Máscaras y reflejos, el conflicto entre lo exterior y lo interior
por Yulia Emelianova
El contraste entre lo interno y lo externo es ese pulso social que necesita ser medido constantemente. El 10 de abril en Madrid, la lista de investigaciones artísticas sobre este tema se amplió con una nueva exposición, esta vez con las fotografías de la artista Eva Casanueva en la Le Mur Gallery. “Intento de brillar: Breve ensayo sobre el parecer exterior y el padecer interior” — un acertado juego de palabras en el título que remite de inmediato a la esencia de la investigación y la raíz del problema: cada persona tiene muchos rostros, pero una de las oposiciones más evidentes es el par formado por la máscara que usamos en la sociedad y el rostro que podemos percibir por el rabillo del ojo en el reflejo borroso cuando estamos a solas con nosotros mismos. Y, quizás, esta jugada de palabras y el tema central de la exposición podrían continuar con una frase: «ser, y no parecer», que se atribuye a Marco Tulio Cicerón.
En tres pisos de la galería se disponen 18 fotografías de diferentes tamaños y formatos, hay impresiones en papel y lonas. La exposición está pensada de tal manera que la experiencia del espectador lo guía a través de una historia coherente, donde hay un inicio, un desarrollo, una culminación y un final abierto — donde cada uno, basándose en sus propias conclusiones, elige la moral. Resultó ser una especie de laberinto que simula el recorrido por el proceso de reconstrucción de la identidad de la propia artista.
Al recorrer este laberinto, se pueden ver fotografías vivas — como crónicas de un archivo personal, alegres y tristes, casi demasiado íntimas para mostrarlas a desconocidos, con personajes en momentos de vulnerabilidad, sorprendidos por el chasquido del obturador de la cámara o incluso sin darse cuenta de que los están fotografiando. También hay fotografías-símbolos, donde, trabajando con objetos inanimados, la artista activa los sensores táctiles y emocionales del espectador.
“Mi obra es la afirmación de una feminidad concreta, compleja, vulnerable y fuerte que reclama su derecho al dolor, al placer, al miedo y al descaro” — dice Eva Casanueva, intentando afirmar que ese mismo contraste entre lo interno y lo externo debe desdibujarse, aunque sea de vez en cuando. En otras palabras, la sociedad contemporánea no debe olvidar que no se debe imponer un tabú sobre la posibilidad de expresar el verdadero estado interior. Tal vez, esta declaración artística impulse a alguien a preguntar a su amigo «¿cómo estás?» con otro tono, que invite a una respuesta más extensa y abierta. Tal vez, alguien finalmente deje de posponer y aplazar, debido a la rutina agitada, el encuentro con un ser querido. Tal vez, miremos con más atención a los ojos de la persona frente a nosotros y, quizás, esto sea comparable con una mirada al espejo.
Dentro del programa, durante la exposición, también se organizará un taller fotográfico, impartido por Eva Casanueva. La exposición estará abierta al público hasta el 17 de mayo.