Juliana Serri: «Velos y desvelos»
por Carmen González García-Pando
(Casa de Brasil. Madrid. Del 13 al 30 de Marzo de 2025)
La exposición que presenta el Espacio Cultural de la Casa de Brasil sobre la obra de Juliana Serri es, sencillamente, magnífica. Los grandes y luminosos espacios de este precioso centro acogen sus piezas con enorme elegancia y calidez. Claudia Giannetti, que este próximo domingo día 30, a las 12,30, acompañará a la autora en una Visita Guiada de cierre de exposición, le ha dedicado un precioso texto que resume la trayectoria de esta artista brasileña y que merece la pena reproducir en estas páginas:
«Con una selección de obras realizadas entre 1993 y 2025, Juliana Serri traza en esta exposición un recorrido representativo de su creación de las tres últimas décadas. La muestra cobra otra significación especial: hace cuatro décadas que Juliana Serri entró en contacto con la escena artística madrileña. Comenzó su trayectoria artística en Brasil en 1975; en 1985 recibió una beca para participar en los talleres de arte actual del Círculo de Bellas Artes y, en 1986, realizó en este mismo Espacio Cultural de la Casa de Brasil su primera exposición individual en Madrid, ciudad en la que se instaló en 1987 y donde echó raíces.
Reunidas en ocho grupos, aunque estas piezas abarcan múltiples formatos y medios —dibujo, escultura, collage y obra gráfica—, cuentan con un denominador conceptual común: la investigación acerca del proceso de transformación. A partir de este, la artista despliega diferentes caminos formales y estéticos que conducen a rasgos predominantes como la transparencia, la organicidad de formas y la luminosidad, así como a elementos recurrentes como las figuras circulares u ovaladas, las líneas dúctiles o punteadas, las texturas contrastantes o los colores dorado, negro, blanco y rojo con valores de claridad y oscuridad. Es significativa la variedad de materiales utilizados, desde los naturales como la madera, pasando por sintéticos como el cloruro de polivinilo, hasta minerales, como el plomo y el pan de oro.
La exploración sensible de estos recursos, que a menudo se superponen y se influyen mutuamente, hace que los trabajos oscilen entre lo visible y lo invisible, entre la materialidad y la inmaterialidad, la opacidad y la traslucidez. Es esta sutil tensión la que respalda el gesto de despojar los velos internos y sugerirlos en la superficie de las obras. Desvelar, por tanto, adquiere el sentido de un doble proceso de inquirir y de despertar a las experiencias.
Abordar aquí la compleja red de connotaciones tejida a partir de referencias menos o más explícitas a reflexiones místicas, sufíes, numerológicas o alquímicas, entre otras, sería privar al espectador del placer de descubrirlas. Artistas como Serri crean «cosas» para que los observadores, en función de sus percepciones, puedan transmutarlas en conocimiento más allá de la mera visualidad».