Rafael Canogar: Pintura
por Julia Sáez-Angulo
Galería ArtePaso C/Bárbara de Braganza, 10 Madrid. Desde el 13 de enero al 26 de febrero de 2011.www.artepaso.com
Es uno de los artistas fundadores más relevantes del célebre Grupo El Paso (1957 – 1960), que en los años 60 renovó la pintura española con la abstracción, auspiciado por la madrileña galería Juana Mordó. Ahora Rafael Canogar expone sus últimos trabajos pictóricos en la galería ArtePaso, con nuevas abstracciones de pequeño y mediano formato. Rafael Canogar (Toledo, 1935) presenta una serie de obras de en las que el rojo, negro y blanco dominan en cromatismo, si bien hay hermosos azules en una alternancia de ritmos y barridos. Geometrías y gestos definen estos últimos trabajos del pintor toledano afincado en Madrid, que mereció en su día la medalla de oro de su tierra, la Comunidad de Castilla La Mancha.
Actualmente se está llevando a cabo el catálogo razonado de la obra de Rafael Canogar (info@rafaelcanogar.com) y se trata de localizar toda la obra de este sabio y prolífico autor, que ha pasado por etapas muy diferentes que abarcan la abstracción y el realismo de denuncia más feroz en tiempos de la dictadura. El historiador académico Víctor Nieto Alcalde (Madrid, 1940) ha escrito un libro titulado “Rafael Canogar. El Paso de la Pintura”, editado por Nerea en 2006 en el que analiza y reflexiona sobre la obra del artista. “Las pinturas de Canogar no son una sucesión de etapas que se van acumulando en el tiempo sino una suma de experiencias que alteran el contenido de todo lo anterior y, a la vez, desarrollan cuestiones que, de una forma consciente o inconsciente, habían quedado suspendidas en la conciencia del pintor”, dice Nieto Alcalde.
Los cambios y el tiempo que modela
“La obra de Canogar es un incesante buscar y horadar en sí mismo para dar respuesta a los estímulos e impactos de la realidad exterior. Muchas de estas respuestas resultan afirmaciones compactas y contundentes; otras quedan como sugerencias, como apuntes apartados y durmientes que con frecuencia son despertados como réplicas de un problema plástico e ideológico que los suscita de nuevo”, añade el autor. El libro acoge los apartados: Los cambios y el tiempo; Una poética fragmentada; Inicio en la modernidad; La orilla otra; Poética del compromiso; Retorno al orden; El cuadro, el muro, la pintura.
La forma de entender la pintura “se halla en clara correspondencia con la personalidad humana de Rafael Canogar. Pintor cargado de inquietudes, dotado de una sorprendente actividad y con un entusiasmo propio de un artista joven, que se inicia en la lucha constante para encontrar un lenguaje propio, es un hombre sosegado dotado de una profunda humanidad, lleno de un impulso vital y equilibrado”, concluye Nieto Alcalde.