Elvira Roca Barea: “El inquisidor y las brujas”
por Julia Sáez-Angulo
(Espasa Calpe 2023. 576 págs. Fotos: A.Zapisek y L.Magán)
La escritora, ensayista y profesora, Elvira Roca Barea y la periodista Emilia Landaluce, conversaron sobre la novela «El inquisidor y las brujas», ganadora del Premio Primavera de Novela 2023, y publicada por la editorial Espasa. La novela tiene como protagonista al inquisidor racionalista Alonso de Salazar (1564-1636) -más conocido en el extranjero que en España-, hombre en contra de la creencia extendida en los poderes y sucesos extraordinarios y diabólicos de la brujería.
Frente a la idea generalizada del inquisidor aterrador, Roca Barea habla en esta novela histórica de un inquisidor defensor de las brujas, sobre todo en el juicio de Zugarramurdi, que tuvo lugar en la ciudad de Logroño, donde dominó la histeria colectiva, más que la realidad, pero la creencia general en la brujería era un hecho demasiado extendido.
Elvira Roca señaló que los tribunales de la Inquisición actuaban con más rigor jurídico que los civiles y condenaron tan solo a 50 personas en España, mientras que en toda Europa se calcula que fueron ajusticiadas más de cincuenta mil. Siempre hubo creencia en las brujas, señaló la autora, pero en la Edad Media no se las persiguió, sino más bien en la Edad Moderna en toda Europa, particularmente en Francia donde se llegó a publicar un tratado sobre las «marcas del diablo en el cuerpo», motivo más que suficiente para llevar a una persona a la muerte.La autora de la novela señaló que el cine y algunos libros como el de Umberto Eco habían deformado los hechos históricos y contribuido a la información errónea sobre la Edad Media y la brujería. La falta de rigor histórico en este campo ha sido grande y conviene ser más rigurosos para no deformar la Historia.
En el libro «El inquisidor y las brujas» se habla además de los hechos de Zugarramurdi (alimentado por numerosas denuncias debidas sobre todo a niños y jóvenes), del caso Cebeiro y del Caso Pancorbo, más reducidos y claros para analizar.
Roca Barea señaló que en los casos de denuncia de brujería coincidían siempre los mismos factores: pequeñas localidades, denuncias por odio, resentimiento o venganza entre personas, imaginación de niños y jóvenes, intereses políticos y religiosos entre dos monarquías interesadas en el dominio de Navarra…
El obispo Venegas y Figueroa apoyó en todo momento la actuación del inquisidor racional Alonso de Salazar, que también mereció la investigación, entre otros, de un autor nórdico, Gustav Henningsen que publicó otro libro sobre su actuación titulado «El abogado de las brujas» (2010).