8 restauraciones en marcha
por Alberto López Echevarrieta
Museo de Bellas Artes de Bilbao durante verano y otoño
Ocho obras de artistas tan conocidos como Durero, Maeztu, Ucelay, Van der Werff, Sáenz de Tejada y Larrea, están siendo restauradas por el Departamento de Conservación y Restauración del Museo de Bellas Artes de Bilbao dentro de su programa “Zaindu” que patrocina El Corte Inglés. Esta serie de piezas ha sido seleccionada, bien por tratarse de trabajos destacados de la colección o no expuestos, pero cuya investigación puede ofrecer resultados de interés. El paso del tiempo y a veces un trato no debido han sido las causas de un deterioro físico que ahora se pretende remediar. Hasta el momento son cerca de doscientas las obras de todo tipo las que han sido restauradas dentro del citado programa, aplicándose técnicas, algunas costosísimas, que han servido para devolverles todo el esplendor de su mejor época y han aportado muchas pistas para conocer los fondos de la pinacoteca vasca.
Vicente Larrea
La única escultura del lote, Cepa 2 (198 x 160 x 70 cms.) (1967), pertenece a Vicente Larrea (Bilbao, 1934) con abundante obra ocupando espacios públicos en Bilbao, Vitoria y Madrid. Está realizada en madera lacada en colores planos y se inclina sobre todo por una estética más geometrizante. “La obra, señala José Luis Merino, jefe del Departamento de Conservación y Restauración del museo bilbaíno, que fue donada a la pinacoteca el año pasado por el propio artista, ha sufrido rozaduras y algunos desgastes en la capa de pintura. Por efecto de la humedad y de un almacenamiento incorrecto, algunas zonas han sufrido un ataque de hongos que es preciso eliminar. Todos los trabajos de restauración serán supervisados por el propio artista”.
Carlos Sáenz de Tejada
Dos extraordinarios dibujos – Milicianos en Extremadura (98,7 x 71,6 cms.) (1936) y Aldea vasca en 1936 (69,5 x 48 cms.) (1936)-, originales de Carlos Sáenz de Tejada (Tánger, 1897 – Madrid, 1958), alumno que fue de Sorolla y de Romero de Torres, serán sometidos a intervención restauradora. “Al parecer, estos dos trabajos –comenta Merino- los hizo para una publicación titulada “Historia de la cruzada española”, de Joaquín Arrarás, que recoge todo lo que tuvo que ver con la guerra civil española. La patología de estos dibujos, recientemente entrados en la colección, acusa un vendaje bastante deficiente, textos manuscritos en alguna parte, un cierto amarilleamiento y suciedad general. En la parte superior hay restos de cintas adhesivas inadecuadas desde el punto de vista de conservación e incluso dobles en el papel”.
Durero
En esta selección, la obra más antigua es el grabado a buril La Virgen del muro (18,6 x 13,1 cms.) (1514), de Alberto Durero (Nuremberg, 1471-1528), uno de los artistas del renacimiento alemán más importantes que destacó sobremanera por sus grabados. Éste, de gran calidad, pertenece a su mejor época. “Aquí nos hemos encontrado –añade Merino- con una patología muy común en las obras sobre papel: Restos de adhesivos. Esta obra de Durero posiblemente haya estado pegada con dos gotas de pegamento en su parte posterior. Tiene también lo que denominamos un “punto fósil”, un punto de oxidación en el papel que habrá que tratar para salvaguardar su conservación”.
Pieter van der Werff
El óleo sobre lienzo Sansón y Dalila (38,5 x 30,5 cms.) (finales del s. XVII) posiblemente jamás haya salido del almacén de la pinacoteca bilbaína. Es original de Pieter van der Werff (Kralinger Ambach, 1665-Rotterdam, 1722), artista holandés que vivió a la sombra de su hermano Adrien. “Está relativamente bien conservado, puntualiza Merino, pero tiene una capa de barniz oxidado procedente de alguna restauración anterior que impide una presencia digna. Creo que es una pequeña joya que vamos a recuperar. He estudiado a fondo el cuadro y no se parece en nada a lo que hizo su hermano, por lo que me inclino a pensar que es un óleo original”. En la parte trasera del marco se puede ver un sello de lacre que puede aportar datos sobre el itinerario seguido por el cuadro hasta nuestros días. La restauración alcanzaría también a este precioso recuadro del siglo XIX.
Ucelay
Dos retratos dobles de José María de Ucelay (Bermeo, 1903–Bilbao, 1979), Urrutia y Aranoa (130,6 x 195,5 cms.) (1951) y Hemingway y Duñabeitia (130,6 x 195,5 cms.)(1957) serán restaurados gracias a “Zaindu”. Ucelay, a quien a veces se le define como inclasificable, tiene una carrera muy dilatada. Tocó todas las temáticas, como puede apreciarse en esta pinacoteca que dispone de un gran muestrario del artista. El primero de los retratos presenta una serie de deficiencias estructurales originadas posiblemente por haber experimentado en algún momento un cambio de bastidor. La parte posterior acusa una serie de perforaciones provenientes de estos montajes. “Poseen un estrato de suciedad muy ligero, dice Merino, cuya eliminación supondrá una gran mejoría en las obras. En el segundo de los cuadros se aprecia un parcheado sobre un roto justo sobre la cabeza de Hemingway que en algún momento se restauró anterior a la entrada del cuadro en este museo. Lo vamos a reconstruir”.
Maeztu
La obra destacada de la colección dentro del programa es Las mujeres del mar (217 x 232 cms.) (1916), uno de los mejores trabajos de Gustavo de Maeztu (Vitoria, 1887–Estella, 1947). Un examen del reverso de este óleo sobre lienzo son deficiencias estructurales en un bastidor precario con reparaciones antiguas inadecuadas. “El montaje no es adecuado, señala el especialista, pues el lienzo está clavado al marco. Es preciso llevar a cabo uno de conservación para preservar la integridad de todos y cada uno de los elementos de la obra. También tiene destensados en la parte superior y un estrato de suciedad acumulado. Presenta una serie de fracturas que demuestran que la obra estuvo alguna vez enrollada con la pintura hacia adentro que tendrá que ser reparada”.
El próximo mes de diciembre las ocho obras presentarán un nuevo aspecto. Habrán quedado como nuevas.