Javier Campos y Fernández de Sevilla: Entrevista
por Julia Sáez-Angulo
Entre otros títulos es Fundador y Director del Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas. Ha celebrado XXV ediciones; desde 2018 se publica una monografía anual. Desde 1989 es director del Anuario Jurídico y Económico Escurialense, y Presidente del Consejo de Redacción de la revista centenaria (1898) de jóvenes universitarios Nueva Etapa. Académico Correspondiente de las Reales Academias de la Historia, de la de Ciencias, Nobles Artes y Bellas Letras de Córdoba, de la de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, y de la Academia Peruana de Historia de la Iglesia y de la Medicina. 1. ¿Cuándo llegó a San Lorenzo de El Escorial y por qué?
Mis primeros contactos con San Lorenzo del Escorial datan de los primeros años 50 del siglo XX cuando mi familia vino de vacaciones al Real Sitio durante unos años. Otra venida clave fue el verano de 1963 cuando terminé por descubrir mi vocación religiosa y posterior ingreso en el noviciado agustino a comienzo de septiembre de ese año.
2. ¿Qué recuerdos guarda de entonces?
De la primera época y primer año, siendo muy pequeño, recuerdo que, asistiendo en la Basílica a misa con mi familia, yo me acerqué a coger y oler las famosas cinco rosas que había sobre la lápida de la tumba de José Antonio Primo de Rivera. Nadie me llamó la atención, salvo el sofoco de mi madre que se acercó inmediatamente a cogerme y llevarme al grupo familiar. Comidas campestres con la familia en la Herrería, y luego de adolescente de inolvidables días de vacaciones con una buena pandilla.
Respecto a mi vida de agustino, mi formación eclesiástica está vinculada al Monasterio, menos dos años en Salamanca. Posteriormente estuve en el Colegio de los Olivos de Málaga (1971-1982), y desde entonces me he dedicado a la docencia en los Centros agustinos del Escorial y a la investigación histórica. Recuerdos de esta etapa es casi toda una vida religiosa y académica bastante intensa.
3. ¿Qué es lo que más le atrae del Real Sitio y por qué?
El Real Sitio es lo que es por el Monasterio; eso es lo que le distingue de los demás pueblos de la Sierra, y “Escorial” es la marca que se reconoce en cualquier parte del mundo. Situados en estas coordenadas, el Monasterio tiene que ser captado por medio de los sentidos y de la inteligencia. Recordando la inquietud de Monet por plasmar la realidad de la Catedral de Rouen produjo la Serie que conocemos. Pues eso es lo que me fascina del Monasterio: la imagen que da según la hora del día, la estación del año y el lugar desde donde lo contemples.
4. ¿Qué destacaría y recomendaría de El Escorial y San Lorenzo de El Escorial a un visitante nuevo
A los visitantes nuevos les suelo recomendar que paseen despacio mirando el edificio del Monasterio, y deteniéndose de vez en cuando. Antes que nada, el Monasterio es/son forma/s. Lo demás es otra cosa.
5. Al monasterio, unos le llaman “piedra lírica” y otros “mole de piedra”. ¿Qué opina usted?
Las definiciones del Monasterio del Escorial todos sabemos que forman una inmensa antología que recogen aquella impresión, intelectual o visual, que marcaron a sus respectivos autores; de alguna forma recogen aspectos significativos del edificio, pero suelen ser valoraciones donde la ideología hace acto de presencia. De las dos propuestas sintonizo más con la primera. Pero hay otras.
6. Dentro del monasterio filipino, ¿qué subrayaría?
Del “monasterio filipino” que pregunta, lo que me parece que más se palpa, cuando se recorre docenas de veces y se van encadenando las imágenes que van pasando ante los ojos, es el poder de la voluntad y lo que eso significa. Como pieza clave de “dentro”, lo tengo escrito y lo mantengo: “Ninguna pieza como el sagrario o custodia del retablo mayor de la basílica resume y encierra la clave del monasterio y sus significados: artísticamente, completa; estéticamente, perfecta; técnicamente, exacta; históricamente, destacada; religiosamente, sagrada; iconográficamente, simbólica” (Obra de J. Trezzo sobre diseño de Herrera: 1579-1586). 7. ¿Conoce el Monasterio de Prestado en el pueblo de El Escorial junto al Ayuntamiento? ¿Lo ha visitado alguna vez?
No, no lo conozco; he intentado visitarlo en varias ocasiones, pero no ha sido posible, o no he sabido dirigirme a la persona adecuada.
8. De su génesis histórica, como historiador, ¿qué episodio o paisaje le llama más la atención de El Escorial?
Ciñéndonos estrictamente al edificio siempre me ha llamado la atención el de la consagración de la Basílica, fin de la obra en cuanto tal, y la satisfacción personal de Felipe II que veía su obra completada (30 de agosto de 1595). El otro episodio que me entristece profundamente es el del 7 de junio de 1671 cuando el “viento aquilón tan espantoso” reavivó algunas chispas ocultas en una chimenea del Colegio que se había prendido horas antes y creían haber apagado; durante quince días ardió el monasterio: “El Escorial parecía una antigua ciudad abandonada…”. En el recuerdo de todos tenemos las imágenes de Notre Dame de París (15 de abril de 2019), y no es necesario decir más.
9. ¿Cree que debe reivindicarse la figura de Felipe II de la leyenda negra?
Totalmente. Hay testimonios elocuentes de autores extranjeros que en este caso son más importantes, pero topamos con un muro de oscuros resentimientos históricos que mantienen viva una venganza institucional, que no tiene sentido.
10. De los bosques que rodean el monasterio ¿Cuál prefiere y por cual pasea?
Todos me gustan y por todos paseo; especialmente prefiero la Herrería desde la Silla a la carretera de Ávila, y a diario por la Horizontal; claramente por la ausencia de tráfico.
11. De la inmensa bibliografía de El Escorial ¿qué libros le interesaron más?
Fundamentalmente los clásicos de la Historiografía jerónima; de los modernos solo los de grandes arquitectos e historiadores, fundamentalmente españoles. El Escorial ha generado un regimiento de aprendices que copian -y copian mal-, que es mejor pasar por alto.
12. ¿Qué elogios ha escuchado sobre el Real Sitio?
Vuelvo al comienzo: muchos y buenos, sobre el Monasterio. Referente a San Lorenzo como Real Sitio, un comentario negativo que se escucha con mucha frecuencia: “este pueblo está dormido; con las cosas que se podían hacer…”. Queja que se convierte en tópico, porque se escucha en cualquier pueblo.
13. ¿Cree que debieran unirse los dos municipios -ya unidos en su continuidad: El Escorial y San Lorenzo? ¿Ha oído los “gentilicios de gurriatos y caciques para los escurialense de arriba y de abajo? ¿Qué le parecen?
La unión creo que es buena, necesaria y urgente. Respecto a los gentilicios, es cosa que ha acuñado el paso del tiempo y se deben mantener.
14. ¿Qué le falta o que le sobra al Escorial?
Es una pregunta compleja, porque nos llevaría a planificar un análisis por sectores que ocuparía mucho: cultura, servicios, sanidad, limpieza, comunicaciones…
15. ¿No le tentó nunca escribir sobre El Escorial o ya lo ha hecho?
Como estudioso llevo muchos años de investigación; los temas del Monasterio han ocupado parte de esos trabajos. Para cualquier curioso puede ver la bibliografía, en www.javiercampos.com