867), realizado en óleo, lápiz negro y guache, es uno de sus trabajos más representativos. El retrato de Pallas (1875) nos presenta a una mujer guerrera, cargada de atributos bélicos, que mira desafiante al espectador. No menos famosa es La medalla de Waterloo (1858), una litografía en la que encontramos a Napoleón derrumbado bajo el peso de la condecoración a que hace mención el título.
Rops hizo dibujos, litografías, grabados, pintura y hasta diseñó ropa femenina, como se aprecia en su museo. Trabajó mucho y se divirtió más, sobre todo en su etapa en París. Son famosos sus dibujos eróticos y críticos a la vez. Su obra maestra, presente en este museo, es Pornokratés (1878), acuarela, guache, pastel y resaltos de guache y de oro. Representa a la mujer burguesa y la coloca desnuda y de perfil, llevando como animal de compañía a un cerdo. Únicamente la tapan esos abalorios que se pueden conseguir en cualquier mercadillo. Frente al orgullo que muestra la mujer está la actitud de unos angelitos que, sobre el cielo azul, muestran su asco y rechazo por el personaje. La obra escandalizó en cuantos lugares se presentó.
Otra de sus especialidades fue la ilustración literaria. Sus trazos han quedado para la historia en libros como Chair, de Paul Verlain, edición 1896, y en El pudor de Sodoma, de Gustave Guiches.
Viajero y demoníaco
Se dice que Rops fue un artista muy activo. Su obra es vastísima. Tal vez el secreto está en el dominio que tenía de los medios técnicos. Viajó mucho y aprovechó para dibujar paisajes de cuantos lugares visitaba. En 1880 estuvo en España donde tomó apuntes de Toledo, Sevilla, Madrid y Granada, y se inspiró para crear La última maja y Perla del Albaicín. Rops se distingue por el erotismo rayano con la obscenidad y el sacrilegio con ciertos toques romántico-simbolistas que imprime a sus obras. Las referencias satánicas son constantes en su famosa colección Las diabólicas, nacida de un proyecto compartido con su amigo, escritor y crítico Octave Uzanne, en la que establece una relación entre la mujer burguesa y el diablo. Las diabólicas, a decir del propio autor, no fueron más que filigranas del gran guiñol proyectado inicialmente.
Rodin – Rops
La exposición preparada para el 1 de octubre bajo el título de Les embrassements humains / Los abrazos humanos permite establecer una comparación entre los trabajos eróticos de Rops y los realizados por August Rodin. Del escultor francés estarán presentes cinco esculturas, Le Christ et la Madeleine (1894), Le Succube (1888), Le Vieil Arbre o Le Vieux Chêne (1896), Torse d’Adéle (1882) y Faunesse Zoubaloff (1885), y dos dibujos, Femme nue allongée de face, un pied posé sur un genou (1917) y Femme nue allongée aux jambes écartées (1917).
El Museo Rops, abierto al público en marzo de 2001, ocupa la casa señalada con el número 14 de la Rue Fumal, de Namur, capital de Valonia, que fue propiedad del abuelo del artista y su colección proviene del legado que hizo el conde Visart de Bocarmé.