Boygenius, giros en el tiempo
por Xavier Valiño
The Record -traducible como El Álbum– es el primer disco de larga duración de Boygenius, el proyecto musical conjunto de Phoebe Bridgers, Lucy Dacus y Julien Baker. Producido por ellas mismas en los estudios Shangri-la de Rick Rubin en Malibú, California, se trata de una colección de 12 pistas con tres avances de una tacada: ”$20”, ”Emily I’m Sorry” y ”True Blue”. Uno de los temas lleva el título de Leonard Cohen, y otro de ellos, el de cierre, ”Letter to an Old Poet” (“Carta a un viejo poeta”). Como cuarto adelanto ”Not Strong Enough”, una canción que trata sobre el odio a uno mismo y el complejo de creerse Dios; el vídeo rodado por la propia banda, y editado por Jackson Bridgers, parece una película de vídeo casera, que ofrece una visión de su estrecha relación mientras pasan juntos un día sin preocupaciones.
Una vez, cuando Boygenius estaban de viaje en el norte de California, Phoebe pidió a Julien y Lucy que escucharan una canción muy importante, pulsó el play y se metió en la autopista en dirección opuesta. La canción era “Trapeze Swinger”, de Iron & Wine, sobre un muerto que cuenta a los vivos cómo quiere que le recuerden. Era imposible interrumpir esta canción de diez minutos de duración. Debido a la distancia entre las salidas, “Trapeze Swinger” les llevó una hora más de viaje. Phoebe se sintió como una idiota. Lucy convirtió ese viaje en la canción “Leonard Cohen”.
¿Qué ocurre cuando ves un desvío de una hora, no como un desvío, sino como parte del viaje: la parte en la que escuchaste “Trapeze Swinger” mientras conducías en dirección contraria a tu destino? ¿Se convierte en la hora más valiosa del viaje? ¿Se transforma el tiempo en algo distinto a la dualidad de horas “valiosas” y “no valiosas”? ¿Y si la canción adecuada puede desbancar, por su duración, este concepto capitalista?
Todo ello encuentra reflejo en The Record, un disco que comenzó en junio de 2020. Una semana después de que Punisher saliera a la venta, Phoebe, su autora, envió a Lucy y Julien una maqueta de “Emily I’m Sorry” y les preguntó si podían volver a ser una banda -por primera vez desde aquellos cinco breves meses de 2018, cuando se concibió, escribió, grabó, lanzó y se giró con el primer EP de boygenius. Nadie había querido ser la primera en pedirlo, en exigir tanto tiempo a todo el mundo. Julien creó una carpeta en Google Drive llamada “¿Me atrevo a decirlo?”, y todo el mundo la inundó de posibles canciones.
The Record trata de recuperar la alegría, del desvío inútil que resulta no ser lo más importante. Julien escribió “$20” después de darse cuenta de que lo que quería para la banda eran riffs más locos. “Es difícil decir esas cosas como artista individual, cuando se trata de tu música, que pronto colapsará con tu identidad. No quieres parecer -o ser- una cabeza hueca superficial. Pero son cosas como los riffs enfermos los que te daban auténtico vértigo cuando estabas aprendiendo a tocar, haciendo música con tus amigos “sin motivo”. ¿Por qué las no-razones a veces se sienten mucho más urgentes que las razones?”.
El disco trata de hacer tiempo, y de encontrar nuevas formas de registrarlo, a lo largo del tiempo. La canción que abre el disco, “Without You Without Them”, continúa donde lo dejó el EP -con “Ketchum, ID” y un ambiente a lo Carter Family de la vieja escuela- y es una canción sobre retomar el camino donde algo lo dejó, sobre todos los que vinieron antes y crearon a la persona que amas ahora. Lucy llevaba años cantando esta canción mientras fregaba los platos. “Un tema recurrente: lo que vemos unos de otros es una pequeña fracción de un enorme glaciar que se desplaza con el tiempo. A escala histórica, eso significa que has sido moldeado durante cientos de años por personas que nunca conocerás. A escala humana, quien eres se revela constantemente, a medida que vives, a las personas que te prestan atención”.
La historia pierde así parte de su misterio, pero sigue siendo más que interesante. Según Lucy, “Me reconforta saber que voy a conocerte durante mucho tiempo y que voy a poder ver las diferentes iteraciones de la persona que eres”. Como se revela a lo largo del tiempo, la verdad cambia constantemente, y ese es el tema de “True Blue”. Se junta y se dispersa, como las formaciones planetarias.
Lo primero que hicieron Boygenius tras vacunarse el pasado abril fue reunirse para escribir música juntas. Ahí es donde cambia The Record. Las cuatro primeras canciones se escribieron individualmente. El resto son conversaciones. A veces, cada una coge un verso y escribe su propia versión, como en “Satanist”, que Julien, con una educación religiosa, escribió tras ver el documental Hail Satan?. Pensó que podría ser satanista, y que sus amigos se unirían a ella en esta fase del viaje. En otras palabras: “¿Queréis estar en mi vida mucho tiempo?”. O, como dijo Phoebe: “¿Me seguirías queriendo si fuera un bicho?”. ¿No es eso el tiempo, lo que convierte a todo el mundo en un insecto?
Lucy cantó por primera vez “We’re in Love” a capela a Phoebe, en la cama de Phoebe, el día de Año Nuevo de 2022. Estaban abrazadas: una acción derivada de drogas totalmente legales. Lucy lloraba sin pestañear. Más tarde, en el estudio, Julien pensó que la canción era demasiado… larga. En retrospectiva, Julien no había estado preparada para comprometerse. Cuando comprendió la verdad, la verdad de una canción de amor, se marchó durante seis horas. “Sigue siendo un proceso de aprendizaje conocer la diferencia entre ser escrutado y ser visto”, asegura Julien. Luego volvió. Ya estaba lista.
El álbum se grabó en enero de 2022, en Shangri-La, en Malibú: jornadas de diez horas diarias, durante un mes. Nadie cuestionó el horario. “Todos somos al menos un tipo del mismo psicópata”, continúa Julien. En un momento dado, Julien enloqueció porque no había mil pistas de guitarra en “Emily I’m Sorry”. Lucy la consoló señalándole que Phoebe sin duda iba a reescribir esa canción mil veces: las neurosis se suavizaban mutuamente. De vuelta a casa, Julien hizo mil pistas de guitarra y se las envió por correo electrónico a Catherine Marks, la coproductora, mientras Phoebe regrababa “Revolution 0” y cambiaba la letra en el último momento. “Ella hizo el Flaubert”, según Julien. “Esa es la palabra exacta, concretamente en espiral”.
Ahora The Record está en el equipo de sonido y entras en la autopista. La guitarra de Glen Campbell está tocando como los Beatles a lo triste, mientras a la izquierda aparece la salida equivocada. Pronto llegaréis al océano, que Julien sigue creyendo que es un arroyo, y los diagramas de Venn se superponen, y los años pasan deprisa en orden descendente. Este intercambio tiene más de cuatro niveles. 2018 pasa deprisa, y el PE -¡ahí está Phoebe, y su perro!- y los fuegos artificiales ilegales, y la madre del padre de tu madre. Entonces la pista cambia, y es hora de la vuelta en U que en realidad no está atrasada, y “en espiral” es la palabra exacta y la grieta en tu plan es por donde entra la luz. ¿Por qué esta canción es tan larga? ¿Cómo puede durar tanto? ¿Podemos permitírnoslo? Y mientras tanto el tiempo sigue transcurriendo, hasta que lo único que tienes que sacrificar es la idea del sacrificio: todo es lo importante. Seis horas después, estás listo para comprometerte, y 2023 ya está aquí, y The Record es una realidad.