“La Caricatura. Humor y placer. Sin comentario”
por Julia Sáez-Angulo
(Editorial Liber Factory)
Al comic se le ha denominado “noveno arte” y la caricatura está cercana al mismo, como arte que se remonta a egipcios, griegos y romanos, aunque sin fines humorísticos en la historia. Así lo explica el iraquí Khadim Shamhood, residente en España y colaborador de distintos medios informativos españoles y árabes, en su libro “LA CARICATURA. Humor y placer. Sin comentario”, publicado por la editorial Liber Factory en diferentes tomos.En la Edad Media, la caricatura tuvo su presencia y en ella destacan las gárgolas de algunas catedrales. El primer cuerpo de caricaturas impresa cuyo contenido no se conoce “apareció en algunos panfletos en la ciudad de Florencia durante la última década del siglo “XV”, cuenta el autor.
El Renacimiento y Flandes también acogieron la caricatura como deformación de los seres humanos y denuncia moral, ligeramente jocosa de determinados personajes. Leonardo da Vinci y Carracci dieron cuenta de ella. Después pasó a Inglaterra y floreció en los siglos XVIII y XIX. Y llegó a Estados Unidos como lo muestra la Gazette 1784 de Benjamin Franklin.
La Revolución Francesa alimentó la caricatura de elementos políticos y satírico-moralizantes. El siglo XIX consolidó el género. Howard en Inglaterra la plasmó en su dibujo y Goya en sus “Caprichos. En 1830 apareció la publicación “La Caricature” en Francia, creada por Charles Philippon. Las persecuciones no se hicieron esperar. Los periódicos fueron incorporando la caricatura en sus páginas. Honoré Daumier brilló en el género, que ya había llegado para quedarse.
El iraquí Khadim Shamhood firma sus caricaturas como Khadim y muchas son bilingües en español y árabe.