Sofía Tornero: “Emergentes”
por Julia Sáez-Angulo
Victor i Fills Art Gallery. Madrid. Del 22 de Junio al 2 de Julio 2011
La escultora Sofía Tornero (Abarán, Murcia, 1976) presenta su última serie de obras en la galería Victor i Fils de Madrid bajo el genérico título de “Emergentes”, que alude a una serie de personajes homínidos que salen y avanzan de cubos o bloques de resinas de poliester, hierro patinado, fibra de vidrio o barro cocido, jugando con ciertas apariencias o trampantojos de bronce o piedra. El color se hace presente con frecuencia en estas piezas a base de pigmentos naturales.
Sofía Tornero trabaja todas las escalas pero parece sentirse a gusto en los grandes formatos, no en balde ha llevado a cabo esculturas monumentales, como realizada en los Nuevos Juzgados de Mula (Murcia), titulada “Punto de Encuentro”. Es la primera mujer que se presenta en la citada galería Victor i Fils y eso le honra tanto a ella como al galerista.
La mujer cuenta hoy al 50 por ciento en las Facultades y Escuelas de Arte, pero no siempre se cuenta con ella en la misma proporción. Sofía estudió en la Escuela de Artes Aplicadas de Murcia y su carrera parece imparable, desde que recibiera el primer premio de Escultura Joven en la región.
La saga de escultoras en la historia del arte español mereció hace unos años una muestra retrospectiva “Escultoras del siglo XX. Re-existencias”, en el Espacio de Matadero y allí pudimos ver piezas representativas entre otras de Hortensia Núñez Ladeveze, Marisa Roësset, Elena Laverón, Esperanza D´Ors, Elena Asíns, Pilar de la Vega, Elvira Gutiérrez… “El sexo débil ha hecho gimnasia” que dijera un humorista. La escultura en España está hoy muy bien representada en grandes nombres como: Susana Solano, Cristina Iglesias o María Antonia Román Prado. Sofía Tornero se suma a esa respetada tradición con fuerza.
«Autodeterminación», «Vocación», «Firmeza», «Confianza», “Sencillez”, «Arraigo», Independencia” «Voluntad»… son algunos de los títulos de las obras que aluden a valores y virtudes de la condición humana. Una visión moral parece recorrer el concepto de todo este trabajo de 33 piezas expuesto por Tornero en Madrid. La obra es tan potente que quizás el montaje resulte ligeramente abigarrado. No olvidemos que la obra de arte necesita respirar y que lo bueno enseña más y mejor que lo mucho. Los almacenes y depósitos también tienen su función.
“Alma”, una pieza soberbia
Soberbia la pieza titulada “Alma” en hierro pulido con acabado lacado al horno, resina de polisester, fibra de vidrio y pátina de pigmentos naturales. (245 x 120 x 85 cms). Muestra a un hombre azul, casi un titán, que emerge de un paralelepípedo. El efecto es pasmoso y grandilocuente. El color se suma a la luminosidad de los colores minerales a base de cuidadas pátinas. Sorprende la pieza “Devenir”, donde uno de sus homínidos se aferra a una lata que contiene pintura roja en una ambigua alusión del color, que produce un cierta sensación dramática. La pieza es menos “clásica” dentro de la serie y parece acercarse a un elemento cotidiano del pop como es una lata abierta.
En la escultura cabe valorar dentro del proceso, casi siempre en equipo, los elementos de volumen, masa, densidad, luz, opacidad, pleno y hueco, brillo, mate… Sofía Tornero supera la prueba. Su escultura es hoy más cerrada que aligerada y el magisterio de Bracusi y Henri Moore –los dos grandes del siglo XX- laten con acierto detrás de su obra, el primero en la masa y el segundo en las posiciones de sus personajes.