Lael Neale, polaridades y sanación
por Xavier Valiño
Recientemente, Lael Neale editaba su nuevo álbum, Star Eaters Delight, que estará disponible en todo el mundo a través de Sub Pop. El álbum, que presenta temas destacados como “I Am the River”, “In Verona”, “Must Be Tears” y “Faster than the Medicine”, fue escrito por Neale, con arreglos y producción de Guy Blakeslee. Las grabaciones se realizaron en Virginia y fueron masterizadas por Chris Coady en Los Ángeles.Star Eaters Delight muestra una expansión sonora gracias a la colaboración entre Neale y el productor y acompañante Guy Blakeslee y llega justo después de su debut en Sub Pop Acquainted with Night, editado el 19 de febrero de 2021, un disco que obtuvo elogios internacionales en distintos medios por su voz cristalina, su forma de componer y el excelente uso de Omnichord para construir un mundo de hermosos ensueños.
“Acquainted with Night (grabado en 2019 y lanzado en 2021), tenía un enfoque íntimo en medio del ruidoso y luminoso Los Ángeles que me rodeaba. Fue un intento de crear espacio y ensueño tranquilo en su interior”, asegura su autora. “Por eso, cuando regresé a la granja familiar, descubrí que los silencios ininterrumpidos me obligaban a romperlos con sonido. De ahí que este álbum sea más externo. Es volver al mundo, querer sentirse conectado, despertar, volver a estar juntos”.
El disco tuvo su punto de partida en abril de 2020, cuando Neale se mudó de Los Ángeles a la granja de su familia en la zona rural de Virginia. Mirando el mundo desde la distancia y sincronizándose con sus propios ritmos, escribió y grabó de manera constante durante dos años de ensueño, impulsada por la necesidad de poner orden en el caos. Forjado en aislamiento, Star Eaters Delight es un vehículo para regresar, no solo a la civilización, sino también a la celebración. “Los silencios ininterrumpidos en la granja me obligaron a romperlos con sonido”, comenta Neale. “Este álbum suena más fuerte y más exterior, es una llamada al mundo”.
“Lael siempre me dice que toque menos notas”, dice su productor Blakeslee, cuyos arreglos sobrios pero cinematográficos crean un espacio ambiental en el que la voz clara y sin afectación de Neale puede explorar temas familiares de una manera inesperada. Sutiles pero potentes referencias a Shakespeare, Emerson y la Biblia (que ella no ha leído) se mezclan con reflexiones profundamente personales y toques de humor irónico, siempre más optimista que cínico.
“Me gusta usar el lenguaje arquetípico porque quiero que la gente se levante. Quiero provocar una respuesta. Una sola palabra arquetípica tiene más peso y fuerza que una palabra ordinaria. Jesús significa más para nosotros que Joe”, señala Lael Neale sobre el contenido de su disco.
El tema que abre el disco, “I Am the River”, derrite el hielo con una explosión dinámica de trascendental pop minimalista que, si mirásemos al árbol genealógico de la música moderna, claramente desciende de la rama de The Velvet Underground, tal y como se puede desprender de las imágenes del video oficial de la canción dirigido por ella misma
La pieza central del álbum, “In Verona”, es un extenso canto góspel en el que su narradora, como si fuera una presentadora de un programa de noticias, entona encantamientos hipnóticos para lamentar una sociedad plagada de divisiones e hipocresías, reimaginando a los Montescos y Capuleto sin mencionarlos por su nombre y advirtiendo al oyente que “no arroje ninguna piedra.”
Así lo expresa Neale: “En los últimos años he visto más difamaciones y señalamientos con el dedo de los que he presenciado en mi vida. Cuando me vi envuelta en la refriega, esta frase se convirtió en un mantra que me ayudó a buscar un terreno más alto y una perspectiva más amplia”.
“Faster Than The Medicine”, otro de sus cortes destacados, galopa a través de una brumosa campiña inglesa imaginada, impulsada frenéticamente por la caja de ritmos integrada en el Omnichord característico de Neale, mientras que la agridulce “Must Be Tears”, de nuevo otro tema señalado, invoca a Nico con sus pulsantes cuerdas de Mellotrón.Este es un disco sobre polaridades: campo versus ciudad, humanidad versus tecnología, soledad versus relación. Su intención más profunda, por otra parte, es sanar, asumir nuestras diferencias y volver a unir las piezas rotas. La afinidad de Neale con los trascendentalistas tiene que ver con su búsqueda para aferrarse a la soberanía sobre su propia mente. Por eso asegura ser minimalista, “no porque no me gusten las cosas, sino porque valoro más la libertad”.
De acuerdo con todo ello, Lael Neale todavía tiene un teléfono plegable y no hubo pantallas involucradas en la creación de su nuevo disco Star Eaters Delight. “En una época en la que nuestros dispositivos nos inundan constantemente con información, opiniones y propaganda, soy consciente de lo que captan, de ahí el teléfono plegable y una grabadora de casetes para registrar las canciones”.