Discos
por Xavier Valiño
THE PAINS OF BEING PURE AT HEART: Perfect Right Now: A Slumberland Collection 2008-2010 (Slumberland)
Algunos los echaban de menos. Surgidos en Nueva York en 2007, The Pains of Being Pure at Heart se separaron en 2019 tras algunos cambios en su formación. Siempre liderados por Kip Berman, en el 2024 anunciaron que retomaban su carrera, con conciertos en España que han tenido lugar a finales de febrero y principios de marzo. Para crear expectación con su regreso, editaban casi al mismo tiempo este recopilatorio.
Conviene recordar que el mayor impacto de la formación llegó con su debut homónimo, del año 2009 y, en menor medida, con su continuación, Belong, del 2011. Ambos fueron editados por el sello Slumberland, antes de publicar sus siguientes tres discos, cada uno con una compañía discográfica distinta. Este Perfect Right Now: A Slumberland Collection 2008-2010 recoge precisamente sus primeros tiempos, alrededor de su álbum de debut.
Aparecen aquí singles sueltos y caras B de esa época en la que se convirtieron en uno de los estandartes de la escena independiente, facturando pop guitarrero heredero de referentes como el sello Sarah Records o el recopilatorio C86. En su primera mitad aparecen canciones que definieron su sonido, entre la urgencia y la distorsión, como “The Pains of Being Pure At Heart”, “Come Saturday”, “Kurt’s Cobain Cardigan” o “Side Ponytail”. A partir de ahí aparecen momentos algo más reposados, si es que se les puede calificar así, como “Say No to Love”, “Falling Over” o cortes del EP Higher than the Stars (2010). Momento perfecto para recuperar y reevaluar sus acertados primeros pasos.
THE ALTONS: Heartache in Room 14 (Daptone)
Empezaron editando canciones en Bandcamp en 2015, 13 en concreto, hasta que en el 2019 llegó su debut, In the Meantime. Allí recuperaban 7 de aquellas primeras composiciones, dejando solo fuera la primera del 2015 (“Take a Look”) y 5 de las 6 que incluía su EP del año siguiente (The Altons EP). Desde aquellos primeros pasos quedaba claro que la banda de Los Ángeles hundía sus raíces en el soul y el rock, con acercamientos puntuales al funk, a los ritmos Motown, al garage, al blues o a los sonidos latinos que le aportaban otra dimensión a su sonido.
Aunque su pasado es bastante más rockero, parecen haber encontrado en el soul más sinuoso su lugar en este su segundo disco Heartache in Room 14, seis años -y tres singles en el sello Penrose- después. Su cinematográfico título ya nos ubica para lo que se viene encima: Desamor en la habitación 14. En esta ocasión, su vocalista Adriana Flores acapara mayor protagonismo, construyendo las canciones a partir de su voz, aunque Brian Ponce también deslumbra puntualmente, como en la conmovedora “Show Your Love”
Producido y arreglado por Gabriel Roth, el capo de Daptone Records bajo su seudónimo Bosco Mann, hay en sus estrías ecos de la reverberación que hizo famoso el productor Phil Spector a principios de los 60. Ahora pueden sonar con ecos a los 50, a doo-woop, a soul clásico, dejándose llevar también por sus orígenes latinos, claramente representados en cortes como “Perdóname” o “Del cielo te cuido”. Si “Float” remite puntalmente al spaghetti western en su guitarra, en “I Try, I Try” Ponce y Flores se van respondiendo a las voces para dar lugar a una pieza absorbente. En otros momentos la banda se sumerge en el tipo de psicodelia que parece salida de una banda sonora de una película de James Bond, perfecta para salas de baile con poca luz.
NADIA REID: Enter Now Brightness (Chrysalis-Popstock!)
Nada como un hecho trascendente que cambia tu vida para que tu música sufra también un -pequeño- vuelco- Diez años después de su debut, Nadia Reid lanza su cuarto álbum, titulado Enter Now Brightness. Su título bien podía dar una pista: Ahora entra la luz viene marcado por el nacimiento de sus dos hijas. La maternidad ha sido para ella como el proverbial sol que se abre paso entre las nubes, dándole a la cantautora neozelandesa una perspectiva más compleja de la vida. Además, de paso, le ha proporcionado un nuevo impulso creativo.
Su cuarto álbum gira, como en anteriores ocasiones, en torno a su bella y sensible voz, que incluso parece ser más formada y hermosa que en ocasiones anteriores. Musicalmente, sus canciones han ganado con la incorporación de nuevos instrumentos que amplían su paleta de colores. A sus influencias del folk y la música de raíz norteamericana ahora le suma también elementos del pop y, especialmente, de los cantautores de los años 70.
Mas enfática que en sus discos precedentes, ya no solo se emparenta con su compatriota Aldous Harding, sino que también se puede ver la relación con Laura Marling (“Even Now”, “Emmanuelle”), Lucy Dacus o incluso Sharon Van Etten (“Changed Unchained”). Con unos arreglos más trabajados, “Hotel Santa Cruz” se beneficia del solo de guitarra de su compañera habitual Sam Taylor, “Baby Bright” destaca por su sección de viento, “Send It Down the Line” se crece con el coro sutil del estribillo y “Hold It Up” resume perfectamente esa sensación de mayor autoconfianza y el nuevo impulso personal y musical que las transformaciones en su existencia le han aportado.
WILCO: A Ghost Is Born (Expanded) (Nonesuch-Warner)
Hace ahora poco más de 20 años que Wilco editaron uno de sus discos clave, A Ghost Is Born, el más importante en la reinvención de su sonido después de Yankee Hotel Foxtrot, que había aparecido en el 2002 y al que, en cierta medida, le daba continuidad. Titulado en un principio Wilco Happens, fue producido por Jim O’Rourke y fue el primero en contar con el guitarrista Neil Cline y el pianista Mikael Jorgensen, fijando una formación estable que ha perdurado en el tiempo.
Aprovechando la efemérides, se publica de nuevo en un reedición ampliada y en varios formatos. La más sencilla aparece en doble compacto, con el disco original remasterizado y otro de tomas alternativas de cada una de sus 11 canciones más 8 temas que no aparecieron en el álbum, entre las que destacan “The High Heat”, “Panthers” y una versión más acústica y sin el solo de guitarra de “Impossible Germany”, aquí titulada “Improbable Germany”.
También está disponible la versión en nueve vinilos más cuatro discos compactos o en nueve discos compactos. Ambas contienen lo mismo: 38 descartes o versiones distintas y 23 canciones en directo grabadas en 2004 en el Centro Wang de Boston. Todo ello acompañado de un extenso libreto con notas de Bob Mehr. Se traza así un recorrido completo con el que entender mejor un trabajo en el que Jeff Tweedy decidió tener un mayor control creativo, asumiendo las funciones de guitarra principal después de la partida del guitarrista anterior Jay Bennett.
LOS HERMANOS DALTON: Viajar en el tiempo y otras historias (Hurrah!-Rock Indiana)
Era más que lógico que Los Hermanos Dalton se acabasen encontrando con Rock Indiana, el sello español que más ha hecho por el power-pop. Ya habían colaborado varias veces pero ahora se confirma esta unión, 30 años después de la formación de la banda de San Fernando. Quedan atrás su debut, un mini-álbum de versiones (Luce de Hollywood), los cuatro discos de estudio y un directo con Dro que representaron el momento de mayor popularidad, y el ya lejano Revolución en 2014 con Wild Punk Records.
La pandemia consiguió que se pusieran de nuevo a componer un nuevo trabajo, elaborado con calma en el estudio casero de Josema, canción a canción. El resultado es un álbum variado y en el que destaca la incorporación de un segundo guitarrista, dándole más protagonismo a este instrumento, desde los ecos de los 60 en “Si sabes que me duele” al clásico power pop en “Dije cara y eso salió”, pero también una maravillosa melodía pop en “Viajar en el tiempo” o un relativo acercamiento al folk-country en “El paciente cero”.
En cuanto a sus textos, una parte de ellos parecen estar relacionados con el verano, empezando por una nueva versión de “La canción del verano”, que ya habían grabado en el directo del 2000, en un disco que acaba precisamente con una estupenda adaptación al castellano de “Here Comes the Sun” escrita por George Harrison para The Beatles, y que ellos titulan, cómo no, “Ya viene el sol”. Ahora solo queda esperar que no transcurran otros 10 años para poder degustarlos de nuevo.
RUMER: In Session (Rumer-Ciancia Management)
En una época en la que triunfaban Adele o Duffy, Rumer proponía una vía alternativa, aquella enfocada en las composiciones de corte más clásico, inspiradas por lo que habían hecho en su momento compositores como Burt Bacharach y Hal David. Por ello no sorprendió excesivamente cuando la británica, de nombre real Sarah Joyce, dedicó un álbum entero a adaptar canciones del norteamericano (This Girl’s in Love, 2016) tras un EP anterior (Rumer Sings Bacharach at Christmas, 2010), convirtiéndose en su alumna más aventajada o, por decirlo de otro modo, en la versión actualizada de, por ejemplo, Dionne Warwick.
Aunque siempre es de apreciar su valía como intérprete, no es menos cierto que también hizo gala de una apreciable capacidad como compositora en los inicios de su trayectoria. Sin embargo, hace ya unos años que no graba canciones propias, probablemente aquejada de algún bloqueo creativo, concretamente desde su tercer disco hace 11 años, Into Colour.
La edición ahora de In Session parece corroborarlo. Se trata de un disco grabado con la banda británica Redtenbacher’s Funkestra. Haciendo caso al nombre de esta formación, el proyecto prometía, con una previsible inyección de funk a estas nuevas adaptaciones de canciones que ya había grabado anteriormente. Al contrario, todo suena más plano que en sus anteriores trabajos, con una cadencia de jazz lánguido y dulce pero que no aporta nada realmente valioso que no hubiese dicho o hecho ya con anterioridad.
Con una voz como la de Rumer es imposible hacer un mal álbum, pero aquí solo logra levantar el tono monocorde en “The Fate of the Fireflies” o, siendo algo más generosos, puede que también en “It Could Be the First Day”. Toca, pues, una reinvención en toda regla o, como mínimo, presentar composiciones nuevas. Los recopilatorios de caras B, las revisiones de sus temas o los discos con repertorios de otros han sido ya más que suficientes, a menos que haya decidido que quiere quedarse a vivir en ello sin mayore ambiciones.