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JOHNNY CASH: Songwriter (Universal) Al igual que ha sucedido con otros ilustres de la música, tenía que aparecer algún álbum póstumo de Johnny Cash. Este disco de once canciones compuesto por él mismo Más»

Mínimo Tamaño Grande: «Return»

Mínimo Tamaño Grande: «Return»

La alcaldesa de San Lorenzo de El Escorial, Carlota López Esteban ha inaugurado la exposición de esculturas “Mínimo Tamaño Grande” MTG, 2024, que tiene lugar en la Casa de Cultura del Ayuntamiento Más»

Mdou Moctar, por una nueva justicia

Mdou Moctar, por una nueva justicia

Mdou Moctar acaba de editar su nuevo disco, Funeral for Justice. Grabado al final de dos años de gira por todo el mundo tras el lanzamiento de Afrique Victime en 2019, Funeral for Justice captura Más»

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DAVID BOWIE: Rock ‘n’ Roll Star! (Parlophone) Cuando en 1972 se publicó el quinto álbum de David Bowie, Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, habían pasado ya diez años desde la Más»

Man Man, la música como salvación

Man Man, la música como salvación

Recientemente, la banda Man Man ha editado su nuevo álbum, Carrot on Strings, disponible en todo el mundo a través de Sub Pop. El álbum fue grabado en el estudio Mant Sounds en Glassell Más»

José Henrique Bortoluci: «Lo que es mío»

José Henrique Bortoluci: «Lo que es mío»

El libro empieza así: “Recuerda que tu padre ayudó a construir ese aeropuerto para que puedas volar. Oigo esta frase de mi padre cada vez que tengo que coger un vuelo en Más»

Eva Lootz. Hacer como quien dice ¿Y esto qué es?

Eva Lootz. Hacer como quien dice ¿Y esto qué es?

Se presenta a los medios por el Museo, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, la exposición de la artista plástica austriaca, nacionalizada  y residente en España desde 1967, Eva Lootz (Viena Más»

Rosario de Velasco

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La exposición reúne treinta pinturas de su obra entre los años 20 al 40 del siglo pasado, en los que confluyen los primeros años más destacados. Les acompañan una sección de sus Más»

Cristina García Rodero. España oculta

Cristina García Rodero. España oculta

Una larga trayectoria de un trabajo tan bien fundamentado y elaborado obtiene su rendimiento. Se ha presentado a los medios esta magna exposición que ha sido comisariada por  la propia autora Cristina Más»

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LUIS PRADO: La estafa de la vida adulta (Osadía-Maldito Records) “Has hecho lo que te dijeron que hicieras / Has ido por donde tenías que ir / Y ahora, ¿qué sientes? No Más»

 

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por Xavier Valiño

CAMERA OBSCURA: Look to the East, Look to the West (Merge- Popstock!)

Durante unos años pareció que los escoceses Camera Obscura eran cosa del pasado. Nacidos al mismo tiempo que Belle & Sebastian, con los que compartían referencias comunes y sonido, el grupo entró en un parón en 2015, cuando su teclista Carey Lander murió de cáncer de huesos. La cantante Tracyanne Campbell encontró su camino de regreso a la música con el lanzamiento del excelente álbum a dúo Tracyanne & Danny, junto a Danny Coughlan. Luego resucitaron en el festival en un crucero Boaty Weekender, organizado por Belle & Sebastian, y donde compartieron escenario con Mogwai, Teenage Fanclub, Buzzcocks o Yo La Tengo.

Con la incorporación de Donna Maciocia en los teclados, y grabado en la misma sala donde Queen registró “Bohemian Rhapsody”, Look to the East, Look to the West suena como una reinterpretación del sonido del grupo volviendo a lo básico: no hay cuerdas ni arreglos de metales, y el énfasis está en esta ocasión en el piano, los sintetizadores, el órgano Hammond y las cajas de ritmos. Al tiempo, el grupo ha abandonada el velo de reverberación que caracterizó sus álbumes anteriores.

El novedoso toque de country -proporcionado por la guitarra pedal steel- combinado con su folk-soul habitual muestra, más que nunca, la interpretación barroca y agridulce que hacen del pop: las guitarras brillan en la distancia, las teclas acechan y la voz de Campbell busca el corazón, reflexionando sobre el amor, la pérdida y el paso del tiempo. El álbum es Camera Obscura en su máxima expresión, sacudiendo completamente el núcleo emocional del oyente, dejándolo triste y eufórico al mismo tiempo. Y Lander encuentra su más conmovedor homenaje en “Sugar Almond”, un corte necesario para romper con el maleficio que los tuvo en barbecho casi diez años.

LA BÚSQUEDA: Luz, arena y llanto (Espora/Belamarh)

Casi 40 años después de su debut aparece el quinto álbum de larga duración de los mallorquines La Búsqueda. El cuarto data de hace 20 años, cuando editaron Los penitentes, aunque también hubo antes un mini-álbum, Las cosas que no se ven (2002). Sin que nadie lo esperase, dos de sus tres miembros fundadores, Francisco Albéniz (voz, guitarra, composición) y Javier Suárez, regresan con una formación a la que incorporan a otros seis músicos, con especial protagonismo para la trompeta de Bernat Xamena.

Lo retoman justo donde lo dejaron, como si hubiera sido ayer. También es cierto que siempre sonaron bastante atemporales, inspirados por la revolución que supuso a finales del XIX la obra de Manuel de Falla, para convertir en vanguardia la renovación y el abrazo a la tradición de sus raíces musicales españolas. En la edición digital que se ha puesto a la venta se pueden escuchar ocho canciones, aunque avanzan que el disco compacto llega hasta la hora y que en otoño aparecerá un vinilo doble con otras tres canciones totalmente inéditas.

“Los mineros” se abre con unos misteriosos silbidos que dejan paso a esa combinación tan singular de rock de raíz hispana y poesía con efluvios de bandas sonoras en épico tecnicolor, guiños al Magreb, la música western, el espíritu mariachi, la música de color, el eco del Mediterráneo, los ramalazos hindúes… Tan solo chirría “Toda mi alma”, una gran canción que ya aparecía en su debut pero que aquí, remozada, no concuerda tanto con los otros siete temas. Es un detalle menor en este singular viaje que nos lleva en una caravana de carromatos gitanos y donde la brújula es el duende.

THE STAPLE SINGERS: Africa ‘80 (Omnivore)

Si hay una institución en la música góspel, con incursiones en el soul y el rhythm & blues, esa es The Staple Singers, el grupo vocal formado por el patriarca Roebuck ‘Pops’ Staples y que contó con sus hijos Mavis, Cleotha y Pervis, este último reemplazado ocasionalmente por su hermana Yvonne. Activos desde 1948 a 1994, su influencia se ha seguido sintiendo hasta el día de hoy.

Cuando se iba haciendo mayor su repercusión, el cuarteto entendió que sus canciones podían ayudar también en la cruzada por los derechos civiles de los años 60 y que servía para compartir mensajes musicales de poder y positividad en todo el mundo. Por eso en 1980 se embarcaron en una gira por África patrocinada por el gobierno de Estados Unidos, en la que podrían enlazar su música con la raíz de aquel continente.

El concierto que ahora se edita de aquella gira comenzó con “Ease on Down the Road” de Charlie Smalls, de su musical de Broadway The Wiz, e incluyó varias de las canciones más exitosas del cuarteto, como “I’ll Take You There”, “Respect Yourself”, “Let’s Do it Again” o “Touch a Hand, Make a Friend”, más las conmovedoras adaptaciones de estándares tan variados como “Will the Circle Be Unbroken”, “Come Go with Me” y “A House Is Not a Home”. Todo un incendiario documento que parece salido de una grabación histórica del sello Stax o, más bien, como si hubiera formado parte del legendario festival Wattstax. La recuperación se completa con unas anotaciones en el libreto que contextualizan la historia, el legado de la banda y detallan lo ocurrido en la gira y la grabación.

KAMASI WASHINGTON: Fearless Movement (Shoto/Young-Popstock)

El prólogo es el epílogo. Al menos eso debió pensar el jazzman Kamasi Washington cuando se planteó su cuarto disco y colocó el tema “Prologue” al final del mismo, tras otros once cortes completando casi hora y media de música. Bien se podría empezar su escucha por el final, por ese “Prologue” que resume a la perfección todo el disco.

Hay en él un cierto misticismo al inicio, breve, como para situarnos en otra dimensión, luego una serie de instrumentos que entran atropelladamente, un ritmo vertiginoso, unos vientos que elevan por encima del suelo, un saxo tenor que cabalga todo el tiempo por encima del clímax… Suceden tantas cosas en sus más de ocho minutos que cuando acaba el oyente no sabe bien si le ha dado tiempo material a asimilarlo todo o simplemente se ha visto desbordado. Probablemente incluso lo haya gozado de alguna forma, incluso intensamente, aunque el jazz no forme parte de su dieta musical habitual.

El resto del álbum responde a los mismos parámetros, sumándole colaboradores como André 3000, George Clinton, BJ The Chicago Kid o Thundercat que se apunta a la fiesta desatada. Y nunca mejor dicho ya que, según Washington, este es su disco de baile, centrado en lo cotidiano y en la exploración de la vida en la tierra, todo debido al nacimiento de su primera hija, quien, además de aparecer en la portada, aporta la melodía de “Asha the First», que compuso durante algunas de sus primeras experimentaciones con el piano. Excesivo, imparable, este Movimiento intrépido suma otro hito al catálogo del músico de jazz más relevante de este siglo.

THE BEACH BOYS: The Beach Boys: Music from the Documentary (Capitol-Universal)

“Un grupo que cantaba sobre surf sin ser surfistas, que es sinónimo de la playa pero que grababa canciones sobre quedarse en tu habitación… Representan mucha más complejidad de lo que la gente les reconoce”, se asegura en el nuevo largometraje sobre The Beach Boys recién estrenado, de nombre tan escasamente trabajado como The Beach Boys, el documental. Dirigido por Frank Marshall y Thom Zimny, no resulta ser el documental definitivo sobre el grupo, aunque sí se notan los medios detrás, de una gran producción que lleva el sello Disney.

Al mismo tiempo se aprovecha para hacer caja con un nuevo recopilatorio de la banda, en esta ocasión con las canciones suyas que aparentemente suenan en la banda sonora del film. Por ello aparecen, en orden cronológico, algunas de sus grandes canciones, algunas en las versiones conocidas de otras, remezclas, temas en su versión en estéreo y otros escogidos de entre las varias versiones que hay.

También aparecen varias tomas en directo, canciones a capella (como la que abre la colección, “Don’t Go Near the Water”) e incluso un tema inédito pero que resulta un tanto chocante: una canción en la línea de The Beach Boys pero que no es suya (“Baby Blue Bathing Suit”), sino un tema escrito por otros dos compositores (Dan Nigro y Amy Allen) e interpretado por un músico muy joven llamado Stephen Sánchez. Con un valor relativo, y teniendo en cuenta que se pueden encontrar en el mercado recopilatorios mucho mejor hilados o versiones mucho más completas de sus discos clásicos, esta edición parece haberse contagiado del espíritu del documental de tocar algunos aspectos de su trayectoria sin profundizar demasiado en nada.

PAUL WELLER: 66 (Solid Bond-Universal)

Si uno echa la cuenta, resulta que este 66 resulta ser el decimoséptimo álbum en solitario de Paul Weller, algo que se dice pronto pero a lo que muy escasos músicos de su generación han llegado. Eso sin tener en cuenta recopilatorios varios, colaboraciones y, por supuesto, sus discos con The Jam y The Style Council. En este caso, su título deja clara la edad del músico británico, que cumplió el día después de la edición de este disco, el pasado 24 de mayo.

Reflejado así en la portada -a cargo de Peter Blake, quien hace 57 años firmó la icónica cubierta de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, el octavo álbum de The Beatles-, parece dar a entender que la edad tiene una importancia decisiva en su contenido. Y bien entenderse así ya que estamos ante el disco más calmado e introspectivo de su trayectoria, con reflexiones sobre el milagro de la vida y su significado, recuerdos de la infancia y revestido por momentos de una cierta espiritualidad.

Hay en el disco escasas salidas de ese tono general (“Jumble Queen” la más clara, si acaso “Soul Wandering”) y un alejamiento de las ansias de seguir experimentando que habían marcado su obra en los últimos años. Por el contrario, incluye un single como “Rise Up Singing” que puede acercarse a lo que grabó con Style Council o sus colaboraciones con Stone Foundation, un tiempo medio más pop como “Sleepy Hollow” y baladas emocionales como “Nothing” o “Flying Fish”, dando forma a un disco perfectamente válido sin que haya que tener en cuenta su edad.